*Por Ángel Rico
.
Los
consumidores están viendo, a través de los medios de información, que los
ganaderos de leche y los viticultores están en pié de guerra, porque las
industrias a la que llevan sus productos (leche y uvas) no les pagan por ellos
lo que los productores consideran justo. Incluso se han dado casos de “asaltos
a supermercados, por parte de ganaderos, alegando como injusto que dichos
establecimientos vendiesen al consumidor la leche a un precio inferior al que
los ganaderos consideran que ellos deben recibir en la granja”.
.
Dicho
lo anterior procede aclarar que: --no hay ninguna ley que obligue a los
agricultores ni ganaderos a entregar sus productos a ninguna industria, la
libertad de mercado permite que el propio sector, mediante los instrumentos que
considere oportuno, pueda vender directamente sus productos al consumidor--. Y
también procede recordar que España está en la Unión Europea , donde hay
libertad de movimientos para capitales, personas y productos; por lo que si España, puede exportar frutas y
hortalizas, a los países del centro y norte de Europa, esos países pueden vender sus productos lácteos en España. Es el consumidor quien tiene la
última palabra.
.
Conviene
cambiar definitivamente, la sensación de que “ocurra lo que ocurra en el sector
agrario, la culpa siempre la tienen los consumidores”, por lo que, mediante
triquiñuelas de ingeniería política, se ven condenados a que, previa recepción
de fondos de los contribuyentes, el producto se encarezca, para que los mismos
contribuyentes que aportaron los fondos refugio a los agricultores y ganaderos,
tengan que pagar más por unos productos de calidad que podrían estar más
baratos, antes de aplicarse las artimañas políticas.
.
Como
en Europa se está en un permanente
proceso electoral, cuando no es un país
quien está en campaña política, es otro, y ningún candidato se atreve a decir
que: --las prebendas de la Política Agraria Común, deberán desaparecer en algún
momento porque crean agravios comparativos con otros sectores de la economía
comunitaria--. Si es cierto, por ejemplo, que el mercado ruso ha disminuido
como comprador de lácteos, de frutas y hortalizas, también lo es, por ejemplo,
que el sector turismo está recibiendo menos turistas rusos, entonces ¿Por qué
si deben recibir ayudas el sector agrario y no otros sectores igualmente
perjudicados?
.
Desde
el Gobierno de España, en lugar de
informar que es urgente que el sector agrario, en su conjunto, adecue la oferta
a la demanda (urge, la reforma agraria), utiliza la fórmula menos efectiva para
resolver el problema, pero la más populista: --la de ayudar económicamente para
que todo siga igual— y así, en el sector lácteo se gratificará con subvención
directa de “trescientos euros por vaca a las explotaciones que no logren
rentabilidad”. Las organizaciones profesionales agrarias (OPAs) que son parte
fundamental del problema agrario general, en la recepción de ayudas es en lo
único que se han puesto de acuerdo a lo largo de la Historia , creando “La Alianza por la Unidad del Campo” o “Mesa
de Productores” y otras entelequias similares, que solo coinciden en mantener
un oligopolio representativo de dudosa legitimidad para que, mediante
movilizaciones y huelgas, en una actitud “lampedusiana”, aplicar aquello de:
--si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie--, y así
reivindicación a reivindicación, todo sigue igual en el sector agrario español.
.
El
desequilibrio entre oferta y demanda, es aún mayor en el sector vitivinícola,
sin que los afectados, ni sus asociaciones acepten el principio básico del
mercado: --cuando la oferta sube, manteniéndose estable la demanda, el precio
baja--. Y, así con una oferta que duplica la demanda, los viticultores reciben
un precio más bajo del deseado, y lo peor no será la vendimia del presente
2015; prepárense para la vendimia del 2016 y siguientes. La política
vitivinícola que dirigió Cospedal,
orgullosa de ser la presidenta del “Gran
Viñedo del Mundo” – a base de potenciar la producción mediante la reconversión
de viñedos, que ha supuesto multiplicar la producción hasta cotas desconocidas
e invendibles—es la principal responsable. La producción supera los 48 millones
de hectólitros, cuando el consumo interno, no llega a los 20 millones. Siendo
la exportación la única salida posible a los enormes excedentes. Alguien
debería recordarle a Cospedal lo que
dijo, Charlotte Morrow: --“Si un
partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse de que
sus adversarios le hagan culpable de la sequía”--. Los excedentes vinícolas presentes y
futuros, tendrán una culpable innegable, ¡Cospedal!
y su pésimo gobierno en materia agraria.
.
Por
ello resulta tan sorprendente, que las organizaciones agrarias fomenten los
boicots a los lácteos europeos, y al tiempo pretendan exportar los excedentes
de vino; es un contrasentido que solo se justifica por la miopía, de unos
líderes agrarios anclados a las bagatelas del oligopolio representativo, más
que pensar en el futuro de los agricultores y ganaderos, y muchísimo menos, en
los consumidores, que con sus impuestos colaboran en el pago de los seis mil
millones de euros que, por diversos conceptos, viene recibiendo anualmente el
sector agrario desde que España
forma parte de la Unión Europea , para
adaptar las estructuras a las necesidades, no para anclarse al pasado.
.
Llegados
a este punto de la cuestión, los consumidores deben hacer constar que la
política de gestos populistas, no resuelven los problemas. Un servidor, en el
pasado, dije que “Isabel García Tejerína”
era la mejor del Gabinete ministerial; visto lo visto, me equivoqué, y, tal vez por la contaminación de las
alfombras de la sala del Consejo de Ministros, Tejerina se ha convertido en una ministra tan mediocre para Agricultura y el Medio Ambiente; como Soria para Industria,
Energía y Turismo; García Margallo, para Exteriores; Bañez, para Empleo; o Catalá, para Justicia.
.
Es
inadmisible, mantener un status quo,
que no sirve para crear empleo, ni para aplicar las enormes cantidades de
dinero recibidas anualmente, para adaptar las producciones a las exigencias de
los consumidores, dentro de un mercado global e interconectado. Y, como no hay
nadie que diga que dar dinero de los contribuyentes para que todo siga igual,
es una injusticia, hay que recordar lo que dijo, Platón: --La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin
serlo--. Claro, que García Tejerina,
empieza aceptando un currículo falso, para otorgar la
Gran Cruz de la Orden al Mérito Agrario,
Pesquero y Alimentario, y acaba dando 300 euros por vaca, total ¿quién se va a
quejar?
.
…He dicho!
.
*Es Presidente del Grupo de Empresas Agrarias & Gestión de Energía
Agraria (GEA & GEA)
"Violencia, amenazas y desabastecimiento" por la crisis de la leche
ResponderEliminarhttp://www.libremercado.com/2015-09-10/violencia-amenazas-y-desabastecimiento-por-la-crisis-de-la-leche-1276556733/
Consumidores y contribuyentes pagarán de su bolsillo la crisis de la leche
ResponderEliminarEl sector lácteo firma un preacuerdo que encarecerá el precio de la leche.
http://www.libremercado.com/2015-09-12/consumidores-y-contribuyentes-pagaran-de-su-bolsillo-la-crisis-de-la-leche-1276556803/
¿Cuánto debería costar, en realidad, un litro de leche?
ResponderEliminarhttp://economia.elpais.com/economia/2015/09/11/actualidad/1441979653_796808.html