Epílogo (y IV) - Sobre “Los diez días, que a Pablo Iglesias le gustaría, que estremeciesen al mundo” en el Siglo XXI

*Por Ángel Rico

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En la política nacional, hay diversos partidos que no alcanzan el grado de representatividad política necesario para gobernar. Ahí están los casos de “Ciudadanos”, de “Izquierda Unida” y de “Vox” y a todos les une el mismo deseo, llegar a ser algo. La cosa política pende de tres principios: --“tener razón”, “saberla pedir” y “que (los electores) te la den”—Es por ello que, suponiendo, que se tenga razón, hay que saberla pedir, y no siempre ocurre así.

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Es cierto que, por ejemplo, dentro de Ciudadanos, no es lo mismo Inés Arrimadas (Cataluña) que Juan Marín (Andalucía) o Ignacio Aguado (Madrid); a la primera se le entiende todo, y de ahí que el, previsible, resultado en las próximas elecciones autonómicas de Ciudadanos en Cataluña sea espectacular. En cambio, cuando se analiza la elástica, hasta la nausea, actividad política de Juan Marín en Andalucía, uno se pregunta: --¿Esta es la regeneración política de la que habla Albert Rivera?--. Algo similar ocurre cuando se escuchan las declaraciones de Ignacio Aguado en Madrid, uno no sabe si los impuestos van a subir, o bajar, o si se suprimirá el servicio “búho de autobuses nocturno”. Un afiliado de Ciudadanos de Toledo me decía que: --Aguado recuerda a ese chico mal encarado del patio de colegio,  a quien todos soportan, no porque juegue bien al fútbol, sino porque es quien tiene el balón--. A Ignacio Aguado, solo le interesa dar a conocer que en la Comunidad de Madrid, hay gobierno gracias a él; pero tal y como lo hay, podría no haberlo, gracias también a él. Esa actitud “paguroidea” (de cangrejo ermitaño) está extendiendo, entre la ciudadanía independiente, un desagradable amargor; tal vez porque (los paguroides) se alimentan de todo, básicamente son carroñeros, y les da igual ocho, que ochenta.

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Mi comentario de que: -- tras le desintegración del PP de Rajoy, como en el caso de UCD, una parte de los afiliados engrosarán el partido Ciudadanos, y otra parte refundarán algo similar a la “Unión por un Movimiento Popular” de Sarkozy--  alguno de los lidercillos de Ciudadanos me han comentado que ese engrosar su partido, formado por aluvión de personas de las más diversas creencias y condiciones, es el lugar lógico, de quienes deseen regenerar la vida pública del futuro. Y, claro, uno mira a Juan Marín e Ignacio Aguado y se pregunta: --¿Regenerar qué?

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Luego están los afiliados, afiliadísimos a Izquierda Unida, que se niegan a ser comparsas del “Plan de acción” diseñado por Pablo Iglesias, para no ser los nuevos “mencheviques” y a lo Tanía Sánchez, repiten como papagayos: --No, punto. No vamos a entrar en Podemos, punto--. Y como en el caso de Tanía, la mayoría entrará en Podemos; por lo que ya están buscando argumentos que justifiquen la contradicción del “no vamos a entrar en Podemos, punto”. En todo caso, sus críticas a mis “off the records” y sus preguntas estuvieron centradas en: --¿Cómo he tenido acceso a esa información?—No en que la información publicada no fuese verosímil.

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Finalmente está el caso de Vox, donde el, todavía, líder ha confundido, el latinajo, --“vox populi, vox di” por el particular “vox Santiago, vox populi”--, que no viene a ser lo mismo. Abascal ha olvidado que los líderes aparecen ante las dificultades, no cuando hay sosiego. Y en el colmo de su falta de liderazgo, no solo ante potenciales votantes, sino ante sus, todavía, seguidores y en relación a las próximas elecciones autonómicas de Cataluña, arguye: --  El Comité Ejecutivo Nacional de Vox ha decidido no presentarse a las elecciones autonómicas catalanas del próximo 27 de septiembre para no colaborar con unos comicios convocados mediante "fraude de ley" y por ser una "farsa convocada por Artur Mas con la única intención de someter a votación y discusión la indiscutible unidad de España"--. Vamos, algo así como si un equipo de fútbol solo quisiese participar en competiciones amistosas en campo propio.

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Y, por otra parte, si seguimos creyendo en el Estado de Derecho, Abascal y su equipo, no pueden sentenciar, respecto a las próximas elecciones en Cataluña, lo que ningún tribunal ha sentenciado. Por ello, aunque el objetivo de los secesionistas sea torticero --¡que intenta que lo sea!-- el objetivo de los políticos constitucionalistas debería ser dar la cara, presentar su programa electoral y conseguir los apoyos necesarios para estar en el parlamento catalán.

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A Santiago Abascal, se le ha visto ese fino estilo de toreo (político) de salón. En mitad del aposento, de puntillas sobre sus mocasines de gamuza azul, con el capote en la mano y ante los, todavía, seguidores les muestra como se hace una “verónica”; también se ha dado el caso de que, con la muleta, les ha mostrado como debe ser “un derechazo”, algo similar al clásico, por excelencia, el “pase natural” pero con la “derecha-derecha-derecha”. –En el salón, solo en el salón y, nada más que, en el salón-- ¡Político, de salón! No es ni bueno, ni malo; pero es un hecho.

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En todo caso, cuando algunos seguidores de provincias, me preguntaron: --¿Por qué no era previsible que, tras la desintegración del PP, algunos de sus actuales afiliados se integrasen en Vox?—La respuesta fue sencilla: --Porque Vox es un partido (porque así está legalizado)  donde se proclaman frases, no ideas;  que piensa más en el ego de sus dirigentes, que en ganar las batallas que los ciudadanos necesitan; que carecen de fe en si mismos, no tienen fe en el pueblo, y por eso, estos (el pueblo), “no le dan la razón”. Si el objetivo fuese el contrario, Vox –sin ningún tipo de excusas—se presentaría a las elecciones autonómicas en Cataluña. Los asombrados seguidores, han recordado el refranero español: --Para las cuestas arriba quiero mi burro, porque las cuestas abajo yo me las subo--. ¿Cuándo, más que ahora, necesitan los ciudadanos catalanes un partido constitucionalista? ¿Tan poca fé tiene Vox en sus mensajes que no los compartirán en ese territorio nacional?

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El temor a perder, ha colocado a Vox en el refranero: --rendirse es la forma más cobarde de aceptar tu propia derrota— Respecto a Cataluña, Vox ha aplicado la “derrota preventiva”. Eso es un hecho y lo demás pura retórica.

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Así gracias a la inoperancia de unos partidos políticos, y la falta de fe de otros, el “profeta” Iglesias está ejecutando su “Plan de Acción”, no para que los ciudadanos sean más felices, sino para alcanzar el poder “y no soltarlo”. Mientras tanto, nos quedará la reflexión de, Franklin Roosevelt: --Siempre se debe preferir la acción a la crítica--. ¡Pues eso!

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…He dicho!

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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso