domingo, 27 de noviembre de 2011

No es el momento para fiestas. España no está para eso

*Por Ángel Rico
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La noche de la celebración de la victoria electoral, Mariano Rajoy dijo en reiteradas ocasiones: “No es el momento para fiestas. España no está para eso”. Declaraciones indicativas de la situación real en la que se encuentra España y por lo que la que la mayoría de sectores, empresas y gobiernos, se han visto obligados a cambiar la filosofía de funcionamiento. Y digo bien al decir “la mayoría” porque el sector agropecuario español, basa su viabilidad --presente y futura-- en seguir beneficiándose de las cuantiosas ayudas (7.500 millones de euros) que año tras año se reparte el sector.
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Engancharse al siglo pasado para asegurarse el futuro, es una actitud regresiva que se tiene que acabar de forma inmediata. Los contribuyentes no podemos aceptar que, por ejemplo, en España se mantengan cada año más de 3,5 millones de hectáreas de improductivo, pero subvencionado, barbecho. Volviendo a Rajoy “España no está para eso”.
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Todos los sectores económicos deben adaptar su producción a las exigencias del mercado. ¡El agropecuario también! Seguir produciendo, por tradición, lo que el mercado no consume, y engancharse a las subvenciones, para que la sociedad les pague los excedentes producidos, es algo inadmisible. Algo que los contribuyentes no podemos aceptar, mientras haya que aplicar recortes en servicios sociales, pensiones e incluso se habla del copago en Sanidad y en Educación.
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La anquilosada situación del sector agrario, está favorecida por la existencia de unas organizaciones agrarias que han dedicado todo el tiempo y la gran cantidad de dinero recibido anualmente de los contribuyentes, en mantener la venda en los ojos de los agricultores y ganaderos, haciéndoles creer que “ese sector” se merece la excepción a la regla general de la economía y del mercado. Produzcáis, lo que produzcáis, la asustadiza sociedad de consumo, pagará un impuesto tranquilizador, para tener garantizada la “Seguridad Alimentaria”. Y para disponer de los productos que la sociedad requiere (ésta), tendrá que pagar los excedentes de aquellos otros productos que no quiere. Un chantaje emocional que les ha dado resultado hasta hoy.
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La, supuesta, representación del sector agrario es tan arcaica e injusta, que no se han celebrado elecciones para medir la representatividad agraria desde el siglo pasado. Algo así como si en un, hipotético, ayuntamiento los concejales elegidos se pusiesen de acuerdo para que siempre se mantenga la misma representación municipal, y para ello acuerdan no realizar elecciones municipales nunca mas. Así funciona la representatividad de las organizaciones “Asaja”, “Coag” y “UPA”. Todo estaba bien si, a ellos, les va bien. E irles bien, les está yendo.
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Nuevamente vuelvo a pedir que ni los sindicatos, ni los partidos políticos, ni la patronal, ni las organizaciones agrarias reciban una subvención más de los presupuestos del Estado, ni de las comunidades autónomas. Que estas organizaciones, como la nuestra, sufraguen su funcionamiento con las cuotas de sus asociados. Espero que Rajoy cumpla con esta promesa electoral.
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Cuando las organizaciones representativas tengan que mantenerse, exclusivamente, con las cuotas de sus asociados estarán obligadas a aceptar la realidad y a adaptarse a ella. Las del mercado de trabajo (los sindicatos), las necesidades de los consumidores (los agricultores) y las necesidades sociales (los partidos políticos), Consiguiendo la sociedad la cordura que se necesita y que, con miles de millones de euros, se ha ocultado en el pasado.
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La sociedad de hoy debe ser consciente que el hambre del siglo pasado, no lo combaten hoy los agricultores, que pueden (o no) producir alimentos, sino el sector del Transporte que hace posible que cada mañana tengamos los alimentos de calidad y a precios razonables, en la tienda de la esquina. Alimentos que, no necesariamente, deben provenir de la subvencionada Agricultura regional. Sino de aquellos destinos (nacionales o internacionales) que ofrecen lo que se necesita a precios razonables. ¡Esa es la realidad del presente! Donde es más importante el Transporte que la Agricultura, para garantizarnos la deseada “Seguridad Alimentaria”.
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Subvencionar 3,5 millones de hectáreas de barbecho, que podrían producir colza en secano para producir biodiésel nacional, (el equivalente a 3 millones de barriles de petróleo, que debemos importar) con la consiguiente creación de empleo y fijación de la población rural al territorio, debe acabarse. Como debe acabarse mantener (con el dinero de los contribuyentes) un sector, como el vitivinícola, que produce más de 41 millones de hectolitros de vino, cuando el mercado solo consume, menos de 15 millones.
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No es de buenos gobernantes, dar la espalda a la realidad. Hay que hacer ver a los ciudadanos (a los agricultores) que lo que no puede ser, no puede ser y, además, se debe acabar ya. De igual forma que los griegos tuvieron que asimilar, de la noche a la mañana, que no era posible seguir jubilándose a los 52 años y, deberán hacerlo a partir de ahora, a los 70 años, los vitivinicultores españoles deberán ir asumiendo que, solo deberán producir el vino que tengan garantizado que venderán. Porque los contribuyentes no están dispuestos a seguir pagando esa atrofia comercial.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Grupo de Empresas Agrarias (GEA)

jueves, 24 de noviembre de 2011

En política, hechos son amores y no buenas razones

*Por Ángel Rico

“La ambición embriaga más que la gloria” Marcel Proust. Los últimos resultados electorales han creado una marejada de actuaciones que está mostrando a los políticos con su verdadera realidad, revelando la fortaleza de sus principios. Después de que el Pueblo hablara en las urnas aparece la verdadera personalidad de los políticos, que hasta ese momento se encontraba oculta tras la apariencia de unos candidatos a quienes les preocupan el bien de los electores.

Como en todo proceso electoral, unos ganan y otros pierden. Ese es el principio básico de la Democracia. Donde unos partidos políticos reciben más apoyo de los electores que otros. Todo el proceso electoral está regulado por unos mecanismos contractuales de participación directa o indirecta que les confieren legitimidad a los representantes que se eligen. En España, el soporte legal son la Constitución y la Ley Electoral.

En distintas tertulias radiofónicas, se criticaba como injusto el sistema D’hondt, utilizado en España, para otorgar el número de diputados que, proporcionalmente, le corresponde a cada candidatura de las presentadas por cada circunscripción. Yo, considero el “Sistema D`hondt” como el menos malo de los sistemas posibles para repartir, matemáticamente, los diputados en liza por cada circunscripción electoral.

La experiencia nacional nos demuestra, que cuando ningún partido político consiguió la mayoría absoluta para desarrollar su programa electoral, debiendo pactar con los partidos minoritarios para sacar adelante las leyes, el resultado fue malo para los españoles, en general, y para España, en particular. Por tanto, yo defiendo la circunscripción única, en todo el territorio nacional como lo mejor para nosotros, el Pueblo. Por tanto sugiero que, para ello, habrá que empezar a cambiar la Constitución (el artículo 68) y la Ley Electoral.

