¿Alguien hará un análisis de la situación, y admitirá responsabilidades?

 

 (*) Por Ángel Rico

Decían los clásicos que “quien pudiendo ayudar a solucionar un problema, no ayuda en la solución, es porque forma parte del problema”. Y ante esa realidad nos encontramos ahora los españoles ¿qué es lo que hay que hacer, políticamente, ante lo que tenemos delante?. Lo primero que enseñan en cualquier ingeniería es que “para solucionar un problema, del tipo que sea, lo urgente que hay que hacer es “reconocer que ese problema existe”, después se analizará la magnitud del mismo, para diseñar las soluciones más efectivas.

Pues bien, cuando nos encontramos con un partido político que ha perdido 19 diputados y 623.235 votos respecto a las elecciones de 2019, y donde nadie asume responsabilidades, con una auténtica falta de autocrítica, echándole la culpa de su, penosa, realidad a quienes si han subido en votos y en escaños, nos recuerda la situación prepotente de “Arrimada-nos” que llevó a aquel partido, de derrota en derrota hasta su total desaparición, sin asumir nunca un ápice de responsabilidad. Resulta vomitivo ver a quien siempre medró a la sombra del PP, echarle ahora la culpa a ese partido de su deficiente liderazgo político y de no admitir que los consejos del Yunque no están siendo productivos en la España real de hoy.

España merece más, porque la situación a la que nos llevará el “Sanchismo” acabará pareciéndose mucho a la España de los años 33, 34 y 35 del pasado siglo. La Historia no se discute, se contrasta. Lo que los separatistas, vascos y catalanes, piden es, que de los Presupuestos Generales del Estado, seguir recibiendo más por ciudadano que el resto de españoles en cualquier otro territorio. Sí, procede recordar que esta injusta situación, la permitió “Cobard-oy” que la pudo solucionar cuando tuvo mayoría absoluta en el Congreso y Senado, y se limitó a no hacer nada, con aquel “sorayismo” tan estúpido, que ahora nos es recordado con la política del “ni blanco, ni negro, sino todo lo contrario” que está aplicando “Feijó-oy”. De ahí que Puigdemont se abra a negociar, también,  con Feijóo y exige   la amnistía para 4.000 'indepes', que ponga sobre la mesa un referéndum de autodeterminación y la amnistía para los «4.000 represaliados» que tienen procesos judiciales abiertos en Cataluña por el 1-O. Con tal de romper España, los separatistas harán presidente a aquel que más les ofrezca. Lo que resulta insultante.

Con los resultados delante, cabría pensar en un “gobierno a la alemana, cuando los socialistas y la democracia cristiana hicieron un gobierno de coalición” (SPD-CDU) de 2005 al 2018, con una pausa del 2009 al 2013. Pero, la realidad ególatra de los principales protagonistas en España no lo harán posible, y tendremos delante una sucesión de cesiones del Gobierno de España a aquellos que, precisamente, quieren romper España con peticiones como acabar con el “déficit fiscal” de Cataluña hasta la petición de que se transfiera a la Generalitat la competencia de convocar referéndums y la amnistía para los condenados por el referéndum ilegal.

El increíble hombre cambiante, aceptará cualquier petición, con tal de seguir siendo el peor presidente del gobierno de toda la Democracia, ya se encargarán los medios de información del sistema vertical de blanquear las cesiones a terroristas y separatistas, con cuentos que la sociedad se tragará, porque no se tratará de mentiras, sino de cambios de opinión.

Pero planteemos, respetado lector, una hipótesis: --supongamos que el “socialpijomunismo” aceptase un referéndum en Cataluña y Vascongadas, para preguntar a los ciudadanos de allí sobre la separación de España de esos territorios. Se imagina usted, que Feijóo-y para demostrar que también se puede hacer política de Estado desde la oposición, convenciese a los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, y a los alcaldes de capitales de provincia gobernadas por el PP, para llevar a cabo el mismo día del referéndum independentista,  otros referéndums en esos territorios, para preguntar exactamente lo mismo que se preguntase por los terroristas y separatistas. Al llegar la noche, el “sanchismo” conocería el dato de cuantos están a favor de romper España y cuantos estarían en contra.

Esa noche el increíble hombre cambiante, la pasaría en la habitación del pánico (que seguro que la tiene) con numerosos espejos a quienes les preguntaría ¿espejito, espejito quién es el más guapo, el más cambiante, el más resistente y el de los pantalones más estrechos? Imagínese la respuesta.

En el mientras tanto,  que los diferentes responsables políticos, se apliquen aquello de “bastante ayuda quien no estorba”, y quien habiendo dejado de aportar 19 diputados, que estaría solucionado el enorme problema, empiece a aceptar, precisamente hoy el día del Patrón de España, que no basta con llamarse Santiago, para ser útil. Porque si no se cambia de actitud lo que se estará demostrando es que con ese nombre, también se puede ser un inútil, que como dice la RAE: inútil = Que no produce provecho, servicio o beneficio, persona que no produce provecho, servicio o beneficio. Vamos, como la rueda de repuesto en un vehículo, nos la encontramos sin aire, muy verdecita, sí, pero sin aire. Un instrumento inútil. ¡Pues eso!

 --.•. ¡…He dicho!

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(*) Es Presidente del Instituto Hispano Luso