domingo, 5 de junio de 2011

Alemania nos puso frente a la realidad

*Por Ángel Rico

Una realidad que, si habíamos olvidado, hemos vuelto a recordar. La crisis del pepino, ha puesto de manifiesto que la economía nacional camina por un alambre muy endeble. La agricultura hortofrutícola española, está a la vanguardia europea, generando un 2,5% del PIB, gracias a la exportación de gran parte de la producción nacional.

Llegados a este punto, hay que recordar que la hortofruticultura española es importante por dos motivos íntimamente ligados, la experta producción y la comercialización exterior, algo que no podría hacerse sin la participación del Transporte. Solo el Transporte profesional garantiza la actividad exportadora del agro español, por lo que sería realmente estúpido, que se pusiese en riesgo el potencial exportador español, por no cuidar la parte que transforma en real el esfuerzo de las cooperativas de agricultores. Y esa realidad solo puede mantenerse con la profesionalización del Transporte para hacer llegar la producción a los mercados europeos, algo que esas cooperativas tan interesadas en que sus productos sean adquiridos por los consumidores europeos, solo pueden garantizarse con un Transporte tan profesional como la propia producción.

¿Las cooperativas lo están haciendo así? En realidad, no. Después de una gran inversión durante todo el proceso de cultivo, las agro-cooperativas ponen en riesgo la comercialización de las cosechas, por no querer pagar lo que realmente vale el Transporte de las frutas y verduras a Europa. Como los transportistas profesionales no aceptan realizar los portes a centro Europa, a los ridículos precios que pagan las cooperativas agrarias, acaban recurriendo (las cooperativas agrarias) a transportistas, rumanos, polacos o checos, que cobran unos precios muy inferiores a los recogidos en el “Observatorio de Costes” del Ministerio de Fomento.

¿Qué pensarían los productores de frutas y hortalizas españoles, si alguien pusiese en el mercado europeo unos productos, similares a los suyos, a un tercio del coste de producción? Respuesta evidente: --que algo en esos productos está mal--. Exactamente eso es lo que piensan los transportistas profesionales españoles, cuando comprueban que alguien hace un Transporte, a precios muy inferiores a la realidad de los costes.

¿Merece la pena, para las cooperativas hortofrutícolas españolas, poner en riesgo el mercado conseguido por no pagar los costes reales del Transporte? Si los milagros no existen, cuando en un viaje –ida y vuelta—a centro Europa, (las cooperativas agrarias) solo pagan el viaje cargado y por debajo de los costes recomendados por el Ministerio de Fomento ¿a nadie se le ha ocurrido pensar que algo –ilegal- tienen que hacer los camiones elegidos para cubrir costes? Las normas internacionales para el Transporte de mercancías son claras, las distancias y los descansos obligatorios, marcan la estrategia de la logística a aplicar y, no todos los países tienen sus carreteras acondicionadas para el Transporte. Partiendo de España, donde se da más importancia a las necesidades de los que realizan “el paso del Estrecho” con lugares perfectamente acondicionados para estas personas, que a las necesidades legales de descanso obligatorio de los camioneros; al resto de países donde es difícil encontrar lugares habilitados para el descanso. Solo Francia dispone de áreas acondicionadas cada 40 ó 50 kilómetros.

En una crisis tan grave como “la del pepino” (con 19 muertos y más de 2000 afectados en 12 países) todos los actores implicados en el asunto tratarán de echarle la culpa a otro. –Así actúan siempre las compañías de seguros--. Y en ese “otro” se incluye la calidad del Transporte desde España a los países implicados. Cualquier posible anormalidad en ese agro-transporte, con participación de camiones poco recomendables, que transportan frutas y hortalizas por debajo del coste y que, por tanto, tienen que transportar lo que sea cuando vuelven a cargar, poniendo en grave riesgo toda la cadena agroexportadora.
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Que la calidad de los productos hortofrutícolas españoles, es excelente, nadie lo pone en duda. Pero, que cuando esos productos excelentes, llegan a los mercados europeos, en algunos casos, no superarían una inspección rutinaria, también es una realidad que no habría que olvidar, porque está ahí.

Cuando el bacteriólogo alemán, Theodore von Escherich, descubrió la bacteria (Escherichia colí) no imaginaba que la E.coli, iba a ponernos frente a una crisis de intereses con Alemania, similar a la de los conflictos con Flandes (1568-1648)

Porque, “lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible”. Y resulta inverosímil transportar frutas y hortalizas a centro Europa, a unos precios muy por debajo de la suma de los costes fijos que tienen los camioneros.

¿Qué hace falta para que los responsables de logística de las cooperativas agrarias se den cuenta que, con esa política de pagar por debajo de los costes reales del Transporte, tienen una bomba de relojería que les puede hundir el negocio en cualquier momento? Ser líderes europeos en la producción hortofrutícola no es suficiente, si ese liderazgo no se demuestra con un Transporte de calidad hasta el destino. Y la calidad se paga.

…He dicho!

Mientras las cooperativas agrarias pagan el Transporte de sus mercancías por debajo de los costes recomendados por el Ministerio de Fomento, el gasóleo hay que pagarlo a 1,29 euros por litro, porque hoy el petróleo brent, se cotiza a 116,25 dólares por barril, mientras el incompetente gobierno de España, mantiene más de 3,5 millones de hectáreas de, improductivo, pero subvencionado, barbecho, el 75% de las fábricas de biodiesel cerradas y 5 millones de parados.



*Es Presidente del Grupo de Empresas Agrarias (GEA)

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