Pero mientras las leyes se cambian, habrá que cumplir con las que están en vigor. Y las que hay en vigor dicen, que los votos emitidos a partidos políticos que no se traducen en obtención de diputados, se pierden. Por ello, aquellos partidos políticos que se presentan en circunscripciones donde saben que no obtendrán ningún diputado, no tienen argumentos para lloriquear por los votos que resultaron inútiles.

La ley es la ley, y el Reglamento del Congreso de los Diputados, dice en su Artículo 23.1. “Los Diputados, en número no inferior a quince, podrán constituirse en Grupo Parlamentario. Podrán también constituirse en Grupo Parlamentario los Diputados de una o varias formaciones políticas que, aun sin reunir dicho mínimo, hubieren obtenido un número de escaños no inferior a cinco y, al menos, el 15 por 100 de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubieren presentado candidatura o el 5 por 100 de los emitidos en el conjunto de la Nación”. Por tanto, quienes no hayan obtenido el 5 por 100, no tendrán derecho a constituirse en Grupo Parlamentario y, claro, aquí es donde aparece Groucho Marx, cuando dijo aquello de: “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”

Tenemos conocimiento de que UPyD, que presumía en campaña electoral, de defender una “Justicia independiente y eficaz” y “la regeneración democrática” ahora pide que, tras saltarse la legislación en vigor, la Mesa del Congreso de los Diputados les otorgue graciosamente el favor de disponer de Grupo Parlamentario propio. Vamos, como si un opositor o estudiante universitario, que en un examen no obtuviese la nota suficiente, un 4,69 por ejemplo, solicitase que el tribunal o el profesor de la materia examinada, le subiese la nota --“porque ellos lo merecen”-- y de no conseguirlo, que otro alumno que hubiese obtenido como nota un 8, les prestase un punto, para que la nota que colocaba al hipotético mal alumno, en el grupo de suspendidos, pasase al grupo de aprobados.

Esas hipótesis, no serían una chapuza, serían ilegalidades. Y quien admite una ilegalidad por 0,31 décimas, acabará admitiendo –si es en beneficio propio—cualquiera otra posible ilegalidad. Lo que nos recuerda a, Leo Tolstoi, cuando dijo: “Es más fácil escribir diez volúmenes de principios filosóficos que poner en práctica uno solo de esos principios”.

Ese es el escenario al que se enfrenta UPyD, ser fiel a la máxima de: “la Ley está para ser cumplida” ó, “si nos beneficia, directa o indirectamente, no tiene importancia que se incumpla” porque –nosotros nos merecemos tal excepción--.

Lo que nos trae a colación aquello de: “La grandeza de un hombre (o de un partido político) está en relación directa a la evidencia de su fuerza moral” (J.F. Kennedy)

Veamos hasta donde, cada cual, están dispuestos a llegar con su ejemplo moral.

…He dicho!

*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

martes, 22 de noviembre de 2011

La Ley Electoral ó la diferencia entre diputados reales y diputados fantasmas

* Por Ángel Rico

Tras las pasadas elecciones generales, en la prensa se está discutiendo sobre la conveniencia de mantener o cambiar la actual Ley Electoral. Las opiniones a las que he tenido acceso, se caracterizan por una cierta tendenciosidad, o por una preocupante falta de información legal.

Varios partidos políticos, como UPyD e IU, claman porque dicha Ley Electoral sea cambiada. Opinión con la que personalmente coincido, pero considero que previamente es necesario hacer algunas observaciones, para evitar errores de propuestas posteriores.

Si analizamos los resultados electorales de la circunscripción de Madrid, por ejemplo, concluimos lo siguiente: Al PP cada uno de sus 19 diputados le costo 89.925 votos. Al PSOE, cada uno de sus 10 diputados, le costo 87.504 votos. A UPyD, cada uno de sus 4 diputados, le costó, 86.531 votos y a IU, cada uno de sus 3 diputados, le costó, 90.077 votos.

Si ampliamos el análisis a los resultados electorales de la circunscripción de Valencia, al PP, le costó 82.514 votos cada uno de sus 9 diputados. Al PSOE, cada uno de sus 4 diputados, le costó 92.356 votos. A UPyD, 84.277 votos y a IU, 96.237 votos, por diputado.

Es decir, los votos necesarios para obtener un diputado real, son prácticamente similares en los cuatro partidos analizados: PP: 86.220 - PSOE: 89.930 – UPyD; 84.277 – IU: 93.157, (88.396 votos es la cifra media) donde paradójicamente UPyD es el partido que menos votos ha necesitado para obtener cada uno de sus cinco diputados reales.

Ahora bien, si los partidos políticos que no consiguen ningún diputado en aquellas circunscripciones donde se presentan, reivindican la necesidad de que sus votos no se pierdan y sean merecedores del premio de un diputado, habrá que decirles que eso es imposible. Por ejemplo en mi provincia, Ciudad Real, se presentaron 13 candidaturas, para solo 5 diputados en litigio. Y como no es posible dividir los 5 diputados, entre 13 partidos aspirantes, habrá que dejarse llevar por las virtudes de la Democracia, y que solo los partidos con más votos tengan diputados y el resto no. Porque no es obligatorio que los partidos se presenten por todas las circunscripciones. O ¿es que UPyD pensaba obtener en Ciudad Real, por ejemplo, los 55.000 votos necesarios para obtener un diputado? Y si no esperaban conseguirlo, --como lo demuestra la falta de programa, la falta de campaña provincial y la, manifiestamente mejorable, candidatura presentada--, entonces ¿Por qué ahora se lamentan de lo injusto de una Ley que no otorga diputados fantasmas?. Lo anteriormente dicho es aplicable también a IU.

Dicho la anterior, soy de la opinión que la Ley General Electoral (y el artículo 68.2 de la Constitución) deberá ser cambiada, de forma que para el Congreso de Diputados –que representa al pueblo español y ejerce la potestad legislativa del Estado-- se utilice la circunscripción electoral única, es decir, en todo el territorio nacional (como en las elecciones al Parlamento Europeo), y los escaños en litigio (de 300 a 400) sean repartidos por criterios de representación proporcional, entre las candidaturas nacionales presentadas por partidos, por federaciones o coaliciones de partidos. Este sistema es el utilizado en Francia y Portugal. No tiene que ser imprescindible que cada provincia aporte diputados. La experiencia de las dos últimas legislaturas ha demostrado que los diputados (socialistas) de cada provincia, aprobaron con sus votos las barbaridades legislativas de Zapatero, claramente perjudiciales para los ciudadanos de las circunscripciones de los diputados votadores. Por tanto no es necesariamente positivo –para el bien general-- que cada provincia coloque a sus diputados en el Congreso.

