viernes, 7 de julio de 2023

Centro Democrático Unido “CDU”

 

(*) Por Ángel Rico

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Le contaré a usted, respetado lector, que me parece acertada la iniciativa de personas civiles, --entendiendo por “civiles” que no han liderado en el pasado inmediato ningún partido político--, se hayan puesto de acuerdo para dar de alta (ya está) un partido político de centro, de ámbito nacional, el “Centro Democrático Unido” (CDU); con el que, un servidor se ha comprometido a colaborar dentro de mis posibilidades.

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Es un hecho innegable que la política, en general, y los partidos políticos, en particular, deben ser instrumentos para conseguir cosas que la sociedad necesita en cada momento. Estar por estar, o medrar en la irrelevancia es todo lo contrario a la filosofía de la política útil al servicio de la ciudadanía.

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La programación del CDU se está construyendo para las elecciones generales, que las habrá a finales de 2025. Porque conociendo el percal de los personalismos de los líderes del momento, no serán capaces de aguantar los 4 años de una legislatura normal, y tendrán que convocar elecciones a mediados de la próxima legislatura. Ahí es donde el talante, el programa y los representantes del nuevo partido de centro, se medirán frente a lo que ya conocemos.

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Si hacemos un poco de historia, habrá que admitir que el partido liberal que nació en Cataluña y, por la soberbia de sus dirigentes, ha desaparecido, cuando consiguió la simpatía y el apoyo de personas independientes del resto del país, en general, y de Cataluña en especial, fue cuando en las elecciones autonómicas de 2017, siendo la fuerza más votada, en la noche de la victoria los miembros de aquel partido cantaban “yo soy español, español, español”. Algo que generó el interés en muchas partes de España, al tener el valor de cantar en Cataluña el  “yo soy español, español, español”, algo que “Cobardoy” no había sido capaz de fomentar cuando gobernaba con mayoría absoluta y se arrastraba cediendo todas las peticiones del separatismo catalán. Y aquel talante “español” fue el que sirvió para que el partido liberal prosperase en el resto del territorio nacional. Hasta que por la soberbia de sus líderes, se jodió aquella alternativa.

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Los grandes edificios se empiezan a construir por los cimientos, y los partidos políticos de futuro, también. Y, además, hay un precedente histórico en España en el que mirarse y a quien imitar, para conseguir en el  futuro, lo que aquellos consiguieron en el pasado. El término “Unido” es porque este partido tendrá que “unir” a todas aquellas personas que en la actualidad, sintiéndose de centro, están huérfanos de líderes a quien seguir, y están repartidos en los tres partidos que conocemos. Obviamente, no me refiero al partido comunista, llámese como se llame en cada momento. Y con el Yolicomunismo, lo que no sea obligatorio, estará prohibido

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Hasta este momento se está percibiendo que a los líderes de los   principales políticos que pueden conseguir echar al, todavía, Presidente del Gobierno, les importa más su personalismo político que el bien general de España y de los españoles, y el uno por el otro y el otro por el uno serán capaces (y ahí está el riesgo) de que todo siga igual, con el peligro que eso conlleva. A la hora de negociar el futuro de España, no procede poner sobre la mesa ni las pijadas del “sorayismo” ni la sombra de la “Birgoneta”, porque entonces el riesgo de que el “socialpijomunismo”  se mantenga es inminente. En unas semanas podremos ver cuánto hay de liderazgo y cuanto de “marioneta-zgo” en los líderes nacionales.

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El sanchismo no es solo una forma vulgar de hacer política, es decir la chulería la mentira y el oportunismo, con esos andares de galán de tranvía. El sanchismo es un proyecto de poder a largo plazo, y su objetivo esencial es la liquidación de la España constitucional pactada en el año 1978; --El indulto a los líderes del 11 de octubre; la derogación del delito de sedición; la rebaja del delito de malversación; el blanqueamiento de Bildu; el asalto a la Justicia; la colonización de las instituciones; la ley de memoria “anti-democratica”; la agitación del guerracivilismo; la reivindicación de la II República como una etapa luminosa; la expulsión de la Guardia Civil de las Vascongadas y Navarra; los ataques directos o sibilinos a la Corona; la demonización de la oposición. Todo eso forma parte de un plan para sustituir el orden constitucional por un caos en el que Sánchez mande por descarte. Lo que preside no es un gobierno en sentido estricto, sino un proceso de ruptura; y ese proceso sigue, de momento, en marcha. La negociación con ETA, llámese en cada momento, como se llame; consistió en que se le dijo “tu deja de matar que yo “socialpijomunismo” te dejaré mandar. Y ETA aceptó la transacción, porque su objetivo no fue “matar por matar”, sino “matar para mandar”, y lo va consiguiendo. Si de Sánchez depende, Arnaldo Otegui (secuestrador, condenado por terrorismo)  será lehendakari del País Vasco y a partir de ahí impulsará sus delirios mediante Bildu, a saber –la implosión de España en tribus étnicas enfrentadas, y la involución marxista y totalitaria del País Vasco. Es una fuerza que no tiene equivalente en ningún lugar de Europa.

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Sánchez ha elegido a Podemos, Esquerra y a Bildu, por sintonía y por conveniencia, y no va a romper con ellas porque son parte de su proyecto de poder. Sánchez considera que estas fuerzas no son solo compatibles con sus objetivos, sino convergentes. Y les dice “yo os entrego a vosotros (exterroristas) el País Vasco  y a vosotros (exgolpistas) Cataluña, a cambio de que vosotros me mantengáis a mi (Sánchez) al frente de lo que vaya quedando de España, el tiempo que haga falta. Si Sánchez sigue en el poder veremos referéndums de autodeterminación en Cataluña y el País Vasco.


Un servidor, coincide con Cayetana Álvarez de Toledo, el futuro depende de todos nosotros, haciendo que Sánchez no siga en el gobierno. Para eso hay que actuar de acuerdo al sentido común. –Unir votos para echar a Sánchez, y aquel voto que no sume con claridad, es que resta; después construir el futuro por fases, y en esa construcción el espíritu del “Democrático de Centro Unido” será indispensable, para que no se aplique, en ningún momento,  una  política lampedusiana. En la vida y en la política hay que tener presente que “Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir” Nunca pierdas el tiempo lamentando errores. Basta con que no los olvides ¡Que así sea!

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--.•. ¡…He dicho!

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(*) Es Presidente del Instituto Hispano Luso.


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