Lujos que España no se puede permitir

*Por Ángel Rico

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Ante su Junta General el Presidente de Repsol, Brufau, dijo: --“Que un país como España que tiene tanta dependencia de los hidrocarburos no se puede permitir el lujo de no explorar en Canarias”--. Afirmación con la que coincide un servidor de ustedes, porque una sociedad con futuro está imperativamente ligada a la disponibilidad de energía y España no dispone de esa materia tan solicitada.

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Este año Repsol repartirá un dividendo de 1,15 euros por acción, un 10% superior al del último ejercicio, asegurando el Presidente de la petrolera que --su compañía "no debería tener problemas" para mantener un pago de un euro por título en los próximos años--. Lo que es positivo, pero España no puede estar ligada en exclusiva, a los hidrocarburos que comercializa la mencionada petrolera.

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Y parafraseando a Brufau vuelvo a afirmar que: --España no puede permitirse el lujo de no explotar el potencial agroenergético existente en nuestro territorio. Mantener, todos los años, 3,5 millones de hectáreas de improductivo, pero subvencionado, barbecho, junto con 42 fábricas de biodiésel cerradas, es un lujo, de nuevos ricos, que dadas las circunstancias socioeconómicas del momento España no se puede permitir. Es imprescindible unir, políticamente, las sinergias existentes entre el potencial productivo de los terrenos de barbecho, que son susceptibles de cultivar colza (brassica napus) para aportar, por una parte, materia prima para producir biodiésel que se utilizaría por el Transporte como energía sustitutiva del carísimo gasóleo fósil tradicional, y por otra parte, proteína para la alimentación animal. Es inadmisible que actualmente en España sea más rentable tener 3,5 millones de hectáreas sin cultivar que, participando en un proceso nacional de producción de energía barata, renovable y generadora de empleo.

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El Presidente Belmonte, de la Agrupación Nacional de Transportes Plataforma, ha denunciado públicamente el agravio que supone que el sector agrario español reciba ayudas por garantizar, teóricamente, alimentación para la sociedad; cuando quien realmente permite garantizar la Seguridad Alimentaria en España es el Transporte, que es quien permite que cada mañana haya productos frescos, de calidad y a precios razonables en la tienda de la esquina. Y paradójicamente el Transporte no recibe ni ayudas, similares a las agrarias, ni la consideración y respeto, por parte de la sociedad y los poderes públicos, por el importante servicio que todos los días presta a la sociedad.

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El Presidente Belmonte, ponía el dedo en la llaga cuando señalaba el trato privilegiado que recibe la agricultura en España, donde hoy a las 23h55 los españoles le habremos aportado a ese sector 13,5 millones de euros. Y a las 00h01 de mañana empezaremos ha aportarles los 13,5 millones de ese día; y así un día, y otro, y otro, y …. otro. Dinámica que se viene repitiendo diariamente desde 1986. Unos datos que son empíricos, que no admiten discusión, y que le otorgan al representante de los autónomos del Transporte de mercancías por carretera, toda la fuerza moral para decir: --El Transporte debe tener la misma consideración que la Agricultura. Porque si la Agricultura produce, el Transporte hace posible que se consuma lo producido--.

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España tampoco se puede permitir que, en la Administración Rajoy, siga imperando la contaminante “apatía, dejadez, desgana, displicencia, incuria, indolencia”, del anterior gobierno, y que ha contaminado hoy a un importante número de cargos públicos que optan porque todo siga igual, para no correr el riesgo de equivocarse al apoyar proyectos emprendedores. Esa dinámica es mala, pero se convierte en inadmisible cuando se aplica en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que ha recibido una solicitud de reunión, por parte de los profesionales del Transporte, para informar a los responsables de ese Ministerio que --con una sencilla redacción de la norma que regula la actividad del Transporte de mercancías por carretera, se aumentaría la recaudación por IVA por la Hacienda Pública, al tiempo que los profesionales del Transporte realizarían su labor con mayor seguridad jurídica frente a las sanciones--.

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España no puede permitirse que nos quedemos quietos ante los especuladores, ni que mantengamos en sus puestos de la estructura del Gobierno Central y de los gobiernos autonómicos, a quienes no son capaces de estar a la altura de las circunstancias. Siendo verdad, como dijo Montoro, que: --“hay gente en el mundo que ataca el euro y no cree en él”, la respuesta que va a tener es “más euro”--, también es verdad, que hay muchos políticos, ocupando cargos de responsabilidad, cuando no creen en las atribuciones delegadas a sus negociados respectivos, ni que su implicación es necesaria para sacar a España de esta gravísima encrucijada.

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Es recomendable que las personas que forman parte de la administración del Estado recuerden lo que dijo Thomas Jefferson: --“Cuando alguien asume un cargo público debe considerarse a sí mismo como propiedad pública”--.

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…He dicho!

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*Es Presidente del GEA