(*) Por Ángel Rico Escribano
Todos estábamos preocupados por lo que
“podría pasar con el felón” y, en este momento, lo que podría pasar ya está
aquí. “Se ha llevado a cabo un golpe contra el Estado”, mírese por donde se
mire, la Democracia en España dejará de existir a corto plazo, con ella la
separación de poderes, y la igualdad entre españoles. La Constitución española
de 1978 es la norma suprema del ordenamiento jurídico del Reino de España, a la
que están sujetos los poderes públicos y los ciudadanos de España, en vigor
desde el 29 de diciembre de 1978. La soberanía nacional reside en el pueblo
español, del que emanan los poderes del Estado.
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación
española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y
garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la
integran y la solidaridad entre todas ellas, hasta ahora.
Resulta vomitivo, volver a ver las
declaraciones pasadas (hasta un día antes de las últimas elecciones generales)
de miembros del Consejo de Ministros, declarando que “la amnistía y todo lo que
ello llevaría consigo sería inconstitucional”. Y ahora, aquellos que decían
“estos son nuestros principios y si hiciera falta tenemos otros” han puesto
sobre la mesa los otros, que no quiere decir que sean los últimos, porque si el
guión lo requiriese pondrían unos terceros o cuartos principios. Total, solo
sería otro cambio de opinión. No debemos
olvidar el Artículo 9. 1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a
la Constitución (felón incluido) y al resto del ordenamiento jurídico. Artículo
14. Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Ser catalán o
vasco, no supone estar por encima de los demás.
Llegados a este punto, la sociedad en
general y en particular, usted respetado lector, tenemos que preguntarnos ¿qué
podemos hacer para parar la tropelía? Porque ya son insuficientes los cabreos
en el salón de su casa, mientras ve la televisión y se toma una cerveza. Eso no
sirve para nada útil.
A todos nos corresponde ser protagonistas
del (todavía) artículo 30.1 de la Constitución Española: Los españoles tienen el derecho y el
deber de defender a España. Y al referirme a “todos” quiero decir a “todos los
españoles” se encuentren donde se encuentren de la pirámide institucional de responsabilidades
publicas. Incluido “el consorte de Leticia Ortiz”, porque la Historia nos
enseña lo que ha ocurrido en España con “el socialismo y la Corona”; y de no
hacer nada “volverá a ocurrir”. Repito ¡volverá a ocurrir! y la distancia entre
La Zarzuela y el puerto de Cartagena, sigue siendo la misma que cuando el
bisabuelo del actual monarca de España, el rey Alfonso XIII fue sacado la noche
del 14 de abril de 1931 por una puerta secreta del Palacio Real que daba a los
jardines del Campo del Moro. En la calle se había proclamado la República. De
Madrid fue conducido a Cartagena y embarcado hacia Marsella.
Ahora, volvemos a encontrar en España
con aquel partido socialista que en los años treinta del siglo pasado fue
haciendo progresivamente todo lo posible para que estallara una guerra
civil. Su máxima infamia, venderse a la Unión
Soviética, se parece mucho a cómo se está vendiendo a los nacionalistas catalanes y
vascos, con el apoyo de los comunistas.
Hay que tener presente todas las
declaraciones, sobre el acuerdo entre Junts y PSOE, emitidos por parte de las
asociaciones de jueces y fiscales; desde el Consejo General del Poder Judicial,
a diferentes Colegios de Abogados y Asociación Profesional de la Magistratura
(APM), Juezas y Jueces para la Democracia (JyJD), Asociación Judicial Francisco
de Vitoria (AJFV) y Foro Judicial Independiente (FJI); Ochenta jueces decanos y
todas las asociaciones de fiscales; la asociación de Inspectores de Hacienda
del Estado; la asociación Aprogc. de la Guardia Civil, entre otros. Donde todos
están en contra del “lawfare” la amnistía y los,
injustificados, regalos económicos a
Cataluña. El Lawfare en el marco de la amnistía: Lawfare se construye mediante dos voces inglesas; law, que significa
ley, y warfare, es decir, guerra. Así pues, el lawfare se puede
traducir como la «guerra jurídica», o la «judicialización de la
política», y desde el secesionismo lo definen como la
persecución judicial de la Justicia española contra el independentismo. Todas
las asociaciones judiciales -tanto conservadoras como progresistas- a
la parte del acuerdo entre el PSOE y Junts para investir a Pedro Sánchez
presidente del Gobierno que contempla una revisión parlamentaria de las
decisiones judiciales para detectar supuestos casos de “lawfare” y
que se deriven "consecuencias". Ello podría suponer, en la práctica,
someter a revisión parlamentaria los procedimientos y decisiones
judiciales con evidente intromisión en la independencia judicial y quiebra
de la separación de poderes.
Con el
debido respeto, yo sugeriría llevar a cabo una urgente reunión informativa donde
el “consorte de Leticia Ortiz” fuese informado de la realidad
jurídico-constitucional del golpe al Estado, del acuerdo de gobierno con todos
aquellos que están en contra que la forma política del Estado español siga
siendo la monarquía parlamentaria. El rey es el Jefe del Estado y todos sus
actos deben ser refrendados por el Gobierno, de acuerdo con lo establecido en
la Constitución en su Título II dedicado a la Corona. Para llegar a un convencimiento
de que “habrá que hacer algo, para parar el golpe al Estado; de no hacerlo
tendrá que preparar las maletas para, en
una primera etapa, viajar al Puerto de Cartagena. Siendo de aplicación, en tal
hipótesis, aquello de “real sarna con gusto, no pica”.
Usted,
respetado lector, y un servidor, tenemos que conocer la Historia y tener
presente que cuando Fernando VII y Carlos IV, vendieron España a Napoleón,
contando con la cómplice cobardía de los altos oficiales militares españoles, de
la jerarquía de la Iglesia y de casi toda la clase privilegiada por la Corona, que
aceptaron a Bonaparte (José I) como el
nuevo monarca, la resistencia que surgió fue, de los campesinos, del
pueblo y de la clase media. El 2 de mayo de 1808, los madrileños se
rebelaron contra la ocupación francesa y los españoles hicieron lo que la casta
no supo arreglar.
En la situación actual, los españoles ¡todos los españoles! Debemos
sentirnos llamados para defender a España. ¿Y eso cómo se tendrá que hacer?
Respuesta: -participando en todas las manifestaciones y llamadas pacíficas de
repulsa al acuerdo del felón de La Moncloa, Y motivando a nuestro círculo de
amistades a que se sumen a la defensa de España - Y si se acordase llevar a
cago una huelga general, participar en esa protesta generalizada para que el
felón y su círculo lleguen a la conclusión de que España no se rompe, porque no
lo permitiremos.
Esta grave situación, no sólo es
responsabilidad del felón de La Moncloa, porque han participado los
responsables políticos del PSOE, a todos los niveles, que por inacción han
consentido que pase en España lo que está pasando.
De forma concreta, siento vergüenza y
asco de los 8 diputados del PSOE de
Castilla-La Mancha y de alguna senadora, que han mostrado una imagen política
de cartón piedra, y que serán cómplices de los resultados. Lo “indecente” no es
votar contra Sánchez, lo indecente es votar contra España. Y mostráis vuestra
enorme ignorancia cuando decís que “con el apoyo del Partido de los Negocios
Vascos y Junts haréis un gobierno de progreso”. Con esos partidos que,
estatutariamente, están a la derecha de los partidos más de derechas de Europa,
es imposible de hablar de progreso.
Urge una reunión, Emiliano, con todos
los diputados de Castilla-La Mancha, y plantear los movimientos políticos que
España está necesitando, porque quien juró cumplir la Constitución, y ante un
problema que puede ayudar a resolver no lo resuelve es porque, en realidad,
formas parte del problema. Y, puesto que el PSOE que salió de Suresnes ya está
muerto, procedería empezar a trabajar en la construcción del nuevo PSOE.5 ¿Me explico? ¡Pues eso!
--.•. ¡…He dicho!
-
(*) Es Presidente del Instituto Hispano Luso