*Por Ángel Rico
Los científicos tendrán que mostrarnos próximamente en qué parte del Genoma Humano, se encuentra la tendencia del ser humano hacía la dictadura. Será conveniente saber, dentro de la secuencia del ADN, en cual de los 23 pares de cromosomas, se encuentra codificada la propensión humana a la dictadura.
Si repasamos el DRAE, nos encontramos con dos interesantes acepciones de la palabra “dictadura”, a saber: “Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país” y “Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente” Lo que hemos podido comprobar, de facto, en el movimiento 15M de la Puerta del Sol de Madrid.
Se ha demostrado como, en horas veinticuatro, los componentes del movimiento “Democracia Real, ya” ilegalmente instalados en la Puerta del Sol y, unidos por la izquierda, han pasado de reivindicar, entre otras cosas: “la necesaria Revolución Ética” y “la Democracia para el pueblo” al ordeno y mando de: “Quién puede informar y quién no, desde el campamento indignación” ó “Aquella Ley no nos gusta y no la cumplimos” y “la censura ha aplicar a la prensa”. Patentizándose que el síndrome del dictador es una enfermedad que aparece en todo tipo de personas y circunstancias. Siendo tremendamente contagiosa.
En las declaraciones del “Yónatan”, del “Thómas” y “Noemí” (todos portavoces oficiales del campamento indignación) se entiende el concepto de “Democracia” que tiene el movimiento, --unido por la izquierda-- así como lo que espera a los españoles cuando lleguen al poder. Por su manifestada e imperfecta preparación cultural, técnica, humana y democrática. Sí, los futuros médicos, arquitectos, abogados, profesores y jueces, serán los jóvenes que ahora quieren prepararse para ello, o no. Los mismos que no saben expresar su frustración, porque no saben hablar, ni como modificar legalmente el sistema que critican. No basta con saber qué está mal en la estructura del Estado, sino como cambiarlo dentro de un Estado de Derecho, para cargarse da razón. “Cuanto mayor es la ignorancia, mayor es el dogmatismo” (William Osler)
Se ha podido escuchar, también, los mensajes de ciudadanos de otros países, ecuatorianos, venezolanos, etc., que reivindican –indignados-- cambiar el régimen democrático español. Ellos, que en sus países de origen no podrían haber ejercido ni el derecho de expresión, porque a “correazos” y “chaveazos” se lo habrían impedido, instalados ilegalmente en una de las plazas con más simbolismo de España, nos dicen las leyes que tienen que vulnerarse aquí.
Yo he leído el manifiesto alternativo y, no es compatible reivindicar “la separación de poderes” y al mismo tiempo incumplir la Ley Electoral y la decisión de la Junta Electoral Central. Ambas cosas son incompatibles. No tiene sentido hablar de libertad y, al mismo tiempo, impedir la actividad libre de los comerciantes de la Puerta del Sol, a quien están perjudicando gravemente. No tiene sentido, hablar de “ética” mientras se estropea el mobiliario urbano de la Puerta del Sol, o se realiza una, ilegal, conexión a la red eléctrica para usarla –sin pagar- en sus equipos de sonido.
Los científicos tendrán que mostrarnos próximamente en qué parte del Genoma Humano, se encuentra la tendencia del ser humano hacía la dictadura. Será conveniente saber, dentro de la secuencia del ADN, en cual de los 23 pares de cromosomas, se encuentra codificada la propensión humana a la dictadura.
Si repasamos el DRAE, nos encontramos con dos interesantes acepciones de la palabra “dictadura”, a saber: “Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país” y “Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente” Lo que hemos podido comprobar, de facto, en el movimiento 15M de la Puerta del Sol de Madrid.
Se ha demostrado como, en horas veinticuatro, los componentes del movimiento “Democracia Real, ya” ilegalmente instalados en la Puerta del Sol y, unidos por la izquierda, han pasado de reivindicar, entre otras cosas: “la necesaria Revolución Ética” y “la Democracia para el pueblo” al ordeno y mando de: “Quién puede informar y quién no, desde el campamento indignación” ó “Aquella Ley no nos gusta y no la cumplimos” y “la censura ha aplicar a la prensa”. Patentizándose que el síndrome del dictador es una enfermedad que aparece en todo tipo de personas y circunstancias. Siendo tremendamente contagiosa.
En las declaraciones del “Yónatan”, del “Thómas” y “Noemí” (todos portavoces oficiales del campamento indignación) se entiende el concepto de “Democracia” que tiene el movimiento, --unido por la izquierda-- así como lo que espera a los españoles cuando lleguen al poder. Por su manifestada e imperfecta preparación cultural, técnica, humana y democrática. Sí, los futuros médicos, arquitectos, abogados, profesores y jueces, serán los jóvenes que ahora quieren prepararse para ello, o no. Los mismos que no saben expresar su frustración, porque no saben hablar, ni como modificar legalmente el sistema que critican. No basta con saber qué está mal en la estructura del Estado, sino como cambiarlo dentro de un Estado de Derecho, para cargarse da razón. “Cuanto mayor es la ignorancia, mayor es el dogmatismo” (William Osler)
Se ha podido escuchar, también, los mensajes de ciudadanos de otros países, ecuatorianos, venezolanos, etc., que reivindican –indignados-- cambiar el régimen democrático español. Ellos, que en sus países de origen no podrían haber ejercido ni el derecho de expresión, porque a “correazos” y “chaveazos” se lo habrían impedido, instalados ilegalmente en una de las plazas con más simbolismo de España, nos dicen las leyes que tienen que vulnerarse aquí.
Yo he leído el manifiesto alternativo y, no es compatible reivindicar “la separación de poderes” y al mismo tiempo incumplir la Ley Electoral y la decisión de la Junta Electoral Central. Ambas cosas son incompatibles. No tiene sentido hablar de libertad y, al mismo tiempo, impedir la actividad libre de los comerciantes de la Puerta del Sol, a quien están perjudicando gravemente. No tiene sentido, hablar de “ética” mientras se estropea el mobiliario urbano de la Puerta del Sol, o se realiza una, ilegal, conexión a la red eléctrica para usarla –sin pagar- en sus equipos de sonido.
No tiene sentido, señalar las irregularidades del sistema (que las tiene) desde una postura que se salta la legislación vigente e impide, el libre albedrío de los participantes en el “comando indignación”.
Perdieron la razón, cuando abrieron la boca. Porque no es suficiente tener razón, hay que saberla reivindicar, para que el pueblo la otorgue. “La razón no grita, la razón convence” nos dijo, Luis Ferré, y cuando no se sabe cuantos son los convencidos, sencillamente, se vota en libertad y se acepta el resultado. Esa es la razón de la democracia.
Soy consciente de que mi opinión es políticamente incorrecta, pero entre las virtudes de la Democracia hay una, que me permite opinar como considere oportuno, la Libertad de Expresión. Y mientras el colectivo del comando indignación no me lo impida lo seguiré ejerciendo.
Ahora solo hay que esperar al recuento de los votos emitidos hoy, porque a partir de ahí continúa el resto de la vida, con la responsabilidad del gobierno, para algunos, y el paso por la oposición, a los otros. Son necesarios numerosos cambios, sociales y económicos. Pero es preciso que quienes lo hagan tengan la sabiduría de contar con nosotros, el Pueblo. Y devolver la confianza en la separación de poderes que caracteriza a los Estados democráticos. En caso contrario, se estará justificando al “comando indignación” que sugiere, como fórmula para conseguir los cambios, “dar una patada a lo que hay, para ver qué pasa”
…He dicho!
*Es miembro de FAPE
Perdieron la razón, cuando abrieron la boca. Porque no es suficiente tener razón, hay que saberla reivindicar, para que el pueblo la otorgue. “La razón no grita, la razón convence” nos dijo, Luis Ferré, y cuando no se sabe cuantos son los convencidos, sencillamente, se vota en libertad y se acepta el resultado. Esa es la razón de la democracia.
Soy consciente de que mi opinión es políticamente incorrecta, pero entre las virtudes de la Democracia hay una, que me permite opinar como considere oportuno, la Libertad de Expresión. Y mientras el colectivo del comando indignación no me lo impida lo seguiré ejerciendo.
Ahora solo hay que esperar al recuento de los votos emitidos hoy, porque a partir de ahí continúa el resto de la vida, con la responsabilidad del gobierno, para algunos, y el paso por la oposición, a los otros. Son necesarios numerosos cambios, sociales y económicos. Pero es preciso que quienes lo hagan tengan la sabiduría de contar con nosotros, el Pueblo. Y devolver la confianza en la separación de poderes que caracteriza a los Estados democráticos. En caso contrario, se estará justificando al “comando indignación” que sugiere, como fórmula para conseguir los cambios, “dar una patada a lo que hay, para ver qué pasa”
…He dicho!
*Es miembro de FAPE