Puestos a realizar cambios en la Ley Electoral, defiendo las listas abiertas, donde los electores puedan tachar a aquellos candidatos que no les convenzan, por su falta de trabajo en la legislatura anterior, por ocupar varios cargos públicos ó, por cualquier otra circunstancia. Una estupidez, será siempre una estupidez, aunque la voten los diputados de nuestra provincia.

Y puestos a hacer cambios en la Ley Electoral, para evitar los fraudes electorales municipales y las tentaciones urbanísticas, soy de la opinión de introducir la doble vuelta, y que gobierne el Ayuntamiento la candidatura que obtenga más del 51% de los votos emitidos por los vecinos.

Lo importante en Democracia es que los electores sepan que sus votos tienen un resultado directo, tanto a la hora de elegir a los legisladores nacionales y a los regidores locales. Y que si se equivocan con su elección, pueden rectificar en las próximas elecciones. Pero que nunca unos pocos nacional separatistas, podrán mantener secuestrada la voluntad de la mayoría.

…He dicho!

*Es Consejero Delegado de Euroinformes

lunes, 21 de noviembre de 2011

El bipartidismo y la física cuántica

*Por Ángel Rico

Ayer me permití el atrevimiento de afearle –con todo el respeto-- su “abstencionismo electoral recalcitrante” a una tertuliana de esRadio, a quien me honro en contar entre mis amistades de facebook. La amiga tertuliana en cuestión, respondió a mis observaciones alegando que: ”no participa en un sistema que está (presuntamente) corrompido en si mismo y que nos ha llevado a un bipartidismo que cubre todo tipo de corruptelas. El sistema es regresivo, no incentiva las virtudes en las que cree (no me confió la relación de esas virtudes) sino que reactiva los peores vicios de la ciudadanía” (sic)

Esa respuesta, tan políticamente distante, me ha impulsado a emitir las observaciones siguientes, que centraré en el término “bipartidismo” al que el DRAE le atribuye la acepción: “Sistema político con predominio de dos partidos que compiten por el poder o se turnan en él”. Lo que a mi juicio no es intrínsicamente malo para la Democracia, como se puede deducir de los sistemas políticos bipartidistas existentes en Estados Unidos, Alemania, Francia, Portugal o el Reino Unido. La experiencia propia nos demuestra que las peores etapas de gobierno en España fueron aquellas donde el partido aspirante a gobernar, tuvo que apoyarse para obtener la mayoría necesaria para gobernar, en los votos de los nacional-separatistas, o de los partidos minoritarios, a quienes el bien de la mayoría, era lo que menos les importaba a la hora de otorgar el voto al partido sin mayoría suficiente.

En mis escritos públicos se evidencia que soy de la opinión que cada cual puede hacer u opinar lo que quiera. Pero, a los opinantes, se les requiere un tanto de coherencia, en el conjunto de los argumentos que se utilizan. Por ejemplo, mi respetada amiga alega en su respuesta “que el sistema está corrompido en sí mismo”. Lo que provoca unas preguntas ¿Qué datos sirven para emitir tal veredicto? ó ¿Qué haría falta para que –a su juicio-- el sistema dejase de estar corrompido? Y lo fundamental ¿Qué hacen los abstencionistas recalcitrantes para mejorar este sistema corrompido? Y no sirve la respuesta de: “—que no votan, pero si dedican mucho tiempo y energía en darle muchas vueltas al tema” (sic) Porque en algún momento habrá que parar de dar vueltas, para pasar de las musas al teatro.
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El “bipartidismo” se alcanza cuando dos partidos obtienen más (muchísimos más) votos que el resto de los contendientes en cada elección. Lo que les permite aspirar a gobernar. Si recurrimos a la Wikipedia, nos indica que: “Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia o gobierno del Pueblo, es una forma de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el Pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que les confieren legitimidad a los representantes. En el sentido amplio, democracia, es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales (Constitución y Ley Electoral).

A mí, de la Constitución Española, no me gusta el artículo 57, ni el Título VIII (de la organización territorial del Estado), la Disposición adicional primera, la transitoria cuarta. Tampoco me gusta la Ley Electoral, yo defiendo la circunscripción nacional (como en las elecciones al Parlamento Europeo) para que todos los votos tengan igual valor. Pero como soy consciente que estos asuntos no se modificarán por osmosis inversa, es por lo que procuro implicarme políticamente, hacer proselitismo, criticar y, votar a aquellos partidos políticos que puedan hacer posible mis aspiraciones de cambio, para mejorar la sociedad.

Solo hay una forma de romper un bipartidismo, y es que un tercer o cuarto partido, formen parte de ese club, al obtener muchos más votos que los anteriores, y por tanto, disponer de la posibilidad de gobernar. Lo contrario, solo es el derecho al pataleo. Cuando Aristóteles dijo que la Democracia es el gobierno de los más, estaba pensando en los partidos que más votos obtienen en unas elecciones, no en aquellos a los que el pueblo, les otorgó menos confianza y, solo aspiran a reunirse en la Puerta del Sol de Madrid, provocar e impedir la actividad política pacífica y razonada.

Cuando de un censo electoral de 34.296.458 electores, el Pueblo le otorga al Partido Popular, 10.830.693 votos y al Partido Socialista 6.973.880 votos, es decir: el 72% de los votos emitidos, ¿Por qué los partidos minoritarios ó los abstencionistas (28.31%) deben tener más razón que los mayoritarios? El descontento abstencionista puede instrumentalizarse; constituyendo un partido político nuevo y distinto de los existentes, ó implicándose en los que ya hay, para que la filosofía política de los abstencionistas de hoy, obtenga la confianza de la mayoría de los votantes de mañana. Así de sencilla es la Democracia. Porque las leyes se hacen en el parlamento, no en asambleas callejeras, moderadas por perroflautas.

Si yo participase en una tertulia radiofónica opinando, por ejemplo, de física cuántica, ergo, mecánica ondulatoria, (de las que no he leído mucho, la verdad) estaría llevando a cabo una vulgar corruptela de opinión. Por aquello de, una persona sin información es una persona sin opinión. Una corruptela es una corruptela, la cometa un político, la cometa usted, respetado lector, o la cometa yo.

Soy de la opinión que, en la nueva etapa política, a los abstencionistas de ayer les corresponde un papel silente, toda vez que prefirieron seguir dándole vueltas a la cuestión, mientras que veinticinco millones de españoles, salimos a la calle a enfrentarnos con el futuro para conquistarlo. ¡Si no votas cállate!

…He dicho!

*Miembro de FAPE

sábado, 19 de noviembre de 2011

A la hora de la verdad no olvidar que lo Barato sale caro

*Por Ángel Rico

“La Democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás” (Sir Winston Churchill) En pocas horas los españoles tendremos la oportunidad de hablar, para manifestar lo que queremos que ocurra con nuestro futuro, tras una pésima gestión de gobierno, que como resultado ha provocado: --una generación perdida en España--. Podremos darle las vueltas que queramos, pero la realidad es tozuda, Zapatero ha sido el peor Presidente del Gobierno de la Democracia, y los miembros de sus gobiernos cómplices de los resultados obtenidos.

