*Por Ángel Rico
Que Zapatero es un inútil, es algo en lo que la mayoría de ciudadanos españoles (incluidos los miembros del PSOE) y algunos de la UE, coinciden. Desde Fernando VII, nunca se había concentrado tanta incompetencia en un solo gobernante, que se mantiene en su puesto gracias al apoyo del clan de palmeros, que necesitan de Zapatero para mantener sus actuales privilegios. Y, sufriendo las consecuencias de un desgobierno tan nefasto, es como transcurre la vida de los ciudadanos normales.
Una política basada en el tropiezo, tras el tropiezo, bajo la atenta mirada del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y Ángela Dorothea Merkel, que es quien más dinero pone para subsanar los destrozos resultantes del gobierno del PSOE. Otros gobernantes malos, al menos, tienen la decencia de dimitir, para que se convoquen elecciones generales, como ha hecho el primer ministro de Portugal, José Sócrates. El penúltimo gobernante socialista de la UE.
La última ocurrencia de Zapatero fue reunirse (ayer) con los principales empresarios del país para comentarles su “Plan de ayer” (hoy ya tendrá otro) para salvar la economía nacional, a los que, entre otras cosas, les dijo que “hay que prestar una especial atención a la política energética”, reconociendo que “no podemos decir que tengamos un horizonte para reducir o estabilizar el coste de la energía” al entender que “la política energética debería gozar del máximo consenso”. Argumentos que resultan increíbles en el presidente del gobierno, que mantiene el setenta y cinco por ciento de las fábricas de biodiesel cerradas, junto a tres millones y medio de hectáreas de barbecho improductivo (pero subvencionado), que sembradas de colza, podrían servir para fabricar biodiesel nacional. Garantizando en parte, la independencia energética nacional, con el equivalente a 1,7 millones de barriles de petróleo.
Como, en política energética, no hace lo que corresponde, Zapatero-Tomahawk, envía cuatro F-18, una fragata y un submarino a bombardear Libia, para que la principal compañía petrolera española y segunda extractora por volumen de petróleo en Libia, (Repsol) tenga garantizada su cuenta de resultados, vendiéndonos la gasolina y gasóleo, a los altísimos precios que conocemos. Se está participando en una guerra, para difuminar la incompetencia propia y pagar los favores debidos a los que, realmente, mandan.
Zapatero no tiene un criterio elaborado para la economía nacional, decide las cosas mientras se afeita por las mañanas. Y por ello obtiene los nefastos resultados que todos conocemos. Su inconstante y mudable política, apoyada en las presiones y chantajes, tanto de los sindicatos del régimen (CC.OO y UGT), como de los nacionalistas, catalanes, vascos y gallegos, a quienes el futuro general de España les importa bien poco, ha conseguido el resultado en la economía nacional que conocemos.
Los nuevos compromisos de Zapatero, son sencillamente una estupidez, que solo sirven para conseguir unos titulares de prensa que, en nada benefician a la economía general de los españoles. Mientras continúe con el enorme e improductivo gasto que suponen, las subvenciones a los sindicatos del régimen, a la gran patronal, a las organizaciones agrarias, al lobby gay, a la Alianza de Civilizaciones, al despilfarro identitario de los separatistas, cinco millones de parados, la elefantástica administración pública, etc. No se podrá cumplir “el saneamiento presupuestario” al que Zapatero se comprometió en el último Consejo Europeo.
Es paradójico que una de las empresas a las que convocó Zapatero a su moralizante reunión de maitines sabatina, --Telefónica--, trasladará su sede social fuera de España, para no pagar a la Hacienda Pública española 3.000 millones de euros al año, en concepto de IVA. Lo que no supone un ejemplo para los contribuyentes normales.
Sería de esperar que a los representantes de las empresas constructoras que asistieron a su convocatoria, les haya recordado la existencia de la Ley de Morosidad, que obliga a pagar los servicios en un plazo no superior a 60 días. Actualmente están pagando, con la complicidad del ministro José Blanco, los servicios que reciben a los 180 días. Lo que perjudica a la economía nacional. ¡En fin! Dios los cría y ellos se juntan.
Esta es la España que nos duele tanto y que dirige este gobernante incompetente, lleno de una prepotencia lamentable e innecesaria en la situación económica y social general. De los males creados, tendremos que ser los contribuyentes, quienes paguemos la factura. Por ello, tenemos el derecho a juzgar las políticas que penden sobre nuestras cabezas y, a criticar a aquellos que son los cómplices necesarios del empeoramiento de la crisis.
Es irónico que habiendo transcurrido 308 días que el Ministerio de Economía y Hacienda sigue, pese a su potencial impacto presupuestario, sin hacer nada en relación al inmenso fraude del IVA que le fue comunicado, ¡Dejando, la Hacienda Pública, de ingresar cientos de millones de euros! ahora quiera recaudar en la, hipotética, economía sumergida lo no recaudado por tan negligente actitud.
…He dicho!
Mientras tanto el petróleo, brent, se cotiza hoy a 116,11 dólares por barril y Repsol nos vende el gasóleo a 1,30 euros por litro. Para abaratar la energía, biodiesel nacional, sí. Y centrales nucleares, también.
*Es Presidente de GEA.
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