*Por Ángel Rico
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Una
de las palabras mas repetidas por la clase política es “corrupción”; los políticos la usan para
zaherirse los unos a los otros, y los candidatos a las próximas elecciones
autonómicas y municipales, la utilizarán –como si de un mantra se
tratase—“tolerancia cero con la corrupción”, en una sucesión de frases hechas
para dar a entender que la “corrupción” es una cosa de los otros.
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La
ciudadanía está en medio de esta representación teatral, creyendo que
corrupción es solo aquello que se refiere, por ejemplo: --a indemnización en diferido, en forma de
simulación, de lo que antes era una retribución; o a llevarse una mordida por
tal o cual concesión administrativa; o a cobrar dietas por alojamiento, siendo
diputados o senadores, al haber sido elegidos por circunscripciones distintas a
Madrid, y disponer de vivienda en la
capital, etc.— Lo que la ciudadanía desconoce es, lo
que a mi juicio, es mucho más dañino para los intereses generales, me refiero a
la corrupción por inoperancia. --¿A qué me estoy refiriendo?— A esos políticos,
consejeros y directores generales, de gobiernos autonómicos que durante la
presente legislatura se han limitado a no manifestarse sobre este o aquel
proyecto; cuando se les puso sobre la mesa cualquier proyecto, en el que sus
negociados tenían algo que decir, su respuesta no fue “ni blanco, ni negro; ni
frío, ni caliente; ni arriba, ni abajo; ni sí, ni no; sino todo lo contrario”.
Esa indolencia gubernamental (porque las consejerías y direcciones generales,
forman parte de los gobiernos autonómicos) está suponiendo un enorme coste para
los contribuyentes, que sufragamos sus salarios y gastos anexos; provocando que
los datos de desempleo aumenten, por encima de la media nacional; y que el Producto Interior Bruto (PIB) regional,
esté por debajo de la media nacional. Y lo más grave, la enorme pérdida de
oportunidades para la economía y la creación de empleo; porque las
oportunidades perdidas en ese tiempo, no podrán ser compensadas en otras
oportunidades.
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Usted,
respetado lector, se estará preguntando: --¿De qué comunidad estoy hablando?—
Respuesta, por ejemplo, de Castilla-La
Mancha, con un exceso de cargos apáticos e indiferentes, en las consejerías
de “Agricultura”, “Fomento” y “Empleo y
Economía” que tienen en su haber, el vergonzoso honor de haber producido,
según la última EPA, 283.100
desempleados (4,8 puntos más que la media nacional); 67.000 desempleados más
que al ser nombrados los/las indolentes al inicio de la VIII legislatura. Si el
análisis de este tipo de corrupción, lo hacemos sobre el PIB regional, comprobamos que Castilla-La
Mancha, está con el 1,2%, por debajo de la media nacional que es del 1,4%. Es decir, la “corrupción por inacción supone
un enorme perjuicio para la ciudadanía”.
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No
intente usted, encontrar “las obras completas” de estos corruptos inactivos,
porque no las encontrará; y si se está preguntando ¿qué valores hicieron
merecedoras de tan injustificados nombramientos? –Se quedaría sorprendido, al
saber que –tomar café en el mismo establecimiento que la superiora que la
nombró, ha sido suficiente para ser investida directora general de un cargo
para el que, objetivamente, no tenía preparación--. Reafirmando la máxima de Aristóteles: --Nuestro carácter es el
resultado de nuestra conducta.
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Me
consta que muchos de mis lectores, ya estarán redactando un mensaje para afear
el presente “Off the record” a
quienes les pido que: --se esperen para afear o no mi actitud, a la lectura de la EPA
del primer trimestre de 2015, que conoceremos en abril y, con los datos
objetivos delante, reconocer: --si el pecador soy yo, por intransigente; o si
la responsabilidad invigilando de la corrupción por inacción en la administración
regional, la tienen aquellas que próximamente llamarán a nuestra puerta para
pedirnos el voto, y han mantenido en su equipo a cargos, manifiestamente,
mediocres--.
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Soy
de la opinión que la ciudadanía debe rebelarse contra la corrupción; pero
contra toda la corrupción. Porque la corrupción por holganza, está suponiendo
un enorme lastre para, al menos, una generación. Eso es inadmisible; como debe
serlo el que; por ejemplo, --los programas de formación en el sector agrario,
solo los puedan desarrollar las mismas asociaciones, enquistadas en la casta,
que están aumentando los desempleados en ese sector, a los datos me remito: --140.228
desempleados en España, en Junio de 2011 (13.519 en Castilla-La Mancha; y 228.851,
en España, febrero de 2015 (25.639 en Castilla-La Mancha). La corrupción no está
solo en la “estafa de unos cursos que nunca se impartieron”, sino en aquellos
programas de formación agraria que, como puede verse, produce desempleados. La
frialdad de los datos debe obligar a que los responsables gubernamentales,
cambien la peligrosa dinámica de unos hábitos negativos para los intereses
generales, y para los agrarios, en particular.
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Este
tipo de análisis, lo lógico es que la realizasen los, hipotéticos,
departamentos de control de calidad de los partidos políticos que gobiernan;
para sugerir los cambios que fuesen precisos. Limitarse a decir que “la
macroeconomía va bien”, cuando la mayoría (repito, ¡la mayoría de los
ciudadanos!) piensan lo contrario, será solo un desiderátum que, a los
electores les llevará a la melancolía, y a los gobernantes a la oposición. Porque
–el éxito no se logra con la suerte, es el resultado de un esfuerzo
constante--. Por ello, cuando se hable de corrupción, no hay que descartar ninguna hipótesis.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Grupo de Empresas
Agrarias & Gestión de Energía Agraria (GEA&GEA)
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