martes, 1 de noviembre de 2011

Competencia e incompetencia política (y III)

*Por Ángel Rico

El filósofo francés, Henri Bergeson, nos dijo que: “Debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción”. Por tanto los ciudadanos normales no debemos distanciarnos de las cuestiones que, más temprano que tarde, nos acabarán afectando en nuestra vida diaria. Es decir, la cosa pública, acordada por los políticos.

Llegados a este punto tengo que confesarle, respetado lector, que he recibido numerosas quejas en relación a mis anteriores comentarios sobre la “Competencia e incompetencia política” actual. Desde distintos ámbitos del espectro político afearon mi conducta y mis posicionamientos. Es evidente que en algunos círculos políticos no aceptan la crítica constructiva.

Lo más repetido en las quejas recibidas, por los políticos o los allegados a los políticos, fue la pregunta: --¿Por qué lo has hecho?. Mis interlocutores no eran capaces de entender que hay personas que tenemos la capacidad de pensar, de analizar y, por tanto, llegar a conclusiones propias. Y si pensamos que los candidatos de este o aquel partido político, son manifiestamente mejorables, sencillamente lo decimos.

Esa autocensura, que practican muchos de los que viven de medrar en los partidos políticos, es lo que resta viveza y frescura a los partidos políticos, dejando de manifiesto la distancia entre la “España oficial y la España real”. La “mediocracia” es una enfermedad contagiosa, que se padece en todos los partidos y a todos los niveles. Lo dije y lo sostengo.

He hablado, por cuestiones laborales, con muchos afiliados y altos cargos del PSOE y el PP donde, off de record, expresan su opinión sobre los candidatos de los partidos donde militan. La opinión de estos militantes, respetado lector, coincide con la que tiene usted. Desde la falta de talla política del candidato Rubalcaba, hasta el mix, políticamente correcto, de la candidatura tipo del PSOE de Ciudad Real, con “un perdedor, una mujer y un gay” en el lote que esperan enviar a las Cortes Generales. Y nos viene a la memoria lo que dijo, James Freeman Clarke “Un político piensa en las próximas elecciones; un estadista, en las próximas generaciones”. Obviamente, Rubalcaba, no es un estadista. Solo es un mal político, donde solo con la trapacería es como consiguió destacar, dentro de su propio partido.

Los afiliados del PP tampoco se callan al opinar sobre las incongruencias de aquellas candidaturas, donde destacan “los pluricargos” y “los perdedores” que recibieron el premio a sus escasos éxitos, incluyéndoles como candidatos al Congreso. En Ciudad Real es un error creer que “todo el territorio es romero”, ó ¿es orégano? Bueno, da igual.

En mi provincia, Ciudad Real, se han presentado trece (13) candidaturas para el 20N, a saber: Partido Socialista Obrero Español, Unión Progreso y Democracia, Escaños en Blanco, Unificación Comunista de España, Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, EQUO, Partido Popular, Partido Comunista de los Pueblos de España, Ciudadanos de Centro Democrático, Falange Española de las Jons, Izquierda Unida de Castilla La Mancha-Los Verdes, Por un Mundo Más Justo y Democracia Nacional. Como hice siempre, me comprometo a leer las propuestas políticas de todos los partidos, para llegar a mis conclusiones que haré públicas en este foro político, democrático y plural.

De entrada ya les confieso que No votaré a UPyD, aunque el candidato al Senado sea, Ángel María Rico Navarro, coincidencia que me obliga a hacer público que ese candidato no soy yo. El candidato es un magnífico profesional, con un currículum excelente, pero que está en un partido donde es más importante el estalinismo interno, que el programa político. La candidata al congreso de UPyD por Ciudad Real, es políticamente inane. No votaré a este partido, porque lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

Tampoco votaré a ninguno de los partidos políticos con el apellido “comunista” ni a los partidos que no han evolucionado y se encuentran en el siglo pasado, porque anhelan la política “estalinista”, o la “mussoliniana”.

Y hoy responderé a la pregunta que tantas veces me han repetido: --¿Por qué lo has hecho? Sencillamente, “--porque puedo y porque quiero”. Si en los partidos políticos pueden decidir a quiénes colocan en sus candidaturas, yo puedo, como ciudadano, manifestar mi opinión al respecto. Y si considero que hay candidatos ó candidatas que son políticamente malos, es porque también serán malos como miembros del Congreso de los Diputados o el Senado. Me limito a expresar mi opinión al respecto.

…He dicho!

*Es miembro de FAPE

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