*Por Ángel Rico
Le tengo que confesar a usted, respetado lector, que me preocupa que la encuesta del CIS que se ha hecho pública hoy, coincida con la sensación que un servidor tiene de lo que pueda ocurrir en mi provincia, Ciudad Real. Sensación que, como ustedes han podido comprobar, me he permitido la libertad de ir escribiendo en estas páginas.
Durante los días de campaña electoral yo haré lo que hice siempre, estudiaré los programas electorales de los distintos partidos políticos que se presentan por Ciudad Real, para decidir mi voto y hacer el proselitismo posible en mi círculo personal y profesional.
Ya dije que no votaría a UPyD, porque no me gusta el, estalinista, espíritu de la colmena que domina ese partido, donde todos trabajan para la reina. Aún así he analizado “las 12 propuestas” y estoy de acuerdo en los puntos de su programa electoral que aboga por devolver al Estado las competencias en Educación y Sanidad, además de la supresión de las diputaciones provinciales y fusión de ayuntamientos. Hace falta tener una fuerza moral, que UPyD no tiene, para sugerir “Mejorar la participación ciudadana y el control de la política” porque la Democracia se demuestra aplicándola en la práctica interior del partido, no solo en la teoría política de los programas. No estoy de acuerdo en aumentar el número de diputados del Congreso hasta 400, (actualmente el Congreso lo forman 350 diputados). Conocido el funcionamiento de los diputados, me inclino por disminuir el número al mínimo recogido en la Constitución, es decir 300.
Otro partido político que aspira a mi voto es: Equo, por ello me he leído las 56 páginas de su programa electoral y llego a la conclusión que, utilizan el ecoalarmismo como: --un juguete con el que solo pueden jugar los niños ricos--. La suma de falacias que esgrimen, solo sirven para justificar su existencia pero, modestia aparte, nosotros con nuestro proyecto “agricultura, biodiésel y transporte” hemos hecho más por el medio ambiente y los objetivos de Kioto que toda la sucesión de retórica ecologista, con su lenguaje aparatoso y equívoco. Estoy en contra del cierre de las centrales nucleares, porque defiendo una energía limpia, segura y barata, para toda la ciudadanía. En Equo, se quedan en la defensa del “automóvil eléctrico” sin plantearse que quien más combustible fósil consume en España es el Transporte por carretera, y los camiones y autobuses solo pueden utilizar el biodiésel, como combustible habitual. Y este partido no puede arrogarse la representatividad de quienes queremos un mundo posible, real y pagable. No contarán con mi voto.
En relación al Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, tras leerme las 24 páginas de su programa electoral, sencillamente no les restaré tiempo con mi opinión. Es un partido que no merece ni el tiempo que le hemos dedicado a leerlo y mucho menos mi voto.
En relación al partido, Escaños en Blanco, y aunque José Cornelio Samper, candidato al Senado, me merece un enorme respeto, creo que presentarse por este partido es el recurso de los perdedores. Y durante la legislatura entrante, no tendrá argumentos para criticar o defender, lo que haga el próximo gobierno. Es como autoexiliarse políticamente. Buen viaje.
Yo que trabajé, como asesor agrario de 1980 a 1983, para la UCD de Suárez, tengo que decir que me parece lamentable el programa de, Ciudadanos de Centro Democrático (CCD), de la lectura de las 29 páginas de su programa electoral, uno se llena de melancolía. Para presentar un partido político con el apellido “Centro” es necesario haber leído más de Historia contemporánea y empaparse de los movimientos políticos que se hicieron en el pasado. ¡Conmigo –así—no se puede!
…He dicho!
*Es miembro de FAPE
Le tengo que confesar a usted, respetado lector, que me preocupa que la encuesta del CIS que se ha hecho pública hoy, coincida con la sensación que un servidor tiene de lo que pueda ocurrir en mi provincia, Ciudad Real. Sensación que, como ustedes han podido comprobar, me he permitido la libertad de ir escribiendo en estas páginas.
Durante los días de campaña electoral yo haré lo que hice siempre, estudiaré los programas electorales de los distintos partidos políticos que se presentan por Ciudad Real, para decidir mi voto y hacer el proselitismo posible en mi círculo personal y profesional.
Ya dije que no votaría a UPyD, porque no me gusta el, estalinista, espíritu de la colmena que domina ese partido, donde todos trabajan para la reina. Aún así he analizado “las 12 propuestas” y estoy de acuerdo en los puntos de su programa electoral que aboga por devolver al Estado las competencias en Educación y Sanidad, además de la supresión de las diputaciones provinciales y fusión de ayuntamientos. Hace falta tener una fuerza moral, que UPyD no tiene, para sugerir “Mejorar la participación ciudadana y el control de la política” porque la Democracia se demuestra aplicándola en la práctica interior del partido, no solo en la teoría política de los programas. No estoy de acuerdo en aumentar el número de diputados del Congreso hasta 400, (actualmente el Congreso lo forman 350 diputados). Conocido el funcionamiento de los diputados, me inclino por disminuir el número al mínimo recogido en la Constitución, es decir 300.
Otro partido político que aspira a mi voto es: Equo, por ello me he leído las 56 páginas de su programa electoral y llego a la conclusión que, utilizan el ecoalarmismo como: --un juguete con el que solo pueden jugar los niños ricos--. La suma de falacias que esgrimen, solo sirven para justificar su existencia pero, modestia aparte, nosotros con nuestro proyecto “agricultura, biodiésel y transporte” hemos hecho más por el medio ambiente y los objetivos de Kioto que toda la sucesión de retórica ecologista, con su lenguaje aparatoso y equívoco. Estoy en contra del cierre de las centrales nucleares, porque defiendo una energía limpia, segura y barata, para toda la ciudadanía. En Equo, se quedan en la defensa del “automóvil eléctrico” sin plantearse que quien más combustible fósil consume en España es el Transporte por carretera, y los camiones y autobuses solo pueden utilizar el biodiésel, como combustible habitual. Y este partido no puede arrogarse la representatividad de quienes queremos un mundo posible, real y pagable. No contarán con mi voto.
En relación al Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, tras leerme las 24 páginas de su programa electoral, sencillamente no les restaré tiempo con mi opinión. Es un partido que no merece ni el tiempo que le hemos dedicado a leerlo y mucho menos mi voto.
En relación al partido, Escaños en Blanco, y aunque José Cornelio Samper, candidato al Senado, me merece un enorme respeto, creo que presentarse por este partido es el recurso de los perdedores. Y durante la legislatura entrante, no tendrá argumentos para criticar o defender, lo que haga el próximo gobierno. Es como autoexiliarse políticamente. Buen viaje.
Yo que trabajé, como asesor agrario de 1980 a 1983, para la UCD de Suárez, tengo que decir que me parece lamentable el programa de, Ciudadanos de Centro Democrático (CCD), de la lectura de las 29 páginas de su programa electoral, uno se llena de melancolía. Para presentar un partido político con el apellido “Centro” es necesario haber leído más de Historia contemporánea y empaparse de los movimientos políticos que se hicieron en el pasado. ¡Conmigo –así—no se puede!
…He dicho!
*Es miembro de FAPE
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