En esta campaña electoral hemos tenido conocimiento de partidos políticos con programas que no están diseñados para la realidad del momento en el que vivimos. Ahí tenemos los objetivos imposibles del movimiento 15M, de una Izquierda Unida sin rumbo e, incluso, de un Rubalcaba-PSOE dando la espalda a Europa, a la realidad del mercado, a los millones de desempleados y a las aspiraciones de los jóvenes españoles, y de unos nacional separatistas, ávidos de diferencias, de beneficios y de prebendas.

De eso se trata, en esta ocasión, de poner a cada cual en su sitio. A los políticos donde les corresponda y los ciudadanos en el suyo. Porque, innegablemente en el futuro volverá a hacerse realidad la otra máxima de Churchill, “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. Ahora tenemos los argumentos y la posibilidad de ser protagonistas.

Es conocida mi opinión general en relación al Gobierno de Zapatero, por cuestiones concretas como: “el desconocimiento del potencial español en biocombustibles para el Transporte”, “el mantenimiento del sector agrario en el siglo XIX, donde es más rentable mantener 3,5 millones de hectáreas de improductivo, pero subvencionado, barbecho”, “la pésima política de ayuda al desarrollo” ó “preferir la Alianza de Civilizaciones, que aliarse con los países civilizados”. Por todo ello, no votaré al PSOE.

Pero para ganar el desafío del futuro, no basta con votar al PP, y olvidarse de la crítica constructiva posterior. Porque la cosa pública no debe dejarse –exclusivamente-- en manos de los partidos políticos, hasta las próximas elecciones. He sido muy crítico con el actual gobierno y prometo serlo, con el próximo. He denunciado a aquellos políticos (de todo el teatro político) que me parecen “manifiestamente mejorables” y lo haré desde el primer día con quienes compongan el próximo gobierno de Rajoy. Porque, un estúpido no deja de ser estúpido al ser nombrado ministro. Veamos cual es el próximo gobierno. Si parafraseamos a Cicerón: “--El primer deber de la Justicia es evitar que un hombre haga daño a otro”, y si lo aplicamos al bueno gobierno: “—El primer deber del Presidente del Gobierno es evitar que una mala elección para ministro haga daño a nuestro país”.

Durante la campaña dije que, --a mi juicio--, Rajoy prometió cosas, por ejemplo, en materia agraria que no podrá cumplir. Porque el futuro de la rentabilidad agraria, en una Unión Europea arruinada, no se podrá mantener exclusivamente a base de subvenciones, sino adecuando la producción a las exigencias del mercado. Para ese reto hace falta un ministro de Agricultura, que sea creíble. Los mayores nos enseñaron que “¡lo Barato siempre sale caro!”. Por eso, es imprescindible elegir a unos ministros que piensen en el futuro, antes que en el pasado. Que piensen en el crecimiento de sus administrados, antes que en el dinero. Máxima que es aplicable, para el ministerio de Agricultura. España no necesita más campeones en el consejo de ministros.

¡Por Dios señor Rajoy! Que no se cumpla en su designación de ministerios, lo que dijo, Boies Penrose: “La función pública es el último refugio de los incompetentes”
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Las urnas están dispuestas, y habrá que empezar a tomar decisiones a partir del día 21N, pero no se resuelve el problema solo con la elección de los responsables de los primeros niveles del gobierno, también tienen protagonismo los políticos que formarán parte de las diferentes comisiones en el Congreso y el Senado, y que con sus iniciativas parlamentarias transmiten al Legislativo los requerimientos de los contribuyentes. De esas comisiones formarán parte los políticos que, con nuestro voto, ahora elijamos en cada provincia. Bastantes de esos políticos no presentarán ni una iniciativa parlamentaria durante toda la próxima X legislatura, y a pesar de ello cobrarán un razonable estipendio por parte de los contribuyentes. Yo, con el debido respeto, no puedo dar mi voto a esos políticos.

Por todo ello reivindico una reforma electoral que obligue a los partidos a confeccionar listas abiertas para que, nosotros el Pueblo, podamos elegir –dentro de cada partido-- a los políticos que realmente piensan el los electores, dejando fuera del parlamento a las acaparadoras de cargos, sin la capacidad necesaria para atender, cada uno de ellos, con la diligencia y respeto que nos merecemos los electores.

Por principios, por reflexión, por sentido común votaré al PP, no podré votar a quien ostenta más de un cargo público y, que además, presume de no haber leído un libro en los últimos ocho años. En política hay que tener presente que: “No todo el monte es Romero” y que “lo Barato siempre resulta caro”.

…He dicho!

*Elector de Ciudad Real

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Mi respuesta a los candidatos, Rubalcaba, Barreda, Rajoy

*Por Ángel Rico

Estimado lector, hace unos días comente, por un lapsus lectio, la encuesta del CIS, donde –erróneamente—entendí que en Ciudad Real, daba mejor resultado al PSOE que al PP, releído el estudio de nuevo comprobé que, en realidad, el barómetro del CIS adjudica 3 diputados al PP y 2 al PSOE, lo que resulta más lógico en la coyuntura actual. Por tanto, pido disculpas por aquellos comentarios equivocados que han sido corregidos.

Dicho lo dicho, tengo que hacer público que a mi buzón de correo siguen llegando cartas, en esta ocasión de: “Rubalcaba - Barreda” y de “Rajoy” que merecen respuesta, porque es educado responder siempre los escritos recibidos.

A don Alfredo Pérez Rubalcaba: --Tengo que decirle que leída su misiva donde me habla de “sus convicciones” (que a mi juicio son convicciones cambiables, porque dependiendo de las circunstancias, el lugar y el momento, usted señor Rubalcaba, puede defender una cosa, e inmediatamente, la contraria), tengo que apoyarme en las mías, para defender la tesis de que, en efecto, el desempleo merece una atención especial, que en ningún caso puede ser resuelta por quien fue cómplice, por una mala gobernación, del agravamiento de la situación. Es decir, considero que no podemos contratar como bombero al pirómano que causó el fuego.


No obstante, he dedicado tiempo a leer las 149 páginas del Programa electoral del PSOE, donde en cuestiones como: “Organización territorial del Estado”, “Transporte”, “Energía”, “Agricultura”, etc., no propone ninguna idea que me anime a considerarle como el Primer Ministro del futuro Gobierno de España. Me permito recordarle, al ahora candidato, que cuando era ministro del Gobierno de España, solicitamos en varias ocasiones una reunión para tratar cuestiones de su negociado, y nuestra petición fue respondida con el silencio. Por todo ello, candidato Rubalcaba, yo actuaré con usted, igual que usted actuó conmigo. Con mi total ignorancia y votos ninguno.

A don José María Barreda: --Candidato del PSOE por Ciudad Real, tengo que decirle, utilizando su fórmula de salutación, --Estimado paisano, yo también soy castellano manchego, y no me gusta que me engañen. He vivido en esta tierra durante el tiempo que usted fue presidente de Castilla-La Mancha, y siento vergüenza ajena de la situación en que el gobierno presidido por usted, dejó el futuro de mi tierra. Usted dice llevar a Ciudad Real en el alma, pero no fue óbice candidatarse al gobierno de la región por la provincia de Toledo en las anteriores elecciones. Por lo que hay que deducir que usted tiene un alma de quita y pon. Antaño tenía alma para liderar el gobierno de Castilla-la Mancha y, ogaño, tiene alma de burócrata de la oposición en el Congreso de los Diputados, con un marcado talente “girondino”.

Alguien podrá pensar que mi opinión de usted está mediatizada porque tengo una factura sin cobrar desde junio de 2010, porque su gobierno, en una clara malversación de fondos, se gastó en vicios inconfesables los fondos prevenientes de la Unión Europea, para el proyecto que se nos encargó. Y es posible que tengan algo de razón. Pero si el único encargo que se nos adjudicó por parte del gobierno presidido por usted, no lo hemos cobrado ¿Por qué debe ser usted merecedor de mi voto? Por tanto le informo, señor Barreda, no contará con la humilde fuerza de mi voto.

A don Mariano Rajoy: --Tengo que decirle que, cuando usted llegue al gobierno, espero sea el presidente de todos los españoles. He leído con interés las 214 páginas de su programa electoral, me parece bien la propuesta de que : “las pequeñas empresas y autónomos no paguemos el IVA hasta tener cobradas las facturas”, “Unidad de mercado y nuevo modelo de financiación, bajo las premisas de igualdad y solidaridad entre todos los españoles”, “No se negociará con terroristas”, “Modificación de la elección de los tribunados del Tribunal Constitucional”. Yo confío en que su gobierno hará lo preciso para sacar a España de la enorme crisis y que cambie la Ley Electoral para impedir en el futuro la chantajista política de los partidos nacional-separatistas.

Pero señor Rajoy, también tengo que hacerle partícipe de mi congoja, porque los candidatos de su partido por la circunscripción de Ciudad Real, me producen aflicción de ánimo. Usted me pide que vote a, Carlos Manuel Cotillas López, como candidato al Senado. Pero señor Rajoy, en la pasada legislatura el señor Cotillas, mantuvo una actitud apática, despreocupada, displicente, indiferente, indolente, insensible, concretamente como miembro de la Comisión de Fomento del Congreso. Si esa actitud la hemos padecido ¿Por qué tal político debe ser merecedor de nuestro voto? --Con fecha 27 de abril de 2001 le solicitamos, por escrito, a usted señor Rajoy, una reunión para hacerle partícipe de lo anterior.

En otra papeleta el PP presenta por Ciudad Real, a una candidata que, en el ejercicio de su cargo como Diputada regional de Castilla-La Mancha, no viajó a ningún municipio de esta provincial ¡a ninguno! Ahora, tal falta de espíritu de interés político, al servicio de los ciudadanos, se nos presenta como candidata al Congreso, cargo que tendrá que compaginar como máxima edil de la capital de la provincia. Y me pregunto ¿Qué labor hará esta candidata por los ciudadanos de Ciudad Real? ¿Por qué tiene, esta candidata, que contar con mi voto? Sobre todo, cuando en esa misma candidatura se encuentra una de las diputadas de su partido que, en la pasada legislatura, presentó más de 1500 iniciativas parlamentarias. La diferencia de trabajo es insultántemente elocuente

…He dicho!

*Elector por la provincia de Ciudad Real

domingo, 13 de noviembre de 2011

Respuesta a la señora Díez y al señor Lara

*Por Ángel Rico

Respetado candidato, respetada candidata, últimamente al buzón de mi casa solo llegaban las cartas de los bancos, de Telefónica y de Gas Natural Fenosa, hasta el pasado viernes que --¡eureka!-- recibí una carta de cada uno de ustedes, en su calidad de candidata, candidato al Congreso de los Diputados. Y como mis mayores me enseñaron que lo educado es responder a las cartas. Respuesta que, con el debido respeto, vengo a hacerles mediante este escrito.

Ambos candidatos, me dedican el mismo trato: “Estimado ciudadano / estimada ciudadana” (lo del masculino y femenino será para garantizarse mi simpatía, sea cual fuere mi consideración sexual en el momento de leer sus cartas). Les agradezco que me traten como ciudadano, espero que de acuerdo con el modelo de democracia de Jean Jacques Rousseau, creador del concepto de ciudadano. De ser así resulta agradable para quién, como yo, políticamente tiene bastante de “jacobino”. Pero ese jacobinismo innato me obliga a ser claro en mis consideraciones, porque movido por tal jacobinismo he leído el programa de sus respectivos partidos políticos, las 83 páginas de IU y las 50 de UPyD, lo que sumado a mi conocimiento personal de los firmantes me permite disponer de una política opinión propia que aquí hago pública.

Al ciudadano-candidato Cayo Lara, le conozco de cuando ambos, él y un servidor, luchábamos recién restaurada la Democracia en España, por los intereses del sector agrario. Ambos cortamos carreteras, para esgrimir fuerza y apoyo social en aquellas negociaciones de “precios agrarios” con el gobierno de turno (1980 al 1985). Yo lo hacía en nombre del Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CNJA) y el ahora candidato Cayo Lara, desde la Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGA). Los datos son indiscutibles, el éxito de aquel movimiento agro rural, siempre recayó sobre la filosofía del CNJA, mucho más que sobre los planteamientos filocomunistas de la UAGA. En Ciudad Real, en el año 1986, la mayoría de la cúpula de la UAGA se pasó con armas y bagajes al CNJA que yo dirigía.

Respecto a la ciudadana-candidata Rosa Díez, que llega a mi buzón de correo diciendo: “me presente ante ustedes con el aval del trabajo desarrollado durante estos cuatro años en el Congreso de los Diputados pero también le precede la “estalinista” manera de dirigir su propio partido (lo sé porque pagué 500 euros para comprobar lo que digo) donde está prohibida la comunicación, el intercambio de ideas, de programas, de objetivos entre los propios asociados. Solo puede hacerse tal cosa mediante el filtro estalinista de la mediocracia del aparato (¿lo del estalinismo interno en UPyD ya lo había dicho? Bueno es igual, lo vuelvo a repetir ahora). Señora Díez, solo puede esgrimirse un mensaje moral al exterior, cuando dicha moralidad se practique en el interior de su propio partido. Y en otro orden de cosas, los candidatos al Congreso de su partido por mi circunscripción son manifiestamente mejorables. Y del candidato al Senado que, en cambio, sí es bueno usted no me hace llegar papeleta para que sea votado por esta familia. Por lo visto, usted dentro de su partido solo defiende a los peores candidatos. Y en cuanto a sus propuestas para “transporte”, “energía” y “desarrollo rural” –por ejemplo-- su programa electoral rebosa de una sucesión de lugares comunes que, en la práctica, no servirían para nada positivo. Por tanto su partido político, UPyD, no contará con mi voto y, si puedo evitarlo, tampoco con los de mi círculo de influencia.

