*Por Ángel Rico
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En sus “Crónicas parlamentarias” escribió Azorín “en manos de esta gente está el futuro de España” al referirse a los diputados de
entonces; viniendo a cuento recordar la Historia
del periodismo parlamentario, para entender que: --en el parlamentarismo, hoy estamos
como entonces; y en la cosa periodística, estamos peor que entonces--. Los cincuenta años transcurridos desde su
muerte (3 de marzo de 1967), nos presenta “un listón demasiado alto, para el
periodismo de hoy”. Claro que, José
Augusto Trinidad Martínez Ruiz, --Azorín--, además de crónicas
parlamentarias, escribía libros. ¿Se imagina usted, respetado lector, a los
“Encinas”, “Ruiz-Cuatro”, “Ferreras-Sexta”,
“R Martín”, “Ekaizer”, “Maruenda”, etc., con capacidad para escribir un
libro que pueda pasar a la Historia?
Un servidor, tampoco. Y, lamentablemente, son los encargados de fertilizar la
capacidad crítica del personal que solo se informa por la tele.
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El anterior párrafo viene a cuento, en
el asunto del “mafio-polio” de la estiba y desestiba portuaria en España; donde el respetable público, en
un adormecimiento que necesita de un tratamiento especializado de urgencia,
permanece inane, ante el resultado del juego del “monopoly-tico” cuyos
resultados acabaremos pagando todos.
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Los aplausos y los gestos “pan
troglodytes” (chimpancé común) de los diputados y diputadas (chimpancés y
chimpancesas) de Podemos (y podemas) puño en alto, tras aprobar que, seis mil
(no seiscientos mil, ni sesenta mil) solo, --doce veces quinientos (6.000)--,
miembros de una bien pagada casta, mafiosa y machista, siguiesen disfrutando de
unos inadmisibles privilegios; junto con la congratulación de los socialistas (¿este es el socialismo,
de casta, que defienden?) Isabel, José
María ¿En las zonas rurales deprimidas de Ciudad
Real, vais a explicar por qué al mafio-polio de la estiba, con vuestro
votos, le dais tanto y a las zonas rurales, tan poco? Porque, teóricamente, de
eso va el Socialismo.
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Y usted, respetado lector, se estará
preguntando: --Y esto del problema de los estibadores, ¿en qué consiste?-- Pues
verá; Acabada la Segunda Guerra Mundial,
en 1945, y por tandas, empezaron a
llegar a España, los miembros de la División
250, Einheit spanischer Freiwilliger de la Wehrmacht, más
conocida como la División Azul (Blaue Division, en alemán), que fue
una unidad de voluntarios españoles que sirvió entre 1941 y 1943 en el ejército
alemán durante la Gran Guerra Mundial,
principalmente en el Frente Oriental contra el comunismo de la Unión Soviética, al mando de su primer
Comandante, que posteriormente fue Ministro
del Ejército y Vicepresidente del Gobierno, Capitán General Agustín Muñoz
Grandes. De los 40.000 combatientes españoles, hubo 20.000 bajas, y 572
fueron hechos prisioneros de guerra, y repatriados desde la prisión de Odesa a España, en abril de 1952, a bordo del, destartalado, buque de la Cruz Roja Francesa, el Semíramis.
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Llegados a España, muchos de estos excombatientes, no tenían ni oficio ni
beneficio, y considerando que la economía, importación-exportación, empezaba a
activarse y que las (pocas) empresas que se dedicaban a la manipulación de carga y
descarga de barcos, no tenían mano de obra disponible, --teniéndose que
recurrir a la Ley de Vagos y Maleantes, aprobada durante la II República--, para obligar a descargar las mercancías y permitir
el abastecimiento de una población de postguerra, hambrienta; los ministros, Muñoz Grandes (Ministro Secretario General
de F.E.T. y de las J.O.N.S.) y Girón
de Velasco (Ministro de Trabajo) crean, ad hoc, en 1944, la Organización de Trabajadores Portuarios (OTP) con estatuto propio,
dentro del, incipiente “sindicalismo vertical” para que los exdivisionarios,
sean el personal de trabajo (temporal) a disposición de las necesidades
existentes y las que fueran surgiendo de carga y descarga en los puertos
españoles. Así, tacita a tacita, gobierno a gobierno, dejadez a dejadez, se ha
mantenido el “mafio-polio” de la estiba hasta la actualidad, consiguiendo mediante el
chantaje, de unos privilegiados, las enormes prerrogativas de las que goza esta
casta portuaria; demostrando que, en España
nada hay tan permanente como lo provisional.
