Diferencia entre “transportistas” y “choferistas”

*Por Ángel Rico

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Tras el despertar de conciencias que ha provocado Blanca Salmón con sus cartas (epístolas) al Transporte, son numerosos los foros donde los autónomos que luchan por su futuro, debaten sobre las propuestas concretas. En esta ocasión tuve la oportunidad de participar, en una reunión informal realizada al efecto, ayer sábado, en Salamanca, previa convocatoria de Gómez, el amigo transportista autónomo de Cáceres.

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A esta reunión asistieron también, Luis Alberto Martínez, de Valladolid; Marcos Abascal, de León; Ricardo Rodríguez y Cesar Luis Muñoz, de Palencia; Luis Ángel Suárez, de Cáceres, Juan Francisco Velasco y Sabino Segurola,  de Santander.

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Tras los comentarios iniciales sobre --la realidad del sector, los culpables de la situación y las 7 Cartas al Transporte de “Salmón24” encima de la mesa--, los asistentes, entre otras cosas, coincidieron en que: --no se puede considerar a todos los camioneros como transportistas--. Y se debatió profundamente, sobre el asunto, para aclarar las diferencias entre “transportistas” y “choferistas”. Opiniones consensuadas que trataré de reflejar aquí, a saber:

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Los “transportistas”, son profesionales que utilizan el camión como uno de los instrumentos necesarios para desarrollar una actividad profesional, que permita mantener a su familia y la empresa familiar, con todas las responsabilidades y riesgos que ello supone.

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En cambio, los “choferistas”, consideran el camión como --el único fin--, por lo que todos los días tienen la necesidad de chutarse una dosis de “camionina” para satisfacer el síndrome de abstinencia de camión y carretera; la “camionina” modifica las funciones de la conducta, del comportamiento, del juicio, la percepción y el estado de ánimo, de los “choferistas”. Tratando de transformar en profesión, lo que en realidad es un peligroso hobby.

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Para los “choferistas” lo importante es camionar (circular con el camión a cualquier precio). Y si el presupuesto aceptado para un servicio no cubre los gastos, cuando se quedan sin dinero o sin gasóleo, se hace uso de la picaresca para seguir camionando. Hasta que la huída hacia ninguna parte, repitiendo error tras error,  hace imposible un día poner su camión en marcha.

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Cuando los “choferistas”, por ejemplo, escuchan el ruido producido por “el picado de bielas o autoencendido” en el motor, elevan el volumen de la radio del camión, para dejar de oír ruidos inconvenientes. Y una avería que se podría haber resuelto con unos cuantos euros del aditivo adecuado, se convierte en un desperfecto que costará varios miles de euros reparar. Algo similar ocurre, con los mensajes que reciben donde se les indica –que, en el Transporte, ciertos servicios y condiciones no se pueden aceptar--, hacen oídos sordos y los aceptan.

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Las actuaciones inconscientes de los “choferistas” han llevado al Transporte de mercancías por carretera a una situación insostenible. Donde la pérdida de dignidad de los “choferistas” está poniendo en riesgo el futuro profesional de los “transportistas”. Porque las incomprensibles cesiones y pérdidas de dignidad, de los unos, han colocado a la generalidad del Transporte, en la estantería emocional de la falta del respeto social, político y sectorial.

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Las diferencias  son evidentes; la LOTT, utiliza 62 veces el término “transportista” y sobré este recaen todas las responsabilidades de la actividad de transportar mercancías desde un lugar a otro. Sobre el “transportista” se establecen las normas que han de cumplirse para el ejercicio de la profesión de “transportista” por carretera, en relación con el cumplimiento de los requisitos de establecimiento, competencia profesional, capacidad financiera y  honorabilidad de las empresas. Estableciendo las características de la actuación de los transportistas y operadores en el mercado de transporte de mercancías.

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En relación al “choferista” la LOTT, solo le atribuye la responsabilidad de conducir el vehículo, de acuerdo a las normas establecidas al efecto. Obligaciones que también afectan al “transportista” autónomo que, además, de todas las responsabilidades --de competencia profesional, capacidad financiera, honorabilidad y control de la carga--, le afectan las obligaciones del buen conductor, incluidos los tiempos de conducción y descanso; porque el autónomo es el propio conductor de su empresa familiar. Todas las imposiciones legales del conductor y porteador, recaen sobre los autónomos profesionales, además de las propias de ser “transportistas”.

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En un momento dado, les pregunté a los profesionales allí reunidos: --¿Cómo se puede detectar la diferencia entre un “transportista” y un “choferista”?--, respondiéndome,  –“choferistas”  son los que justifican las pérdidas económicas de uno o varios transportes, con tal de no estar parados; los “transportistas” son los que no aceptan transportes que supongan pérdidas; ni documentos de pago, de entidades o personas, que se han caracterizado por dar pagarés ful, porque quién da un documento sin fondos y cuela una vez, los volverá a dar más veces. Los “choferistas” se lamentan de lo mal que están las cosas, mientras que los “transportistas” dejan al cargador sinvergüenza, con la carga en el almacén y con el engaño--.

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Un verdadero “transportista” debe tener algo más, que pasión por aquella canción de Loquillo y los Trogloditas:

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Yo para ser feliz, quiero un camión,

llevar el pecho tatuado,

en camiseta mascar tabaco.

Escupir a los urbanos,

a las chicas meter mano …

Yo para ser feliz, quiero un camión.

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Para resolver la problemática general del Transporte, es imprescindible que los que quieran luchar por el “Futuro del Transporte”, separen las problemáticas de ambos colectivos, porque tratando de resolver al mismo tiempo, realidades distintas, solo se conseguirá que todo siga igual y que, paguen justos por “choferistas”.

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Tras varias, interesantes, horas de debate, se levantó la reunión con el compromiso de colaborar en lo que sea necesario para defender la profesión. Quedando emplazados, --Gómez y un servidor--, a reunirnos próximamente, en algún otro cruce de caminos, con autónomos del Transporte que luchen por su futuro, para hablar de las cosas que Blanca Salmón (Salmon24) siga sugiriendo y sumar sus apoyos al objetivo general de defender el Futuro del Transporte autónomo.

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Antes de seguir nuestros respectivos caminos, nos intercambiamos vinos de “Ribera del Duero”, y de “Valdepeñas”, hablamos del tiempo de envejecimiento, en roble y en botella, de cada uno, y en el próximo encuentro comentaremos el veredicto de la cata de los mismos.

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…He dicho!

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*Es Presidente del GEA & GEA