sábado, 18 de junio de 2011

¡…Auxili…! ¡…Auxili...! y la vergüenza

*Por Ángel Rico

Les confesaré a usted, respetado lector, que cuando observé lo ocurrido frente al Parlamento de Cataluña, entre los “perro flauta-15M” y los parlamentarios catalanes, sentí una profunda vergüenza ajena. La clase política catalana, que vive en el submundo de la mentira, al considerarse “una nación” y promueven el “Catalonia is not Spain” en demasiados episodios críticos, de subida de fiebre y de barretina, fueron arrastrados por el fango, por su falta de autoridad, de prestigio y de respeto.

Unos políticos (catalanes) que, en su mayoría, prefieren mantener unas ilegales, innecesarias y carísimas “ambaixades catalanes” en el exterior, a costa de, por ejemplo, disminuir la calidad sanitaria, la Ley de Dependencia y mantener un déficit público superior al griego, fueron incapaces de hacerse respetar por un grupo de “perros flauta”, permitiendo que el Parlamento de Cataluña fuese secuestrado durante varias horas y transmitiendo, al mundo, una imagen de los “padres de la patria (catalana)” de vejación y tercermundismo. Verles correr y pedir ¡auxili! ¡auxili!, fue la prueba de que los legisladores de Cataluña no saben estar a la altura de lo que, su posición y su salario mensual, les exige.

“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto” (Georg Christoph Lichtenberg) Y aquí es donde se concentran una gran parte de los “indignados-15M” en la falta de respeto a la Ley, al prójimo y a los malos gobernantes. Lo cual presenta una preocupante disyuntiva para el resto de la sociedad, que no está dispuesta a sufrir los perjuicios causados por la dejadez, la incompetencia y estupidez de quienes se comprometieron a cumplir y hacer cumplir las leyes y, sencillamente, no están cumpliendo con su obligación. De seguir el gobierno de Cataluña, en particular y el gobierno de España, en general, sin cumplir con sus responsabilidades, el riesgo del choque directo entre, los “indignados-15M” que se enfrentan al sistema y a la incompetencia, y los “reindignados” que están hartos de los perjuicios causados por los “indignados-15M” es cada día más previsible. Y ¿entonces qué harán los gobiernos?

Hay que recordar que la Generalitat lleva años incumpliendo las resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, al menos cinco sentencias del Tribunal Supremo y el fallo del Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. Actitudes injustificables de las que son cómplices los parlamentarios que ¡…auxili…! ¡… auxili…!, corrían huyendo de los “perro flauta”, y del gobierno de España, que no hace nada para evitarlo. Los mayores nos enseñaron aquello de: “La vergüenza una vez perdida, se perdió para toda la vida” Lo que se evidencia en los gobiernos de Cataluña y de España.

“Si el gobernante se impone por sus cualidades y mantiene el orden en armonía con las buenas costumbres, el pueblo sentirá vergüenza de actuar mal y avanzará por el camino de la virtud” (Confucio) Aquí radica el secreto del buen gobernante, algo que como estamos viendo, está ausente de la dinámica de Zapatero-Rubalcaba (llamadlo Alfredo) y de Artur Mas-Felip Puig. Con el riesgo de que, una parte, del Pueblo, vayan subiendo, escalón a escalón, por caminos que llevan a ninguna parte para la mayoría de la sociedad, pero que serán la causa de enfrentamientos, para evitar los agravios comparativos, que beneficien a unos a costa de los otros.

Mientras esta tragicomedia se desarrolla, la economía nacional va de mal en peor. Y para enredar más la situación el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí, ha llamado al 'patriotismo alimentario' catalán. "Si entramos en un restaurante y consumimos vino de La Rioja no estamos ayudando al empresariado catalán", ha afirmado. El conseller ha hecho estas declaraciones en La Seu d'Urgell, donde ha clausurado la Trobada al Pirineu, un encuentro que ha reunido a alrededor de 500 empresarios, por lo que Pelegrí ha calificado las jornadas como "las más concurridas de Catalunya". Es obligado pensar a, contrario sensu, que si el resto de españoles consumimos cava, u otros productos catalanes, estaremos ayudando, indirectamente, a un gobierno (el catalán) que hace todo lo posible por joder a la mayoría de ciudadanos y de empresas de España. Estoy de acuerdo con usted, respetado lector, yo también haré lo mismo.

Porque como nos enseñó Víctor Hugo: “Entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo consiente, hay cierta solidaridad vergonzosa” Dinámica que debe ser rota, para que nosotros, el Pueblo, tengamos la seguridad de que, en todo momento, nos ampara el Estado de Derecho y que todos somos iguales ante la Ley. De no ser así se abriría la puerta de la ley del más fuerte. Lo que está de más en una sociedad libre y democrática.

Me pregunto lo que pensará el diputado catalán, Gerard M. Figueras i Albà, el que solicitó ante los “perro flauta” ¡…auxili! ¡…auxili!, cuando les explique a sus hijos aquella situación de los padres de la patria (catalana). “La vergüenza se siente cuando sabes que hiciste algo malo y sabes que lo volverás a hacer”

…He dicho!

*Es miembro de FAPE

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