viernes, 12 de diciembre de 2014

Corrupción en la tierra como en el cielo

*Por Ángel Rico
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Le contaré a usted, respetado lector, que: --en una conversación con un amigo, profesor universitario, este (el profesor) me comentaba que “en la universidad española hay más corrupción que en el conjunto de concejalías de urbanismo de toda la costa española”--. Al escuchar esto pedí al profesor que me ilustrase y este me habló de la “endogamia” existente en la universidad, donde se aplica aquello de, “entre bomberos no nos  pisamos la manguera” funcionando  la universidad por una inercia invisible, que hace que las aulas se abran y cierren; las titulaciones se reciban por el alumnado, sin unos objetivos concretos.
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Las tramas y maquinaciones para “engrosar las páginas curriculares” están a la orden del día, donde el profesor “A” convoca al profesor “B” y este cita  al “C” que, a su vez, emplaza al profesor “A” para impartir magníficas conferencias, en estupendos seminarios, graciosamente financiados por esta o aquella entidad filantrópica, que utiliza las donaciones para aminorar impuestos, al tiempo que los catedráticos son más y más doctos. Similar sinergia ocurre con la contratación interina de familiares, que una vez en la institución ponen de manifiesto aquello que decían los clásicos: --No hay nada más permanente como lo provisional--. Y los profesores, sean o no, de matemáticas en este tipo de actuaciones ejemplifican la realidad de la propiedad distributiva, a saber: Si “A” es igual a “B” y “B” es igual a “C”, los familiares del profesor “C” tienen los mismos derechos a ser contratados por el profesor “A”. Lo que en estos días hemos conocido sobre el caso “Errejón contrato black en la universidad de Málaga”, es solo un reflejo de lo que ocurre en otras universidades como, por ejemplo, la de Castilla-La Mancha.
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Hubo un tiempo en que las universidades buscaban, para ofrecer a la sociedad,  la excelencia, tanto en la formación, cuanto en la investigación. Hoy, desgraciadamente, no se buscan aquellos magníficos principios, y el exceso de burocratítis en el funcionariado lo pone de manifiesto. Las universidades se forman por personas y las personas, a su vez, son formadas por ideales como un binomio indisoluble (o tal vez no). Los hábitos son la corrupción de nuestra naturaleza.
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He tenido la ocasión de comprobar de forma directa cómo catedráticos y catedráticas de universidad de la UCLM, están más ligados al pasado que al futuro; en todo caso, ligados a la costumbre.  He visto como, --erre, que erre, que erre--, se empeñaba el interlocutor del Vicerrectorado de Investigación en convencernos que “son mejores los hábitos medievales que las posibilidades, que a través de la investigación, ofrecerá el siglo XXII”. Lo que lleva, tras un mínimo análisis de la situación, a entender por qué no hay ninguna universidad española entre las 175 mejores del mundo, según el ranking “QS 2013”.
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Usted, respetado lector, estará pensando: --que no hay fondos para investigación--, y yo le respondo: --en el caso que nos ocupa, sí hay fondos para investigación, lo que no hay es interés--, donde los potenciales investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha, nos tenían que indicar –en qué fase de un proyecto agroenergético concreto querrían participar, siendo protagonistas de la investigación correspondiente—Y ahí, en esa decisión, es donde la abulia institucional hizo que nos hablasen de la Edad Media, mientras nosotros hablábamos de las comunicaciones “5G” por lo que, obviamente, fue imposible el entendimiento.
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Y todo lo anterior, a pesar de que la Ley Orgánica, 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, entre otras cosas habla: Exposición de motivos I: --Constituye así el marco adecuado para vincular la autonomía universitaria con la rendición de cuentas a la sociedad que la impulsa y la financia. Y es el escenario normativo idóneo para que la Universidad responda a la sociedad, potenciando la formación e investigación de excelencia, tan necesarias en un espacio universitario español y europeo que confía en su capital humano como motor de su desarrollo cultural, político, económico y social.