Volviendo al candidato Lara y al escrito que me dirige, donde dice: --“El empleo por encima de todo”--, tengo que responderle, que en la práctica eso no es así, porque IU, su partido, defiende: “a los sindicatos por encima del empleo”. Para que el empleo esté por encima de todo hay que quitarle a los sindicatos (y a la patronal) los privilegios y prebendas de las que ahora disponen. Para que el trabajador y el ciudadano sean más importantes que el sindicato y el partido del señor Lara.

De la lectura del programa de IU, uno concluye que está pensado para un país inexistente, en una época inexistente, con una realidad inexistente y, por tanto, para unos ciudadanos electores inexistentes. Soy de la opinión que los diputados de IU salen carísimos para los contribuyentes, porque ni una sola (repito, ni una sola) de sus propuestas en las últimas legislaturas se han puesto de forma positiva, al servicio de los contribuyentes.

Por todo lo anterior me rebelo, y por esa rebeldía e indignación jacobina liberal, considero que su partido no tiene que tener protagonismo en la Asamblea Nacional, por pensar más en su clan, que en el común de los votantes. A diferencia del movimiento francés de 1792, ustedes en lugar de los “Sans Culottes” pretenden apoyarse electoralmente en los indignados 15M, la diferencia es que aquellos eran trabajadores y estos no lo son, ni buscan serlo nunca.

Para los Jacobinos franceses, el Estado era el valedor del bien común. Por lo tanto, es fundamental la obediencia a la Constitución y a las leyes. De ahí nace la defensa de la nación concebida como una unidad indivisible. Algo que IU no defiende, al dar por bueno las exigencias de los terroristas vascongados y de los separatistas catalanes. Por todo ello, tengo que decirle, candidato Lara, que su partido no contará con la humilde fuerza de mi voto.

…He dicho!

*Elector meditando su voto

jueves, 10 de noviembre de 2011

20 N, menos 10

*Por Ángel Rico

Ya falta menos para que los españoles decidamos quiénes queremos que nos gobiernen en los próximos años. Emil Michel Cioran, dijo aquello de: “Un pueblo no representa tanto una acumulación de ideas y teorías como de obsesiones” y coincido con ello. La mayoría de los españoles estamos influidos por la idea fija (obsesión) de conquistar el futuro que nos beneficie y, por tanto, disponer de una España a la medida de cada cual, pero no es posible tener 47 millones de españas diferentes, por eso tendremos que quedarnos con la que coincidan el mayor número de españoles. Eso es la Democracia.

De eso discutía hace unos días con Daniel Rico, sobre las motivaciones personales que deben influir en la decisión del voto. Él tiene una visión más directa y más simple que la mía. Y traté de hacerle ver la diferencia entre unos programas electorales y otros. Porque, no siempre hay que creer que lo que dicen los programas electorales puede hacerse realidad. Por ejemplo, si en la época del Luis XV de Francia, hubiésemos conocido que Madame Pompadour, regentaba un centro para señoritas, habríamos coincidido en que --la moral de las alumnas, estaría bastante descuidada--. Aunque en el manifiesto doctrinal de ese, hipotético, centro se abogase por la castidad de las colegialas. Y es que, el hábito no hace al monje. Por tanto, los programas electorales, serán más o menos cumplibles, no por lo que se recoge en su filosofía, sino por quién hace la prédica, teniendo en cuenta sus precedentes y sus cumplimientos o incumplimientos.

Tras el debate Rajoy-Rubalcaba puede deducirse las inclinaciones de cada uno de los aspirantes a gobernarnos y las capacidades de cada uno, para hacer lo que sea preciso para mantener a España a flote. Cuando Rubalcaba dijo que iría a la UE a pedir una prórroga hasta 2015 en la aplicación de las medidas necesarias, puso de manifiesto que vive fuera de la realidad. Idéntica situación se repitió al día siguiente, cuando en un mitin en Talavera de la Reina, los asistentes eufóricos gritaban: “Con Rubalcaba la escuela no se paga” (sic) ¿Cómo que no se paga la escuela? ¿Los profesores no cobran sus salarios? ¿Los gastos de funcionarios, electricidad, calefacción, etc., no se pagan? ¿Esa es la sociedad que defiende Rubalcaba (y sus votantes), donde las cosas no se pagan?

Y de eso trata esta campaña electoral, de llegar a la conclusión que el mayor problema que tenemos es: “Que hay que pagar los gastos de la fiesta general de los últimos años”. La solución no está en no pagar las deudas pendientes, sino en generar las condiciones imprescindibles para generar la confianza y la colaboración general de la sociedad.

Nosotros, el Pueblo, necesitamos que se nos diga la verdad, para eso (para decir la verdad) están los políticos que aspiran a nuestros votos, para garantizarse su futuro y, en demasiados casos, olvidarnos después. Por eso, primero mienten, luego recolectan y, más tarde, nos olvidan. Ya lo dijo Jean Marie Roland: “Los débiles tiemblan ante la opinión, los tontos la desafían, los sabios la juzgan, los expertos la dirigen” ¿Usted, respetado lector, qué tipo de político va a elegir?

La cosa pública no solo depende de los aspirantes a presidir el gobierno, porque también están implicados, en esa responsabilidad, los diputados o senadores que elijamos ahora, ya que los elegidos formarán parte de alguna de las numerosas comisiones en el Congreso y Senado. Les aseguro, que muchos de estos diputados, (de todo el arco parlamentario) no son merecedores del salario que les pagamos los contribuyentes, por su inexistente actividad legislativa. Y eso lo digo, porque conozco a muchos de ellos que, una vez elegidos se despreocupan de la problemática de los votantes, hasta pasados cuatro años.

Ante tal apatía política, los votantes, tenemos el deber de influir ante las decisiones de los partidos. ¿Por qué tengo que votar una lista electoral donde van colocados políticos que se han caracterizado por no implicarse en nada relacionado con la comisión de las que formaron parte? Realidad que ha quedado demostrada a todos los niveles, autonómico, Congreso, Senado y Parlamento Europeo.

Por tanto, hay que votar a los partidos políticos que consideremos pueden sacar a España de la crisis en la que nos encontramos, pero se debe tachar de las candidaturas los nombres de aquellos políticos que, por su actuación pasada, nunca merecieron estar en ellas. Ante la soberbia política de la estructura de los partidos al decidir quiénes van en sus listas. La reacción de los ciudadanos al indicar quiénes sí y quiénes no, merecen nuestra confianza. Así, en la próxima ocasión se lo pensarán mejor.

