sábado, 3 de febrero de 2024

Pongamos que hablo de Ciudad Real

(*) Por Ángel Rico Escribano

Le contaré a usted, respetado lector, que Ciudad Real capital cuenta con una autoridad (1) nacional; que también es autoridad (2) en el ayuntamiento capitalino, al ser  responsable de la Policía Local, pero desconoce que si la autoridad (3) no sirve para resolver los problemas de los vecinos, esa atribución se convierte en una pérdida de tiempo y, de facto, de rango evidente.

La  falta de indicación  directa por  la mencionada  autoridad (4)  a la Policía Local del  control de lo que  cada día va  más en aumento por las  calles  de   Ciudad Real, a  saber: --que  los vehículos  a  pedales (bicicletas),   patinetes   y   motoretas    se   prodigan  en  su,   ilegal, circulación  por  las  aceras,  con  el  consiguiente  peligro  para  los peatones en general, y para las personas mayores, en particular--. 

El “descontrol-descontrolado” de las bicicletas están demostrando que es cierto  la “teoría de la ventana rota” que como es sabido: -Lo que dice la referida  Teoría   es simple: si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué? Porque se está transmitiendo el mensaje: aquí nadie cuida de esto, esto está abandonado. Pues lo mismo ocurre con la permisividad de la autoridad (5) de la circulación de las bicicletas y patinetes por las aceras. El desconocimiento de la Ley no exime de su complimiento, y el Tribunal Supremo ha sentenciado en varios casos que “los vehículos a pedales no pueden circular por las aceras ni por los espacios peatonales”.

Pues esa negligencia de la mencionada autoridad (6) está provocando numerosos casos de personas mayores accidentadas que se han visto implicadas en caídas al tener que apartarse de forma brusca para no chocar con los vehículos a pedales que circulaban por la acera. Un servidor, ha sido testigo de tres caídas de señoras para evitar un choque, en dos casos con bicicletas, y en otro caso por un patinete. Al afearles a los incumplidores su conducta, en lugar de aceptar su anomalía se ríen diciendo: “qui-que no puedo ir por la acera, mira si puedo ir que estoy yendo”.

 Supongo que no será necesario que los agentes de la Policía Local de Ciudad Real, tengan que hacer cursos de especialización en la academia del MI5, (Security Service en Thames House) para controlar a los incumplidores, que al saber que la municipal autoridad (7) no ha ordenado de forma explícita el control de este hecho; de acuerdo, con “el síndrome de la ventana rota” cada día aumentan más los incumplimientos. Si las calles de entrada a la ciudad, desde la Ronda, cuentan con cámaras, es perfectamente posible detectar y controlar a los incumplidores. En la mayoría de los casos, son habituales: Desde el señor con gorra, gafas y frontal de color rojo en la bici,  que rebusca metales en la basura, y que de 09h30 a 10h30, todos los días, circula por las aceras de las calles que desde Pío XII bajan a la Ronda y que se rebela y responde de malas formas,  cuando se le dice que “una señora ha tenido que bajar de la acera a la calzada para dejarle paso a su circular por la acera de forma ilegal”.

Soy de la opinión que “una vez es casualidad, dos veces es coincidencia, tres o más veces es un patrón”. Por lo que debo concluir que la circulación de bicicletas por las aceras, contraria a la Ley de Tráfico, se ha convertido en un patrón inadmisible que solo es posible con la, presumible, anuencia de la autoridad (8) municipal.

Esperemos que no ocurra ningún accidente grave, provocado por este tipo de personas que saben que “la autoridad (9) no dará la orden de que se vigile, denuncie y sancione diariamente, al menos, a veinte ciclistas al día durante dos semanas”. Porque ¿Quién sería el responsable civil subsidiario en ese supuesto?. De hacerse, lo que no se quiere hacer, se correría la voz entre los ciclistas y se acabaría resolviendo un problema que, desde la autoridad (10), no se quiere ver. Porque para resolver un problema, lo primero que hace falta es admitir que el problema (cualquier problema) existe.

¿Cuánto es la multa por ir en bici por la acera? – desde  la Dirección General de Tráfico se estipula que la multa ascenderá a una cuantía económica de 200 euros, aunque es preciso indicar que esta sanción puede elevarse según lo indicado en ordenanza municipal de cada municipio en cuestión de tráfico y seguridad vial. Varias sentencias del Tribunal Supremo indican que “los apartados 55 y 56 del Anexo I de la Ley de Tráfico, relativos a las categorías de 'acera' y 'zona peatonal', no dejan lugar a ninguna duda sobre el destino exclusivo de esos espacios para los peatones. Y a partir de este punto, huelga cualquier discusión sobre la eventual utilización compartida de un mismo espacio por peatones y ciclistas, pues se trata de algo legalmente no permitido".

¿Les he dicho que Ciudad Real cuenta con una autoridad (11) nacional? Pues esperemos que dicha autoridad (12) sirva para algo más que para hacerse fotografías y repetir que es una autoridad (13). Porque si los vecinos no tienen un resultado concreto de la misma se demostrará como cierto aquello de: --El exceso de severidad produce odio, como el exceso de indulgencia debilita la autoridad (14)—Quedamos a la espera de los resultados, en una ciudad que aspira a estar a la vanguardia de la modernidad del siglo XXI.

Allá donde se cruzan los caminos
Donde el mar no se puede concebir
Donde regresa siempre el fugitivo
Pongamos que de Ciudad Real hablo

(Nota) el haber utilizado la palabra autoridad 14 veces, catorce, es porque son el número de veces que, en el pasado,  el personaje me dijo que lo era, para disponer de unos privilegios que, honestamente, no le correspondían.

Todo lo anterior, expuesto con el debido respeto, y de acuerdo con el artículo 20 de la Constitución.

--.•. ¡…He dicho!


 (*) Es Presidente del Instituto Hispano Luso