*Por Ángel Rico
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Señoría:
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Esta misiva está motivada por la sucesión de declaraciones efectuadas por
usted en la presente legislatura y que, por ser tan contrarias a lo que es
preceptivo en un Estado de Derecho, me veo en la obligación de,
hacer uso del artículo 20 de la Constitución, que habla de los
derechos: --A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones
mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción—y
transmitirle, con el debido respeto, las siguientes consideraciones.
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Primero.- Usted, de acuerdo con la referida
Constitución, en su artículo 66.1. --Las Cortes
Generales representan al pueblo español y están formadas por el
Congreso de los Diputados y el Senado--. Ergo, usted,
teóricamente, representa a un servidor y con su actitud hace que sienta
verdadera vergüenza de ser representado por usted.
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Segundo.- Declaraciones como: --“Retar al Gobierno a
suspender la autonomía catalana si tiene valor”; y “Si quieren conflicto, lo
tendrán”—Ponen de manifiesto que usted no se ha leído la
Constitución, que le permite, por una parte, representarme y,
por otra, recibir un estipendio mensual de los contribuyentes españoles. Además
de tarjeta AVE e Iberia, gratis total, para sus desplazamientos. Cuando usted
“reta al Gobierno” me está retando a mi.
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Tercero.- Su mediocridad como representante, queda de
manifiesto en las preguntas que, en la presente legislatura, ha presentado
usted, al Gobierno de España. De las 253 preguntas presentadas,
el 54% (137) están referidas a “la Corona y/o el Jefe
del Estado”; y el 26% de todas ellas (65) no fueron admitidas a
trámite. Lo que pone de manifiesto, su fijación con el Jefe de un
Estado que usted no considera suyo. Y también, que a usted le
cuesta aprender como funciona el Congreso, de ahí que una de
cada cuatro de sus preguntas no sean admitidas a trámite.
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Cuarto.- Es triste pensar que de todas las personas válidas
que hay en España, tenga que ser usted, --precisamente usted--
quién represente (y cobre por ello) a unos ciudadanos españoles que no
quieren ser representados por alguien tan mediocre como usted, y no solo por su
manifiesta dificultad para ubicar el sujeto, verbo y predicado en cada una de
sus arengas políticas; eso, cuando según lo que aparece en su currículo del
Congreso usted, es: -- Catedrático de Secundaria de la
Generalitat de Catalunya, en situación de
servicios especiales— sino, porque además, tiene una preocupante querencia
a saltarse las leyes y el ordenamiento jurídico establecido.
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Quinto.- Saltarse el Estado de Derecho, es
una ilegalidad que tiene consecuencias, algo que , debiera conocer, con el
histórico precedente:--del 6 de octubre de 1934, tras la aparición del
Presidente Companys en el balcón del histórico salón de San
Jorge, siendo saludado con entusiastas aplausos y vivas a la libertad de
Cataluña, y la reacción del Gobierno de la
República de entonces, mediante el comandante militar de
Barcelona, general Domingo Batet Mestres--,
con la “Declaración de Guerra” que correspondía de acuerdo con la
legislación del momento.
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Sexto.- Señoría, me permito sugerirle la lectura del
discurso de José Ortega y Gasset, el 13 de mayo de 1932, en la
Cortes, en relación al Estatuto de Cataluña, porque la
filosofía que se desprende del mismo, sigue estando vigente hoy. A diferencia de
entonces, hoy sabemos que la defensa de la legalidad no solo corresponde al
Gobierno de España, sino que debe ser exigible al
Gobierno, por parte de los ciudadanos de todo el territorio. Es
decir, sus propuestas contra el Estado de Derecho, me obligan a
defender el Derecho en el Estado, que asegure el imperio de la
ley como expresión de la voluntad popular de los españoles. Cada vez que usted
traspase la legalidad me tendrá enfrente, para denunciarle, y recordarle que
–la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes
del Estado--.
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Séptimo.- La paradoja está en que los ciudadanos normales,
dentro de la ley, tenemos mas fuerza moral que los, desleales diputados, como
usted, actuando en la ilegalidad. Cada vez que usted pronuncie un exabrupto,
contra la Constitución, las leyes y el Gobierno legalmente
establecido, me tendrá enfrente, para afearle la conducta, y recriminarle como
político, como representante y, por lo que estamos viendo, como parlamentario
que en sus parlamentos le cuesta hilar el sujeto, con el verbo y este con el
predicado.
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Por todo lo anterior y perteneciendo usted a diez (10) comisiones del
Congreso, --a pesar que ERC es tan
insignificante que no le da derecho a grupo parlamentario propio--, me permito
recordarle que el mínimo exigible es que cumpla la
Constitución, que usted prometió cumplir
cuando accedió al puesto de diputado en el Congreso. De no
hacerlo, estará justificado que España, las leyes y, un
servidor, se lo demandemos.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano
Luso
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