Si yo votase en Madrid, tacharía de la candidatura del PP, la política colocada en el decimotercio lugar. Si votase en Lérida, tacharía de la candidatura del PP el primer nombre. Si votase en Murcia, tacharía de la candidatura del PP el tercer nombre. Y así en bastantes provincias más. Usted, respetado lector, estará pensando que de hacer tal cosa estaría invalidando mi voto. Y tiene razón, pero si en las legislaturas anteriores estos diputados, no se han implicado con las competencias de las Comisiones de las que fueron miembros ¿Por qué deben ser ahora merecedores de mi humilde voto?

Yo emitiré mi voto en la circunscripción de Ciudad Real. Sebastián García, se implicó totalmente como senador, en la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, por tanto tendrá mi confianza. Y para el Congreso, estoy analizando la trayectoria y capacidades de los candidatos y considero que alguna candidata, no tiene capacidad personal, ni política, de representar los intereses del Pueblo español. Seguiré meditando sobre ello.

…He dicho!

*Es padre del Daniel Rico

viernes, 4 de noviembre de 2011

Campaña electoral vista desde la sociedad civil

*Por Ángel Rico

Le tengo que confesar a usted, respetado lector, que me preocupa que la encuesta del CIS que se ha hecho pública hoy, coincida con la sensación que un servidor tiene de lo que pueda ocurrir en mi provincia, Ciudad Real. Sensación que, como ustedes han podido comprobar, me he permitido la libertad de ir escribiendo en estas páginas.

Durante los días de campaña electoral yo haré lo que hice siempre, estudiaré los programas electorales de los distintos partidos políticos que se presentan por Ciudad Real, para decidir mi voto y hacer el proselitismo posible en mi círculo personal y profesional.

Ya dije que no votaría a UPyD, porque no me gusta el, estalinista, espíritu de la colmena que domina ese partido, donde todos trabajan para la reina. Aún así he analizado “las 12 propuestas” y estoy de acuerdo en los puntos de su programa electoral que aboga por devolver al Estado las competencias en Educación y Sanidad, además de la supresión de las diputaciones provinciales y fusión de ayuntamientos. Hace falta tener una fuerza moral, que UPyD no tiene, para sugerir “Mejorar la participación ciudadana y el control de la política” porque la Democracia se demuestra aplicándola en la práctica interior del partido, no solo en la teoría política de los programas. No estoy de acuerdo en aumentar el número de diputados del Congreso hasta 400, (actualmente el Congreso lo forman 350 diputados). Conocido el funcionamiento de los diputados, me inclino por disminuir el número al mínimo recogido en la Constitución, es decir 300.

Otro partido político que aspira a mi voto es: Equo, por ello me he leído las 56 páginas de su programa electoral y llego a la conclusión que, utilizan el ecoalarmismo como: --un juguete con el que solo pueden jugar los niños ricos--. La suma de falacias que esgrimen, solo sirven para justificar su existencia pero, modestia aparte, nosotros con nuestro proyecto “agricultura, biodiésel y transporte” hemos hecho más por el medio ambiente y los objetivos de Kioto que toda la sucesión de retórica ecologista, con su lenguaje aparatoso y equívoco. Estoy en contra del cierre de las centrales nucleares, porque defiendo una energía limpia, segura y barata, para toda la ciudadanía. En Equo, se quedan en la defensa del “automóvil eléctrico” sin plantearse que quien más combustible fósil consume en España es el Transporte por carretera, y los camiones y autobuses solo pueden utilizar el biodiésel, como combustible habitual. Y este partido no puede arrogarse la representatividad de quienes queremos un mundo posible, real y pagable. No contarán con mi voto.

En relación al Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, tras leerme las 24 páginas de su programa electoral, sencillamente no les restaré tiempo con mi opinión. Es un partido que no merece ni el tiempo que le hemos dedicado a leerlo y mucho menos mi voto.

En relación al partido, Escaños en Blanco, y aunque José Cornelio Samper, candidato al Senado, me merece un enorme respeto, creo que presentarse por este partido es el recurso de los perdedores. Y durante la legislatura entrante, no tendrá argumentos para criticar o defender, lo que haga el próximo gobierno. Es como autoexiliarse políticamente. Buen viaje.

Yo que trabajé, como asesor agrario de 1980 a 1983, para la UCD de Suárez, tengo que decir que me parece lamentable el programa de, Ciudadanos de Centro Democrático (CCD), de la lectura de las 29 páginas de su programa electoral, uno se llena de melancolía. Para presentar un partido político con el apellido “Centro” es necesario haber leído más de Historia contemporánea y empaparse de los movimientos políticos que se hicieron en el pasado. ¡Conmigo –así—no se puede!

…He dicho!

*Es miembro de FAPE

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Escribidores que se atreven a medir el dolor de las víctimas del terrorismo ¿vale?

*Por Ángel Rico

En varios espacios de Intereconomía Tv el periodista Federico Quevedo, que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale? mostró una preocupante equidistancia entre las “Víctimas del Terrorismo” y los terroristas que se apoyan en el aquelarre de San Sebastián para conseguir las mismas concesiones políticas que han perseguido siempre. –Yo quiero la paz, ¿vale?--. Dijo, el escribidor de El Confidencial y La Gaceta. Y claro, uno que no es de piedra, haciendo uso de la misma Libertad de Expresión, que Federico Quevedo (Que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?) opina sobre el opinante.

Nadie está capacitado para medir el dolor de quienes han perdido a uno o varios familiares a manos de los terroristas. ¡Nadie! Como nadie puede medir el dolor de quién ha recibido una bala en alguna parte del cuerpo ó de quienes han sufrido la extorsión mafiosa de los terroristas de camisa blanca. ¡Nadie! Y en ese nadie está incluido Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?)

Dicho lo anterior y respetando siempre, que cada cual pueda simpatizar con lo que se quiera, desde la intelectual filosofía “perroflautil” a el engaño del aquelarre vascongado, resulta obligado realizar una serie de matizaciones, a saber: Cuando Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), dijo en Intereconomía TV: “—Conocer a un miembro de la lucha contra el terrorismo que tiene una botella de champagne en la nevera para abrirla, en poco tiempo, como celebración por vencer a los terroristas” (sic) Yo, que no formo parte de los cuerpos de lucha contra el terrorismo, por cada miembro con champagne, apunto de ser abierto, que presente Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), yo presentaré treinta y cinco. Por cada ciudadano, que se crea que los terroristas no volverán a matar nunca más, si no se les concede sus históricas reivindicaciones separatistas, yo presentaré, doscientos ciudadanos que creen lo contrario. Por cada periodista que escriba creyéndose el engaño de los terroristas, yo presentaré veinte.

Y de eso tratan estas notas, evidenciar la realidad de la cuestión, porque para la convivencia tan mala es “la guerra sucia” como “la paz sucia”. Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), vecino de Madrid, tendrá menos riesgo personal que aquellos otros que por su profesión, ser miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, o por su afiliación política, siempre vivirán bajo la espada de los terroristas. De ahí, que resulte sencillamente insultante que se ponga en cuestión la manifestación de descontento, llevada a cabo por Voces Contra el Terrorismo, el pasado 28 de octubre.

