*Por Ángel Rico
.
Londres 2012, deja de manifiesto, entre otras cosas, las trampas en las que participa el Estado (el nuestro) mostrando a las claras que el Ministerio de Justicia colabora para que la Justicia no sea igual para todos. Me explicaré.
.
De los 286 deportistas que están participando en las olimpiadas en representación de España, un total de 23 no nacieron en España. Son deportistas nacionalizados y lo hacen gracias a la nacionalidad española adquirida, mediante el procedimiento de “Carta de Naturaleza”. Procedimiento graciable y discriminador que, a instancia del Ministerio de Justicia y debido a “circunstancias excepcionales”, les concede el Consejo de Ministros de España. La cosa pasaría desapercibida si, el procedimiento administrativo para obtener la nacionalidad española por la vía de “residencia” no se alargase insultantemente en el tiempo, poniendo de manifiesto que se incumple el artículo 14 de la Constitución Española que habla de --Derechos y libertades— y señala que: --Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social--, que obviamente y con el objetivo de conseguir éxitos deportivos (postizos) se pasan “la igualdad ante la ley” por el arco de la decencia.
.
La lectura de las referencias del Consejo de Ministros, nos muestran los acuerdos por “circunstancias excepcionales” de concesión de nacionalidad a deportistas de veinte países. Una excusa para tal discriminante actuación gubernamental podría ser, por ejemplo, tener el objetivo de expropiar los metales conseguidos por los nuevos españoles, para aportar (las medallas) como garantía ante el BCE y el FMI, pero visto lo visto, los nacionalizados con sus metales no nos sacarán de la pobreza. Porque cuando no es el Ramadán, es el calor, el frío, la tensión, o la diferencia horaria, lo que impidió a estos nacionalizados con pretensiones conseguir un metal que, Rajoy, pudiese ofrecer como garantía a los mercados para que disminuya la prima de riesgo. Creo que si esa fuese la razón, la ciudadanía lo podría entender.
.
Es evidente que algunos de estos deportivas con pretensiones, encontraron en la vía Gallardón, la oportunidad de ir a unos Juegos Olímpicos que en su país natal no hubieran tenido. La trampa deportivo administrativa, provoca el debate sobre si todo es lícito para que un país, España, consiga medallas a cualquier precio.
.
Como contraposición a la inclusión de deportistas con pretensiones, conocemos el caso del jugador de la selección española de hockey hierba, integrante del equipo olímpico de esta especialidad, Àlex Fàbregas, que ha declarado abiertamente no sentir los colores del combinado asegurando que juega "con España porque es con quien me toca jugar". "No tengo otra opción", al tiempo que se justifica afirmando que "mi sentimiento es catalán, y no siento lo mismo escuchando el himno español que Els segadors".
.
Lo que permite pensar que: --hay mucha hipocresía en estos deportistas de élite que, por razones egoístas y personales, se enfundan unos colores que no sienten— y –mucha hipocresía en los gobiernos que facilitan la nacionalidad a unos apellidos que, por ser raros, gozan de la presunción de estar tocados por la mano de la diosa Niké y, por tanto, conseguirán medallas para que Rajoy las pudiera ofrecer como garantía ante el BCE y FMI—
.
Los resultados en el medallero demuestran el inmenso error de un país, el nuestro, que busca medallas a cualquier precio; incluso a costa de la dignidad de una nación que es representada por españoles que no se sienten como tales, y por unos extranjeros que nunca se dejarán la piel y que ocupan lugares deportivos que podrían ser cubiertos por españoles de verdad.
.
Los deportistas, Duane da Rocha Marce y Felipe Perrone Rocha, Jackson Quiñónez, Noraida Bicet, Yennifer Frank Casanas, Luis Felipe Meliz, José Kelvin de la Nieve Linares, Jonathan Alonso Flete, Zhiwen He Cheng y Yanfei Shen Zhang, Morgan Barbancon Mestres, Arpad Sterbik Capar, Mihaela Ciobanu Ciobanu, Balazs Sziranyi Somogyi, Julia Takacs, Igor Bychkov y Galyna Volodymyrivna Dvorak Khasanova, Serge Ibaka, Abdelaziz Merzougui, son los beneficiados en Londres 2012 por una argucia legal, pero discutible.
.
Mientras tanto hay muchas personas en España, que trabajan, dan clases en la universidad, estudian, atienden a pacientes y se buscan la vida cada mañana, que habiendo solicitado la nacionalidad, se encuentran en un limbo legal y administrativo, esperando durante más de cuatro años a que se resuelvan unos expedientes que, injusta e ilegalmente, se van amontonando y amontonando, incumpliendo de forma flagrante los plazos establecidos en la norma. Mientras deportistas con apellidos raros, a quienes la realidad de España les importa poco, se ven favorecidos por un gobierno que prometió “cumplir y hacer cumplir la Constitución” donde, --e insisto--, se encuentra, en el caso que nos ocupa el, olvidado, artículo 14, que dice lo que dice.
.
Que el Consejo de Ministros haya concedido la nacionalidad española por “carta de naturaleza” al ex presidente colombiano Belisario Betancur, es la excepción racional que confirma una norma que está siendo vergonzosamente adulterada por un Gobierno que, ahora más que nunca, necesita tener una fuerza moral que, con estos ejemplos, le costará (al gobierno) mirar a la cara al resto de los españoles que trabajamos cada día por sacar a España del agujero, y no aspiramos a falsas medallas.
.
Los ciudadanos normales nos limitamos a emocionarnos al escuchar el himno, que suena por los éxitos conseguidos por unos deportistas mercenarios, a quienes le da igual competir por nuestra bandera o por otra. Pero lo que jode es, que además, estos deportistas con pretensiones no ganen ni una medalla con la que poder emocionarnos.
…He dicho!
.
*Es Presidente del Instituto Hispano Luso
No hay comentarios:
Publicar un comentario