*Por Ángel Rico
“Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos, por hacer lo posible imposible” (Bertrand Russell)
Nos encontramos nuevamente inmersos en una (pre) campaña electoral, donde los políticos sedientos de votos, nos prometen todo lo que queramos oír, con tal de persuadirnos de que sus mentiras son verdad, para recibir a cambio los votos que les permitan situarse por encima de los votantes, y disponer de cuatro años más para hacer todo lo contrario que prometieron. Así es como funciona este sistema en España. Los mismos que con sus políticas empobrecieron al Pueblo, se presentan ante él, para decirles que han descubierto la fórmula para que funcione todo aquello que, en los pasados cuatro años, no funcionó.
Esta casta de mediocres, con mínimo bagaje de lectura, por el mero hecho de haber conseguido colocarse en una lista electoral, tienen la desfachatez de mirar a los electores, es decir, a los contribuyentes que les pagamos todas sus prebendas, con descaro y falta de humildad. La mayoría de quienes aspiran a nuestro valiosísimo voto, son tan ignorantes, que desconocen sus propias limitaciones a la hora de aprobar legislaciones que afectan a la libertad, vida y hacienda de nosotros, el Pueblo. Limitándose exclusivamente a aprobar lo que en cada momento dicte la superioridad. Aunque lo que se apruebe, sea contrario a los intereses generales de sus propios votantes, de lo cual tenemos numerosos ejemplos.
Luego entonces, los votantes tenemos el derecho a juzgar quienes son los merecedores del resultado del voto, tras nuestra meditación. Ahora es el momento de concluir que: “veintiocho años en el poder del mismo partido, debilita la capacidad de análisis de la realidad. Creyéndose que las cosas son como ellos, el Régimen, las ven, no como en realidad son”. Con tanto tiempo con sueldo oficial, se gana cortedad de alcance de miras y facilidad para el amiguismo, el fraude y el despotismo.
Es tan selecto ese “clan” que hay familias, cercanas a los dioses, donde el marido se presenta a una elección y la mujer a otra. Incluso hay candidatos-as que se presentan, al mismo tiempo, para ser elegidos a dos cargos diferentes. Si eso no es considerarse superiores al común de los mortales, que venga Dios y lo vea. “Pregunto a los poseídos de la pasión de acumular, de qué ventajas disfrutan que nosotros no tengamos” (Jean de la Fontaine)
Tenemos ejemplos tan chocantes, como que unos políticos que presumen de pacifismo a ultranza, y tomando el nombre de la paz en vano, permitieron que España vendiera a Libia “bombas de racimo” dando como resultado la muerte de numerosos civiles. O políticos que defienden el agua en su región, y votan a favor de derogar el mejor Plan Hidrológico que se aprobó en España, perjudicando con ello a todos, a cambio de garantizarse su puesto. Y políticos que nos obligan, a usted y a mi respetado lector, a viajar como máximo a 110 kilómetros por hora, y luego nos adelanta su comitiva oficial, a más de 150 kilómetros, porque han programado demasiados actos oficiales-electorales cada día. O que se les llena la boca de “hay que cumplir la ley” mientras justifican, vergonzosas cesiones a un grupo terrorista, como pago por el macabro y perverso favor de antaño. “En el templo del favor todo es grande menos las puertas: son tan bajas que hay que entrar arrastrándose” (Pierre Marc Levis)
Con todo lo anterior no quiero decir que “todos los políticos sean iguales”. Solo que, como dijo, Thomas Jefferson, “No compres nunca lo que te sea inútil bajo el pretexto de que es barato”. Los políticos inútiles nunca son baratos para el Pueblo, por eso nos corresponde diferenciar a los unos de los otros. Sobre todo si llevamos veintiocho años viendo aquellos que, para la mayoría, han sido perjudiciales.
En algunas regiones, como la mía, los políticos prometen “mantener las ayudas” para compensar la pobreza, en lugar de comprometerse a no necesitar más ayudas, por haber dejado de ser pobres. Esas dos opciones son las que tenemos por delante, la de conquistar el futuro, o la de conservar el pasado. Y para objetivos distintos, no sirven los mismos políticos.
En todos los niveles de la cosa pública, aparecen protagonistas impresentables, tenemos el ejemplo de Miguel Ángel Moratinos, nefasto Ministro de Exteriores, que ahora opta a ser elegido Director General de la FAO, comprometiéndose “a disminuir un 50% el hambre en el mundo”. Su campaña electoral por todo el planeta, ha sido sufragada por los contribuyentes españoles, algo que es indecente.
José María Barreda, promete “a sus paisanos” (es decir, a mi) que por fin, acabaremos “atando los perros con longaniza”. Y si para volver a ser elegido hiciera falta, prometerá “construir un puente incluso donde no hay río”. Ó mantenernos bajo el opio de la eterna subvención. De nosotros depende mirar al pasado ó al futuro, porque ahora somos los protagonistas.
…He dicho!
Mientras tanto el petróleo, brent, se cotiza hoy a 124,02 dólares por barril, el gasóleo lo pagamos a 1,328 euros por litro. Zapatero mantiene en España 3,5 millones de hectáreas de improductivo (pero subvencionado) barbecho, de las que en el territorio de Barreda, se encuentran más de un millón de hectáreas, record nacional. Y han transcurrido 328 días de la complicidad necesaria del Gobierno, con el inmenso fraude del IVA que se puso en su conocimiento y, pese a su potencial impacto presupuestario, sigue sin hacer nada para solucionarlo.
*Es Presidente de ADRIE
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