*Por Ángel Rico
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Le confesaré a usted, respetado lector, que en esta semana hay dos cuestiones que han llamado mi atención. La primera, por su audacia, la propuesta de Esperanza Aguirre de proponer una reforma en el Estatuto de la Comunidad de Madrid, para reducir el número de parlamentarios de 129 a 65 en la Asamblea de Madrid. Para aprobarse dicha propuesta es necesario el apoyo de dos tercios de la actual Asamblea, mayoría que no tiene el partido de Aguirre, por lo que será necesario contar con el apoyo de otros partidos políticos. Lo que permitirá conocer realmente, el interés o no, del resto de fuerzas políticas para apoyar propuestas de ahorro público.
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Me perdonarán por las autocitas, pero en dos ocasiones me permití opinar sobre el exceso de representantes políticos que tenemos los españoles, en los artículos: --“Danzad, danzad, malditos” (03/06/2012) y “La austeridad hasta la muerte, lleva a la muerte” (05/05/2012)--, donde, un servidor, ponía de manifiesto lo innecesariamente costoso que resulta mantener el actual sistema de representación en los múltiples organismos, con una realidad que no admite comparación con otros estados modernos y democráticos. Los españoles tendremos que volver a la coherencia institucional, movidos por la realidad económica del Estado, en lugar de por el sentido común, lo que habría sido más lógico. "Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse que sus adversarios le hagan culpable de la sequía." Charlotte Morrow.
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Sea como fuere, la propuesta está sobre la mesa y el Presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, también la está considerando. Los movimientos futuros de los gobernantes regionales pondrá a cada cual en el lugar que, por sus hechos, les corresponde, a saber: --“Los que piensan más en los ciudadanos que en la casta política” y en “los que dan más importancia a los privilegios de la casta política que a los ciudadanos”--.
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Cuando estamos acostumbrados a que muchos de los cargos políticos se caractericen por su, enfermiza pasividad improductiva para, no haciendo nada, no equivocarse, resulta alentador conocer propuestas como la de Aguirre. Yo que he puesto de manifiesto la escasa utilidad de, por ejemplo, el Director General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, considerando que la eliminación de ese departamento, no se notaría en el día a día de la comunidad y, a cambio, se ahorraría la totalidad de gastos asociados a dicha dirección general; porque una dirección general inútil para los ciudadanos, tiene los mismos gastos fijos que una dirección general útil, tengo que alabar la propuesta de recortes de Aguirre. Tendremos que llamar la atención para que el siguiente paso sea cesar al tan, poco productivo y provechoso director general del Medio Ambiente, que a diferencia de sus homólogas las cigarras, este se mantienen en el inmerecido cargo más de un verano.
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Otra de las noticias de la semana fue conocer que los jugadores de la Selección Española de Futbol que están participando en el Campeonato de Europa cobrarán 300.000 euros por cabeza, si consiguen el campeonato, y que utilizarán una artimaña, marrullería o martingala indecente para no cotizar a la Hacienda Pública Española por esos ingresos. Cuestión que provocó mi indignación, porque si “Hacienda somos todos” los privilegiados deportistas que ganan mucho dinero, bajo la sombra de la bandera de España, tienen el deber de predicar con el ejemplo, y no solo en el campo de futbol, sino en su vida cotidiana.
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Cuando, mediante el Real Decreto 135/2011, se creó el “Marquesado de Del Bosque” como título nobiliario hereditario español, a favor del actual seleccionador nacional de futbol, se indicaba: --“Por la gran dedicación al deporte español y la contribución de don Vicente del Bosque González, al fomento de los valores”-- (sic). Utilizar triquiñuelas o arterías para escaquearse de aportar a la Hacienda Pública, no son actitudes ejemplarizantes en momentos como los actuales, donde es tan importante para España disminuir el déficit público, para poder prestar todos los servicios que exige una sociedad moderna.
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Siempre es inadmisible hacer trampas, pero hacerlas al amparo de la Real Casa, de la bandera y del himno de España, es incalificable.
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Lo que más me molestó no fue que los seleccionados de futbol pretendan hacer trampa para no pagar impuestos, sino que esa vergonzosa noticia pasase desapercibida para una España lanar, totalmente hipnotizada por una televisión que piensa por ellos, que decide por ellos, (por los lanares) porque sin darnos cuenta, nos está quitando la posibilidad de utilizar la capacidad de analizar, de ser críticos, para llegar a conclusiones propias. Está mal que no se paguen impuestos, pero es peor que nos dé igual ese hecho, porque demuestra que, a la hora de la verdad, siempre en España tienen que ser otros quienes se responsabilicen de los primeros pasos.
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Por cierto y ante la incoherencia gubernamental: ¡Gibraltar español!
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso
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