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Artículo 30 bis:--Las Universidades, para el mejor cumplimiento de sus funciones al servicio de la sociedad, podrán cooperar entre ellas, con Organismos Públicos de Investigación, con empresas y con otros agentes del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación o pertenecientes a otros países, mediante la creación de alianzas estratégicas que permitan desarrollar conjuntamente enseñanzas conducentes a la obtención de títulos universitarios de carácter oficial y validez en todo el territorio nacional o programas y proyectos de excelencia internacional. (Sic)
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Demostrándose, a la hora de la verdad, que predomina la desidia en esta universidad concreta; quedando en evidencia ante la reacción contraria de la Universidad de Extremadura, que no sólo aceptó el reto, sino que realizó una propuesta que ha supuesto la admiración de la Comisaría de Investigación, Ciencia e Innovación de la Comisión Europea. Surgiendo, por parte de la ciudadanía, una pregunta: --¿Los 247 millones de euros que la UCLM gastará el año 2015 están bien o mal invertidos? ¿Esa gran fortuna repercutirá en la sociedad? ¿Qué es lo que motiva la relación de objetivos a buscar? ¿Los proyectos de investigación, que supondrán 11,3 millones de euros, se han analizado seriamente? ¿La relación de proyectos de investigación es pública? Y ¿La relación de familiares colocados en la UCLM, también es pública?  Porque ya lo dijo, Tácito: -- En un espíritu corrompido no cabe el honor--.
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El ranking del “Center for World  University Rankings” coloca a la UCLM, en el puesto 770, es de esperar que en las próximas elecciones al claustro de dicha Universidad, el equipo resultante tenga más interés por la conquista del futuro, que por la satisfacción de tiempos pasados.  La clasificación universitaria mide hasta mil centros de todo el mundo —aunque solo clasifica a los 500 mejores—, y que combina criterios relacionados con la reputación, la cantidad  y calidad de la producción científica de cada uno de ellos.
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Es cierto que: --no todos los concejales de urbanismos de los municipios costeros son corruptos, como tampoco es cierto que todos los profesores universitarios sean manifiestamente mejorables--, por ello, a los unos y los otros (a los buenos) les pido perdón por haberles ofendido con este “off the record”, y al tiempo les pido que ayuden a desenmascarar a aquellos burócratas para quienes la universidad sea solo un instrumento para satisfacer inconfesables objetivos de casta, de endogamia y de mediocridad, en un instrumento, la universidad, pagado por la sociedad y que, como ha quedado demostrado, el estamento está muy por encima de aquellos que solo se lucran con un cargo, al que insultan al no aportar nada de la excelencia que se espera de un icono de progreso, un medio de crecimiento y sobre todo una oportunidad de transformar sueños y vidas en realidades de impacto colectivo. La universidad debe ser mirada como un lugar en la que pueden acudir estudiantes que aglutinen las facultades precisas para superar estudios superiores, y colaborar en la transformación de la sociedad.
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La grandeza universitaria radica en la fortaleza que le imprime el cumplimiento de su misión y el compromiso de quienes la integran, para aportar a la sociedad el máximo de sus posibilidades. De las universidades serias salen la ciencia, la filosofía y todos los principios ideales y vivientes que rigen la existencia y el desarrollo del espíritu humano, de la UCLM no salen más que burócratas. El verdadero espíritu universitario en la que con los aportes científicos y culturales, se contribuye con la sociedad, para ser lo que la sociedad espera de la universidad que sufraga. Que alguien se lo recuerde al Rector Magnífico de la UCLM, para que lo transmita a todo el equipo y, éste, (el equipo) predique con el ejemplo. Porque como dijo, Bertolt Brecht, “Muchos jueces son incorruptibles, nadie puede inducirlos a hacer justicia”, pues, mutatis mutandis, ocurre lo mismo con algunos profesores universitarios.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

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