jueves, 9 de junio de 2011

España, las ministras de cuota, el pepino y los intereses

*Por Ángel Rico

La crisis del pepino (Cucumis sativus), en particular y de la horticultura en general, que está atravesando el sector agrario español, tiene como defensoras de oficio, por una parte, a la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar Rivero y, por otra parte, a la Ministra de Sanidad, Leire Pajín. En un país normal, solo habría que preocuparse de la propia crisis, pero en España donde estas dos ministras, no están en el Gobierno de España por su valía personal, sino para completar la cuota femenina correspondiente, además hay que estar preocupados por las gestiones de las ministras que pueden acabar empeorando la situación de partida. A la Ministra del agro, no se le ha visto mucho interés por defender el pepino español (Cucumis sativus) y, a la Ministra de la salud, no se le conoce preparación técnica suficiente para defender, in voce, la seguridad alimentaria nacional dentro, ni fuera de España.

Decían los clásicos que: “Lo que es previsible que ocurra, acabará ocurriendo” y en el caso que nos ocupa acabó manifestándose la notoria incompetencia de estas dos representantes del Gobierno de España, la primera más preocupada en conjuntar el color de sus gafas con la indumentaria que viste cada día. La segunda, repitiendo como un papagayo varias frases aprendidas sobre “la diligencia del gobierno en relación a la crisis pepinera”. Obviamente, por los resultados se evalúa la diligencia gubernamental.

Ahora el debate ha derivado a si las ayudas que podrían recibir los agricultores, son o no suficientes, cuando lo que habría que haber hecho, ipso facto, era cortar de raíz la información proveniente de Alemania que tanto ha perjudicado a la economía nacional. Pero claro, no es imaginable un debate dialéctico de Ángela Merkel, con las dos espadachinas gubernamentales españolas encargadas del agro y la salud. Por tanto ahora “ajo y agua”.

Otra ministra de cuota, es la de Asuntos Exteriores y Cooperación, que tampoco ha mostrado mucho interés en defender el pepino nacional. Ante esta importante crisis económica, no se personó en Bruselas para dejar las cosas claras en relación a la seguridad alimentaria de nuestras hortalizas, prefirió viajar a Libia, para reunirse en Bengasi con “el Consejo Nacional de Transición” que es un grupo de políticos libios, que estuvieron con Muamar Gadafi, hasta antes de ayer, y ahora reivindican ayudas para liberar al pueblo libio de la dictadura y poder ocuparse (ellos) de la Libia del futuro. Lo que resulta paradójico para las personas medianamente leídas, que los mismos que permitieron al régimen de Gadafi, actuar como un sátrapa, son los que ahora dicen que harán lo contrario y para ello piden ayuda.

Resulta asombroso que, la ministra les dé el rango de interlocutores oficiales del pueblo libio, a un grupo que nadie ha elegido para representar a la totalidad de ese pueblo, que en el pasado fueron tan déspotas como el líder al que seguían y, donde hoy, al menos el 50% de los casi siete millones de libios, están (incomprensiblemente) a favor del sátrapa Gadafi. ¿Qué tienen estos sátrapas amigos de Trinidad Jiménez que no tengan los sátrapas gadafianos? El gobierno de España reconoció al Consejo Nacional de Libia (CNL), formado por los insurrectos libios, como único órgano legítimo del poder en el país, según declaraciones de la Ministra de Relaciones Exteriores de España. ¿Quién le ha otorgado a Trinidad Jiménez la capacidad de conferir legitimidades o no a unos ahora insurrectos, otrora sátrapas? Tan malos son los unos como los otros.

Y si estábamos pocos, otra cuota gubernamental femenina, la Ministra de Defensa, Carme Chacón, solicitará al Consejo de Ministros de mañana, “una prórroga indefinida de contribución de España a la misión de la OTAN en Libia Y usted, respetado lector, se preguntará ¿Qué necesidad tiene España de estar en Libia, en una misión militar de guerra, que tiene un coste económico alto? Evidentemente, no la de una misión humanitaria, para construir puentes, escuelas u hospitales. Esta es una misión de policía aérea, para permitir que la petrolera allí instalada tenga garantizada su rentable actividad de extracción de crudo, hasta ahora lo hacía con el mandato de Gadafi, y posiblemente en el futuro, con el mandato de los insurgentes amigos de Trinidad Jiménez. ¿Qué a quién estamos protegiendo con nuestros F18, nuestras fragatas y submarinos? Respuesta: Los intereses de Repsol.

Se sea de cuota o no, para este gobierno es más importante los intereses de Repsol, que los intereses de los agricultores españoles perjudicados por la crisis del pepino. Utilizar el término “prudencia” para justificar la sonrojante inactividad, ante los perjuicios directos ocasionados por Alemania, mientras se viaja a Libia para reunirse con unos sátrapas, a quienes garantizar el apoyo español para que puedan, con la legitimidad que les otorgó el gobierno de España, explotar, a corto plazo, a un pueblo (el libio) a quien se está utilizando, como excusa necesaria, para garantizar los descarados intereses de quienes, llueva, haga calor, se bombardee los intereses de Gadafí o viceversa, siguen a su “tole-tole” extrayendo petróleo todos los días. Es decir: Repsol.

…He dicho!

Mientras tanto el petróleo brent, se cotiza hoy a 119,06 dólares por barril, y el gasóleo lo pagamos a 1,273 euros por litro. Mientras tanto el 80% de las fábricas de biodiesel están cerradas, y se mantienen más de 3,5 millones de hectáreas de improductivo, pero subvencionado, barbecho. ¡Pero quien manda, manda!


*Es Presidente del GEA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario