sábado, 1 de noviembre de 2014

Corrupción de algunas personas

*Por Ángel Rico
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La sociedad civil ha llegado a la conclusión de que está harta de la corrupción política; los últimos casos conocidos han actuado como un revulsivo nauseabundo  que ha llevado a la mayoría de ciudadanos al borde del espíritu revolucionario. –Lo que sea, con tal de acabar con tan pestilente realidad política--.
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Llegados a este punto, unos optarán por el “socialismo utópico”, otros por el “comunismo” de mitad del siglo XX, otros por el “anarquismo”, incluso otros por el “anarcosindicalismo”. El instrumento que cada cual tenga en su mente, será solo coyuntural, y deberá servir para evolucionar de la  repugnante política actual, a la imaginaria realidad aceptable del futuro, donde no tengan protagonismo los “corruptos” políticos del presente, dando paso a los “angelicales” políticos del futuro. Sin llegar a admitir que: --la corrupción no es un mal que se adquiere, por contagio, al disponer del status de “político”, sino que la corrupción está en la sociedad que nos rodea--, verbigracia, me explicaré:
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--Que los políticos, de todos los escalafones, aprovechen su cargo para enriquecerse, es una “corrupción inadmisible”, que debe acabarse de forma inmediata--. Como también deberán ser consideradas “corrupciones inadmisibles” las actitudes de esos cargos políticos, --director o directora general, consejero o consejera y ministro o ministra-- que optan por no hacer nada, no decidir nada, para no equivocarse; con el único objetivo de aguantar lo máximo posible unido al sillón de su cargo y los beneficios del mismo. El daño que esa inacción política produce a la Nación y a los intereses generales es enorme. Resultando los ciudadanos, tan perjudicados, por los resultados de esa actuación, como por el espolio causado por las otras corrupciones conocidas.
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También tienen que ser consideradas “corrupciones” las decisiones políticas que producen resultados negativos. Por ejemplo, habrá que culpar a alguien del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de los resultados que provocan que, en el sector agrario, aumente el desempleo, cuando el desempleo desciende en todos los demás sectores. Empeñarse, en mantener un sistema de formación agraria, que produce desempleo: --¿Es, o no es, corrupción?--, recordándonos lo que dijo, Noel Clarasó: --Un hombre (o mujer)  político  es el que pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas--. A las pruebas y resultados del MAGRAMA, me remito.
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Y, el caso del profesor universitario que, se escaquea durante unas semanas de sus clases oficiales y regladas en la universidad, para impartir conferencias pagadas (sin duda brillantes) en otros foros: --¿Es, o no es, corrupción?--.
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Y esos profesores universitarios que, obligan a sus alumnos a utilizar (y por tanto a comprar) sus mediocres publicaciones que en nada ayudan a la formación académica de los, indefensos, alumnos, que si no fuese por la forzada sugerencia de los catedráticos, los docentes jamás habrían pensado en comprarlos. Esta dinámica, se ha perfeccionado, cuando al profesor “A” obliga a sus alumnos a leer (y por tanto comprar) el mediocre libro del profesor “B” y;  el profesor “B” a leer (y por tanto comprar) el anodino libro del profesor “A”. Esta actitud corporativa: --¿Es, o no es, corrupción?
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Se empieza por considerar admisible, sisar la señal wifi del vecino. Y se acaba admitiendo aceptable, poner todas las excusas imaginables, para impedir que un cliente disponga de la factura correspondiente, tras haber pagado el coste de cualquier servicio, ya sea la reparación de un electrodoméstico, o las consumiciones en una cafetería, donde al pedir la factura, el dueño del establecimiento poco menos que debe llamar por teléfono a su gestor, para algo tan simple como facilitar la factura (no el ticket) al cliente. Esa forma de actuar: --¿Es, o no es, corrupción?--, porque la corrupción no es obligatoria.
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Llegados a este punto de la cuestión, habrá que concluir que: --la corrupción son los hábitos de nuestra naturaleza--. Y, aunque Mariano Rajoy “rechace la imagen de una España sumida en la corrupción” la realidad es que, esa es la imagen de España que tienen los ciudadanos. Esos ciudadanos que, a la desesperada y equivocadamente, pondrán la confianza en la solución de la corrupción, --como si de una vacuna se tratase-- en las promesas de los “Maduromos” que se limitan a decir aquello que, cada foro  quiere escuchar; sin importarle (a la sociedad) por desconocimiento: --que las promesas sean  “anarcosindicalistas”,socialistas utópicas”, “comunistas” o  “anarquistas” y, por tanto, imposibles de llevar a cabo. Pero ¿Cómo puede pedírsele a una ciudadanía acomodaticia que conozca la realidad política de esos peligrosos movimientos revolucionarios?
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En esta compleja partida de ajedrez, lo previsible tras los siete próximos movimientos es que: --Mariano Rajoy, superado por los acontecimientos externos e internos, hará coincidir las elecciones generales, con las autonómicas y municipales--. Rajoy, no podrá soportar las críticas de su, hasta ahora, círculo pretoriano que le culpará a él (y a Maricospe) de la situación de descomposición del Estado, de la degradación de la convivencia social y la desintegración del PP; de ahí, el --“todos para uno y uno para todos”-- en el que se mezclará Rajoy, para soportar en comunidad el múltiple castañazo electoral del Partido Popular.
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Mientras tanto el PP y el Gobierno de España, querrán dar la sensación de estar interesados en buscar el consenso para aprobar una ley contra la corrupción, recordándonos a, Tácito, cuando dijo: -- Muchas son las leyes en un estado corrompido--. ¡Pues eso!
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

2 comentarios:

  1. http://www.elmundo.es/espana/2014/11/01/5453d974e2704e482f8b457c.html

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  2. http://politica.elpais.com/politica/2014/11/01/actualidad/1414865510_731502.html

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