(*) Por Ángel Rico
Señor, con el debido
respeto me dirijo a Vos, saltándome el procedimiento usual de hacerlo a través
del Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey. Este atrevimiento de saltarme la
norma está justificado por la situación política que tenemos delante.
Señor, somos muchos los
españoles que habiendo Jurado Bandera, como en breves fechas, lo harán otros
españoles y españolas, observamos perplejos como el candidato “sanchista” a
presidir el próximo gobierno de España, está comprometiendo el futuro de la
Constitución Española, en general, y el de la estructura del Estado en
particular, para el que creará un Frankenstein, con todos los que, en sus objetivos políticos está destruir España.
Y tal como ocurrió con “el Frente Popular” de los años 30 del siglo pasado, la
acabarán destruyendo. Porque la Constitución española y su Artículo 14 “los
españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social” se habrá eliminado de facto.
Señor, es previsible que Sánchez, cambie la
Constitución Española, el cumplimiento de la Ley, por la III República Frankenstein,
dándole capacidad de mando a quienes, con toda seguridad, romperán la situación
constitucional. En tal caso, Señor: El 30 por ciento de españoles que están en
contra de la Constitución y la Jefatura del Estado, no agradecerán a Vos,
Señor, el haberles facilitado el camino a sus objetivos, y cuando España
estuviese rota, el 70 por ciento de españoles, que no entenderemos el por qué
se les ha facilitado el camino a los rompedores de la Constitución, no sabremos
qué hacer, porque muchos Juramos Bandera, y nos comprometimos con la
Constitución y veremos con decepción la situación, sintiéndonos decepcionados
por quienes facilitaron el camino a la ruptura, sin haber pensando que las
acciones siempre tienen consecuencias, y quienes provocaron la situación
tendrán que ser los primeros en asumir las secuelas. Insisto, Señor, el parecido de la política actual es muy semejante a la situación política de los años
30 del pasado siglo. Sánchez y sus socios separatistas, terroristas y
republicanos están despedazando España ante los ojos de todos, Constitución,
Nación, Justicia, Convivencia y Dignidad, y nos lo están contando y vendiendo (televisión,
prensa, radios y redes) como si fueran divertidos e inofensivos jueguecitos de
salón, ocultando el peligro que eso supone, porque podría darse el caso de que
“quienes se vean perjudicados decidiesen tomar cartas en el asunto, con las
consecuencias de enfrentamiento previsible” ¿Por qué solo pueden tener razón los que quieren destruir España y no
quienes queremos mantenerla constitucionalmente en pie y donde impere la Ley y
la Justicia?
Es una provocación
inadmisible que los que juramos Bandera, tengamos que aceptar las peticiones de
los terroristas-separatistas. Una persona vale, lo que su palabra vale, y
muchos mantenemos nuestro compromiso y juramento.
¿Alguien se imagina, en
la vida civil, que se le otorgase la autoridad y el mando de una agrupación de
bomberos, a quienes reivindicasen la piromanía como objetivo?. Pues lo mismo en
la situación política.
Majestad, el destructivo Sánchez no debe tener el
encargo de formar gobierno, porque de hacerlo, en la XV Legislatura será
donde el Artículo 1.3 de la Constitución, de facto, dejaría de existir. Siendo
la repetición de elecciones generales el mal menor, como principio ético que lo
justificará con tal de evitar otro mal mayor.
El
sofisma, del gobierno de progreso, es un argumento falso que oculta que a una
parte del socialismo le importa muy poco el cumplimiento de la Constitución y
las leyes.
La Historia nos muestra que Francisco Largo Caballero encarna la etapa más infausta de la Historia de España del pasado siglo, como Secretario General del ala comunista del PSOE e impulsor del golpe de Estado disfrazado de huelga general revolucionaria de octubre de 1934 contra el legítimo Gobierno –por ser de derechas– de la Segunda República, que ocasionó más de mil muertos y grandes pérdidas materiales. No acabó ahí su destructiva actuación, que incluyó el pucherazo electoral del 16 de febrero de 1936 que llevó al poder al primer Frente Popular. Cinco meses después, este desencadenaría la Guerra Civil tras el secuestro en su domicilio y posterior asesinato, del líder político y parlamentario de la derecha monárquica Calvo Sotelo por parte de un grupo policial al servicio del Gobierno.
Y en tal caso ¿Qué hará
Vuestra Majestad? ¿Les concederéis Vos, Señor, el poder
de gobierno a los partidos que quieren romper España y acabar con la
Constitución y la Corona?
En tal caso, a Vos y
vuestra familia siempre Os quedará el arsenal del Puerto de Cartagena, para
abandonar España; Pero a los millones de españoles que en el servicio
militar, juramos bandera y nos
comprometimos a mantener una España constitucional y unida ¿Qué nos espera?
Porque no se puede escapar de las consecuencias de los actos. Los que juramos bandera, (y reiterando
en Ciudad Real, un servidor, el juramento el 18 de marzo de 2023) de
nuestro juramento; y tampoco de los Vuestros, Señor, quien les puede dar la
oportunidad de romper España a quienes dijeron que lo harían.
Dicho lo anterior, por
supuesto, con el debido respeto a Vuestra Majestad.
--.•. ¡…He dicho!
(*) Es Presidente del Instituto Hispano Luso
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