La pretensión de Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), de sustituir en el PP a Carmen (Martínez Castro) o ser en el futuro gobierno el sucesor de Eduardo Sotillos, (aquel Portavoz del Gobierno de la basura amarilla) no es excusa para las calificaciones que ha realizado sobre los convocantes y sobre, hipotéticas, “victimas que asistieron a la manifestación por la presión de los convocantes. –De no haber convocado VCT, ninguna otra asociación de víctimas habría convocado la manifestación del 28-O” (sic) Pensar y actuar según las (teóricas) ideas de Pedro Arriola, para caer simpático a Mariano, solo lleva a quedarse en el centro del escenario, sin guión, sin ideas y sin prestigio. ¿Vale?

Cada cual es responsable de sus actuaciones y de sus escritos. Pero si hablamos de calidad de los escritos, Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), seguro que encuentra entre los colegas comunicadores algún experto que le pueda dar lecciones, en un par de tardes. Porque querer formar parte de ese club de escribidores y tertulianos (los Martín, los Casado, los Calleja, los Encinas, etc) que siempre están en contra del sentido común, justificando, en unos casos lo que hacen Zapatero-Rubalcaba, y en otros, queriendo ser el interprete intelectual del 15M, es la mejor manera de quedar en evidencia al mostrarse todas las carencias. Los que leemos varios periódicos cada día y, leemos a Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), llegamos a la conclusión que en relación al interior del PP, tenemos más datos que los que pretende hacernos creer que controla el mencionado opinador.

Por tanto, cada cual carguemos con nuestra propia realidad, y a la hora de hablar del terrorismo y de las víctimas del mismo, menos tonterías. Porque no hay “Campeón”, ni “Anan”, ni Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), que tengan más derecho a estar en contra de la farsa del texto terrorista, que los propios afectados. Otra cosa es pretender conseguir un par de minutos de protagonismo, para querer ocultar la propia ignorancia, desmereciendo el dolor de quienes han perdido a sus familiares.

Por cierto, Federico Quevedo, (que a mi juicio --Ni, es “Federico”, Ni, es “Quevedo”-- ¿Vale?), apúnteme en la lista de miembros para enviar burofax. ¿Vale?

…He dicho!

*Es miembro de FAPE

martes, 1 de noviembre de 2011

Competencia e incompetencia política (y III)

*Por Ángel Rico

El filósofo francés, Henri Bergeson, nos dijo que: “Debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción”. Por tanto los ciudadanos normales no debemos distanciarnos de las cuestiones que, más temprano que tarde, nos acabarán afectando en nuestra vida diaria. Es decir, la cosa pública, acordada por los políticos.

Llegados a este punto tengo que confesarle, respetado lector, que he recibido numerosas quejas en relación a mis anteriores comentarios sobre la “Competencia e incompetencia política” actual. Desde distintos ámbitos del espectro político afearon mi conducta y mis posicionamientos. Es evidente que en algunos círculos políticos no aceptan la crítica constructiva.

Lo más repetido en las quejas recibidas, por los políticos o los allegados a los políticos, fue la pregunta: --¿Por qué lo has hecho?. Mis interlocutores no eran capaces de entender que hay personas que tenemos la capacidad de pensar, de analizar y, por tanto, llegar a conclusiones propias. Y si pensamos que los candidatos de este o aquel partido político, son manifiestamente mejorables, sencillamente lo decimos.

Esa autocensura, que practican muchos de los que viven de medrar en los partidos políticos, es lo que resta viveza y frescura a los partidos políticos, dejando de manifiesto la distancia entre la “España oficial y la España real”. La “mediocracia” es una enfermedad contagiosa, que se padece en todos los partidos y a todos los niveles. Lo dije y lo sostengo.

He hablado, por cuestiones laborales, con muchos afiliados y altos cargos del PSOE y el PP donde, off de record, expresan su opinión sobre los candidatos de los partidos donde militan. La opinión de estos militantes, respetado lector, coincide con la que tiene usted. Desde la falta de talla política del candidato Rubalcaba, hasta el mix, políticamente correcto, de la candidatura tipo del PSOE de Ciudad Real, con “un perdedor, una mujer y un gay” en el lote que esperan enviar a las Cortes Generales. Y nos viene a la memoria lo que dijo, James Freeman Clarke “Un político piensa en las próximas elecciones; un estadista, en las próximas generaciones”. Obviamente, Rubalcaba, no es un estadista. Solo es un mal político, donde solo con la trapacería es como consiguió destacar, dentro de su propio partido.

Los afiliados del PP tampoco se callan al opinar sobre las incongruencias de aquellas candidaturas, donde destacan “los pluricargos” y “los perdedores” que recibieron el premio a sus escasos éxitos, incluyéndoles como candidatos al Congreso. En Ciudad Real es un error creer que “todo el territorio es romero”, ó ¿es orégano? Bueno, da igual.

En mi provincia, Ciudad Real, se han presentado trece (13) candidaturas para el 20N, a saber: Partido Socialista Obrero Español, Unión Progreso y Democracia, Escaños en Blanco, Unificación Comunista de España, Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, EQUO, Partido Popular, Partido Comunista de los Pueblos de España, Ciudadanos de Centro Democrático, Falange Española de las Jons, Izquierda Unida de Castilla La Mancha-Los Verdes, Por un Mundo Más Justo y Democracia Nacional. Como hice siempre, me comprometo a leer las propuestas políticas de todos los partidos, para llegar a mis conclusiones que haré públicas en este foro político, democrático y plural.

De entrada ya les confieso que No votaré a UPyD, aunque el candidato al Senado sea, Ángel María Rico Navarro, coincidencia que me obliga a hacer público que ese candidato no soy yo. El candidato es un magnífico profesional, con un currículum excelente, pero que está en un partido donde es más importante el estalinismo interno, que el programa político. La candidata al congreso de UPyD por Ciudad Real, es políticamente inane. No votaré a este partido, porque lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

Tampoco votaré a ninguno de los partidos políticos con el apellido “comunista” ni a los partidos que no han evolucionado y se encuentran en el siglo pasado, porque anhelan la política “estalinista”, o la “mussoliniana”.

Y hoy responderé a la pregunta que tantas veces me han repetido: --¿Por qué lo has hecho? Sencillamente, “--porque puedo y porque quiero”. Si en los partidos políticos pueden decidir a quiénes colocan en sus candidaturas, yo puedo, como ciudadano, manifestar mi opinión al respecto. Y si considero que hay candidatos ó candidatas que son políticamente malos, es porque también serán malos como miembros del Congreso de los Diputados o el Senado. Me limito a expresar mi opinión al respecto.

…He dicho!

*Es miembro de FAPE