*Por
Ángel Rico
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Le contaré a usted, respetado lector,
que un servidor colabora con varias organizaciones no gubernamentales sin ánimo
de lucro, que tienen entre sus objetivos: --la ayuda a los sectores más
débiles, la formación, la defensa del
medio ambiente, el desarrollo rural y la obtención de energías renovables--.
Cuando hemos recurrido al “sistema” para realizar programas de formación, nos
hemos encontrado que los asociados de estas ONGs no tienen derecho a formación
porque en España, lo referido a
formar a los trabajadores corresponde en
exclusiva a la “Fundación Tripartita”, es
decir: --si no se pertenece a la patronal del régimen “CEOE”,
o a los sindicatos del régimen “CC.OO –
UGT” no se tiene derecho a formar a los asociados propios.
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Cuando, para formar a trabajadores del
sector agrario y poder desarrollar proyectos innovadores, creadores de empleo,
buenos para el medio ambiente y participantes en la Seguridad Energética Nacional, se llama a la puerta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente, nos encontramos con: --La Ley que regula los órganos
consultivos del Estado en el ámbito
agroalimentario y de determinación de las bases de representación de las
organizaciones profesionales agrarias--. Y que en resumen permite, de facto,
que: --los de siempre sean los únicos beneficiados por los ayudas para la
formación y funcionamiento organizativo--.
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Para que usted, respetado lector, lo
entienda, el asunto es similar al que ocurriría en su ayuntamiento si los
partidos elegidos en las últimas elecciones llegasen al acuerdo de que “aceptan
esa representación indefinidamente, y están de acuerdo que siga siendo así por
los siglos de los siglos y, por tanto, no hay por qué volver a realizar
elecciones nunca más”. Así funciona la representatividad del sector agrario
español. –Los que están, llegaron al acuerdo de que la proporcionalidad de la
representatividad agraria siga siendo como es y, las ayudas, derivadas de esa
proporcionalidad, sigan siendo las que son, porque más vale lo conocido que lo
que –con nuevas elecciones-- se podría conocer--.
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Estas absurdeces del sistema, ocurren
también con la representatividad del sector del Transporte, en el Ministerio
de Fomento, y los representantes de la sociedad en la Comisión Nacional de la Energía y la representatividad de los trabajadores autónomos. Por tanto, no
es de sorprender que el resultado de un sistema que huele a podrido, nos ofrezca unos datos de
desempleados, según la EPA, de seis
millones de personas, y desde el Gobierno
de España y de las CC.AA se siga tocando el violón.
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Mientras que no hay ayudas para la
formación profesional, sorprende que los burócratas
castellano-manchegos aplicando como único fin político, la necesidad de
ahorrar y, por tanto, no se implican en ningún proyecto emprendedor, aunque el
proyecto suponga una importante creación de empleo, porque habría que aportar
ayudas para la formación, mientras que los mismos burócratas mantienen con
dinero de los contribuyentes --la televisión regional que tuvo, en 2011, un
coste de 52 millones de euros, ingresando por publicidad solo 2,7 millones--.
(El 5% del coste total)
.
Llegados a este punto, los afectados
deben hacer algo más que hundirse en la melancolía y el desespero. El imperfecto
sistema solo podrá renovarse desde el mismo sistema. Tenemos la necesidad de
hacer que trabajen, los que hasta ahora,
han aportado poco para que empecemos a percibir las mejoras, es decir, los
políticos en los diferentes niveles y responsabilidades.
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No es bueno, permanecer en la inopia
política, delegando la solución a nuestros problemas en: --“indignados sin
formación”, en “sindicatos paniaguados”, en “antisistema inviables” ó en “partidos políticos
clandestinos”--. ¿Cómo hacerlo? Respuesta:--Transmitiendo nuestros proyectos e
inquietudes a los parlamentarios más cercanos--. Porque eso es el
parlamentarismo, y aquellos parlamentarios que ofrezcan soluciones a nuestras
sugerencias, contarán con nuestro voto, y aquellos (la mayoría) que opten por
la indiferencia, contarán con nuestro desprecio y nuestra denuncia. La política
no es mala, solo los malos políticos lo son.
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Cuando el artículo 1.3 de la Constitución Española indica que: --La
forma política del Estado español es
la Monarquía parlamentaria—Nos está diciendo que la aprobación de leyes nuevas
que sean necesarias, o el cambio de las existentes, solo puede hacerse mediante el parlamentarismo
en las Cortes Españolas. Y el parlamentarismo
es: --El sistema político en que el poder legislativo está confiado al
Parlamento y ante el cual es responsable el gobierno--. Es decir, a los
ciudadanos y sus organizaciones, nos toca negociar, presionar, convencer al Gobierno de España, a los gobiernos
regionales y a los parlamentarios de nuestra provincia, de que se impliquen en
la solución de los problemas, porque de no hacerlo, les denunciaremos como
parte del problema. Manifestaciones a la griega en la calle, solo conseguirán
perjudicar a ciudadanos que no tienen culpa, perder nuestro tiempo y la
credibilidad de nuestras razones.
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A los colectivos y partidos políticos
vociferantes en la calle, pero que no son capaces de reflejar en un documento
escrito sus propuestas a los problemas, con correcta utilización de sujeto,
verbo y predicado, hay que decirles, que su papel pseudo revolucionario, ahora
no toca. En Democracia, solo la Democracia es el camino. Pretender
utilizar la fuerza contra el sistema, es no darse cuenta que el sistema es más
fuerte que nosotros. Es tiempo de “la fuerza de la razón” más que de “la razón
de la fuerza”. Conclusión a la que llegaremos con la huelga general de mañana,
día 14. Quienes han dejado a España
en la bancarrota, carecen de fuerza moral para proponer las soluciones.
.
…He
dicho!
.
*Es
Presidente de GEA&GEA
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