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La Historia
se fue sucediendo y hubo que aplicar el artículo 40 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que entre
otras cosas dice: --quedarán prohibidas las restricciones a la libertad de
establecimiento de los nacionales de un Estado miembro en el territorio de otro
Estado miembro. Dicha prohibición se extenderá igualmente a las restricciones
relativas a la apertura de agencias, sucursales o filiales por los nacionales
de un Estado miembro establecidos en el territorio de otro Estado miembro— (Sic) Es decir, el “mafio-polio” de la estiba
debería desaparecer, tal como indicó una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de 11 de diciembre de
2014, --el incumplimiento de la legislación Europea ha supuesto una multa, al
día de hoy, de 23 millones de euros; y de no llegarse a un acuerdo urgente, los
españoles (no los políticos de la mediocridad) tendremos que pagar una sanción
diaria de 134.000 euros.
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La sanción económica podría haberse
evitado si, cuando se conoció la sentencia el Gobierno de la (absolutísima)
mayoría absoluta de Rajoy de
entonces (2014), en el Congreso y Senado, hubiese aprobado el Real Decreto Ley correspondiente
en Consejo de Ministros un viernes, y haberlo ratificado por mayoría absoluta
la semana siguiente. Al no hacerlo cuando se pudo, y ser de obligado
cumplimiento la sentencia, ahora hay que hacerlo a cualquier precio. Surgiendo
la pregunta ¿A cualquier precio?
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En los pasados días se ha evidenciado
que seis mil tíos (porque a la mujer le es imposible trabajar en este sector)
le han bajado los pantalones al Gobierno, para carcajearse después de las
propuestas. La mediocridad de los gobiernos del PP, es inmensa; no solo por no aprobar las cosas cuando
correspondía, sino por tener el oscuro privilegio de no conseguir aprobar un
real decreto; (algo que solo ha ocurrido dos veces en Democracia), por este hecho, deberían presentar su dimisión, tanto
el Ministro de Fomento, Íñigo de la
Serna, cuanto el Secretario de Estado
de Relaciones con las Cortes, José Luis Aillón. Los españoles no nos
merecemos tanto ridículo.
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La (mediocre) clase política no será quien pague el costo
del desacuerdo; los paganos seremos todos los ciudadanos. Pero es importante
que se analicen el papel que han tenido todos los participantes. Porque el voto
en contra del R.D.L., por parte del PSOE, supondrá impedir, de hecho, que
18 mil nuevos empleos puedan llegar a crearse en ese sector; o que miles de transportistas
autónomos de mercancías por carretera, tengan que seguir sufriendo
(¡sufriendo!) los caprichos de un sector al que nadie controla. Los diputados
de este partido le han dado una patada
al gobierno, pero en el trasero de todos los ciudadanos.
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El caso de Ciudadanos es paradigmático, un partido liberal que se abstuvo en
la votación que buscaba liberalizar la estiba, a pesar de ser el único (¡el
único!) partido que llevaba en su programa electoral –liberalizar el sector de
la estiba--. Procede que su líder conozca aquello de, Herbert Swope: --No puedo darte la fórmula del éxito, pero si puedo
darte la del fracaso, “tratar de complacer a todos”--. En el imaginario
colectivo, el Ciudadanos, pseudo
liberal, está hoy más fracasado que hace un mes--. Para el electorado, las
cosas políticas no son como son, son como parecen. Ciudadanos perdió la oportunidad de ser referencia política. Es muy
fácil ser respetable cuando no se tiene oportunidad de ser otra cosa (George Bernard Shaw) los diputados
naranja tuvieron la oportunidad y la dejaron pasar.
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…He
dicho!
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* Es
Presidente del Instituto Hispano Luso
* Secretario
General de Transfuturo
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