*Por Ángel Rico
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Todos los días nos
desayunamos con alguna noticia, repetida por el grupo de opinión sincronizada,
que hace referencia al prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, y ya va
siendo hora de que usted, respetado lector, empiece a aclarar las ideas al
respecto.
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Puigdemont,
políticamente hablando, es un fascista. La RAE dice al respecto: movimiento
político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la
primera mitad del siglo XX, y que se caracteriza  por el corporativismo y la exaltación
nacionalista. Es decir, Puigdemont, nunca será representativo de un gobierno
progresista y feminista. ¡Nunca!
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Desde que huyó de
España, el 27 de octubre de 2017, en el maletero de un vehículo, con la
vomitiva complicidad de Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del gobierno
de Cobardoy, el prófugo se está moviendo por Europa, pesando sobre él una orden
de detención y, transcurrido tanto tiempo, lo más probable es “que tenga
caducados su DNI y pasaporte”, porque no nos consta que tenga la nacionalidad
de otro país. Es decir, es un prófugo indocumentado. Pero, si hubiese renovado
su pasaporte y/o DNI en alguna embajada o consulado, el funcionario que tal
cosa hubiese hecho habría incurrido en un ilícito penal. Porque, personarse en
alguno de esos departamentos del Ministerio de Exteriores, es pisar territorio
español, y el responsable de la embajada o consulado, tendría que haber
cumplido la orden de detención que pesa sobre el por la Audiencia Nacional y el
Tribunal Supremo.
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Llegados a este
supuesto cabe preguntarse ¿Qué están haciendo para clarificar esta situación
los estrategas (suponiendo que los hubiera) del ministerio de la oPPosición?.
Porque l@s juristas de alto nivel que hay en el referido ministerio, además de
tocarse ellos, las gónadas, y ellas el uno o los varios ¿Qué movimientos han
llevado a cabo para que la ley con todas sus extensiones acorrale al prófugo
Puigdemont?
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De no hacer nada,
cabría pensar que todos en el ministerio de la oPPosición están de acuerdo con González
Pons cuando, en agosto de 2023,  defendió
“pactar con Junts, cuya tradición y legalidad no están en duda” (Pons, dixit).
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La política es como
el ajedrez, todos los movimientos deben ir encaminados a dar jaque mate al rey,
y para ello todas las piezas tienen la misma importancia, desde el humilde peón,
hasta la creída reina. Marear y marear y marear a la pública opinión,
simplemente para mantenerse ahí, es la evidencia que desde el primero hasta el
último son cooperadores necesarios del mantenimiento del presiMiente, como
felón I de La Moncloa. Las intervenciones de control al gobierno, de los miércoles,
o las llevadas a cabo en el Senado en la comisión del caso Koldo, provocan
vergüenza a quienes vemos tales intervenciones, improductivas, estériles,   infecundas,   infértiles,   infructuosas y,  por tanto,  inútiles.
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De no revisar la
táctica en el ministerio de la oPPosición, quedará claro que “esos diputados cobardones forman
parte del problema”. Y surgirá la máxima de:  “Albertote que te vote puigdemont-e”  
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Y al presiMiente le dará igual lo que acuerde la ejecutiva de la formación que preside Puigdemont en su reunión en Perpiñán (Francia) y acuerde poner fin al respaldo al Gobierno de Pedro Sánchez este lunes. Porque el mentiroso no le importará gobernar 40 años más, sin presupuestos y sin que se apruebe ninguna ley que beneficie a los españoles. Irá de titular en titular, todas las semanas, con la única obsesión de que le sigan haciendo el rendibú todos los días. Porque el presiMiente tiene un evidente “síndrome de Hubris” (cuando el poder convierte a los políticos mediocres en dioses) sin admitir que solo es “el secretario general del putisoe” --.•. ¡…He dicho!
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* *Es Presidente del Instituto Hispano Luso – Argentino, Brasileño, Italiano y Norteamericano
 
 
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