Hay que conocer el público objetivo (I) “Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error”

*Por Ángel  Rico

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La Historia del comercio, --esa actividad socioeconómica basada en el intercambio de bienes o servicios, por otros bienes, otros servicios, dinero o (en política) votos—deja claro que quienes pretendan participar en esa actividad (de trueque) tienen que conocer las características de sus productos para, diferenciándolo del resto, definir “su público objetivo”. Es conocido que, últimamente, están proliferando los comercios especializados en “tallas grandes”; así aquellos potenciales compradores de ropa con tallas superiores a las 4XL, saben dónde dirigirse para no perder el tiempo. De esta forma los comerciantes que, sin complejos, instalan sus establecimientos “para necesidades grandes” entre las tiendas “fashion para gente estilizada” tienen óptimos resultados comerciales.

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¡Ojo! Tienen éxito aquellos comerciantes de “tallas grandes” que se centran (sin complejos) en su, verdadero, público objetivo. Aquellos otros retraídos que, vendiendo principalmente, este tipo de vestuario, colocan en sus escaparates publicidad con fotos de hombres y/o mujeres, súper estilizadas, acaban consiguiendo que, en esos establecimientos, ni entren a comprar quienes necesitan tallas 4XL, ni las personas, súper estilizadas, que no entrarán nunca a este tipo de establecimientos para gente grande.

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Algo similar, le está ocurriendo al partido Ciudadanos, que hizo creer que venía para satisfacer las necesidades de un concreto “público objetivo” –que se sentía abandonado, tanto, por el PP como por el PSOE—y, en la actualidad, como al comerciantes de “tallas grandes” que se acompleja de lo que vende, pretende atraer a todo tipo de electores, dando la razón a, Rick Warren: --No conozco todas las claves del éxito, pero una clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo-- ¡He aquí, (salvo mejor opinión) el Ciudadanos del momento!

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La pérdida, por parte del partido naranja, de 286.697 votos, en las generales de 2016 (13,05%), respecto de las generales de 2015 (13,93%), son razones suficientes para preguntarse: --¿por qué?--.  Porque si cada décima de apoyo perdida, se traduce en 25.200 seguidores menos; décima a décima, irán caminando hasta la irrelevancia total. –Si no se cambia el rumbo de forma inmediata, se corre el riesgo de no superar las dos docenas de diputados en las próximas elecciones-- Ese hecho, indiscutible, se lo tienen que hacer mirar en la cúpula del satisfechísimo partido Ciudadanos; para que los potenciales electores sepan a qué atenerse en las próximas elecciones. Porque muchos ciudadanos civiles, no saben qué opinan las mentes pensantes de este partido, por ejemplo, en lo referido con: --El trasvase Tajo-Segura; o los nuevos viñedos en Castilla-La Mancha; o en el trato de la legislación vigente a los autónomos del transporte de mercancías por carretera; o en relación a la Seguridad Energética Nacional; o a la, inacabada,  autovía Valencia-Puertollano-Mérida-Lisboa; o a los objetivos, vinculantes, de España, de  los acuerdos de la COP21 en París, sobre el clima,  etc.—Y, sobre todo, no se conoce cómo pretenden ayudar a que se concreten aquellos asuntos con los que puedan  estar a favor, o en contra.

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Y, algo de razón puede tener el presente “Off the record” cuando personas que fueron en el inmediato pasado, (ya no) miembros (fundadores) de Ciudadanos, están promocionando, en este momento,  –entre ex UPyDs, y ex C’s—la iniciativa “Centro Izquierda Nacional” con el manifiesto “La España que nos une” donde se definen sus –13 principios y 13 objetivos políticos--.  Si estuviese claro, entre propios y ajenos, que Ciudadanos tiene claro cuál es su público objetivo, sería una pérdida de tiempo pretender captar votos en un espectro político, protagonizado por quienes imitando la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) --²⁵ por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo / ²⁶ Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. / ²⁸ Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos— (Sic). Esa realidad, dejación a dejación, se está materializando en el, menguante, electorado potencial de Ciudadanos. ¿Lo pilláis?

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Llegados a este punto, en el departamento de control de calidad, (suponiendo que exista) deberían tener presente aquello de: --Es mejor que “les hieran” con la verdad, que “matarles” con la mentira--; porque quienes están en el teatro político, con la presunción de no llegar, a corto plazo, a convertirse en mayoría política absoluta para gobernar; deberían mentalizarse para que su actuación “sea palanca” para convertir en realidad esta o aquella modificación estructural, que los ciudadanos civiles, reivindican.

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El protagonismo de un partido que gestione la parte central del espectro político, es hoy más necesario que nunca; remitiéndome a la realidad del Partido Popular, arrastrándose para conseguir los 5 votos del PNV, y los 2 (1+1) de los diputados minoritarios canarios, para que los presupuestos generales del Estado puedan ser aprobados. Al mismo tiempo que el Gobierno (minoritario) de Castilla-La Mancha, ha sido dejado en la estacada por los dos diputados de Podemos (repásese la fábula del escorpión y la rana). En un país con más talla en la política, García-Page, Presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, habría solicitado una reunión con Rajoy, Presidente del Gobierno del Estado,  para transar “siete abstenciones de diputados socialistas de Castilla-La Mancha, en la aprobación de los presupuestos del Estado, a cambio de siete abstenciones de diputados del PP en la aprobación de presupuestos en las Cortes de Castilla-La Mancha”.  Un partido central, constitucionalista, y con visión de Estado, es necesario en la política central y en las diferentes comunidades autónomas. Por lo que procede que: --aquel partido político que aspire a protagonizar esa responsabilidad, manifieste que tiene capacidad para hacerlo y, por tanto, debe aspirar a la confianza de los votantes desencantados con (este) PP y (este) PSOE.

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Por mi parte, soy consciente, como dijo Lord Byron, que: --La consecuencia de no pertenecer a ningún partido político, será que (con mis observaciones)  los molestaré a todos—Por tanto, la próxima semana hablaremos del gobierno y en “cómo recuperar la confianza perdida en los políticos” (II)

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…He dicho!

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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso