domingo, 28 de enero de 2024

Del terrorismo humanitario socio-afectivo a “la puntita nada más”

 (*) Por Ángel Rico Escribano

Los españoles estamos aceptando, como normales, asuntos que creímos que jamás tendríamos delante y así, tacita a tacita, vamos superando el anterior nivel de sudoración, aceleración del ritmo cardíaco, temblores, convulsiones, delirio y debilidad intelectual.  

 Y  en esa aceptación de lo que parecía inaceptable la sociedad española está superando todos los niveles razonables  de estupidez política colectiva. Este adormecimiento social es el resultado de unas estrategias implementadas por el Gobierno del presiMiente, para manipular mejor las masas y que sean más maleables a la hora de persuadirlas. Estrategias que no son nuevas ni mucho menos nacieron en este Gobierno —aunque las utilice a diario—; sino que, llevan un largo recorrido por los gobiernos poco democráticos que empezó, cuando el que ha llegado a ser el felón I de La Moncloa, inició su carrera de falsedades, trampas y mentiras, con una urna detrás de una cortina para falsificar el resultado. Con posteriores cambios de opinión, que han ido progresando desde aceptar, como normal, lo que se dijo, veinte veces, que no haría y considerar normal negociar con los terroristas de Bildu.    "La lista de imputados, detenidos y acusados de delitos de todo tipo y condición atrapando al PSOE directamente, porque no hay un delito que se haya  olvidado: desde la compra de votos de   imputados por secuestro y por acoso, y constitucionalizar la amnistía y el terrorismo socioafectivo, y todo lo que sea menester porque, el presidente del “tribunal prostitucional” acabará aceptando todo lo que el presiMiente diga en cada momento.

Por todo lo anterior cabe pensar que “quien hace un cesto hará ciento” y, soy de la opinión que, un dictador de manual, más pronto que tarde llevará a cabo, por nuestro bien, siempre por nuestro bien y desde un gobierno de progreso feminista, los siguientes supuestos.


Primera hipótesis; Cándido Conde-Pumpido, acabará determinando que es constitucional lo que, en cada momento, diga el felón I de La Moncloa, a saber: --Por nuestro bien, siempre por nuestro bien y para cumplir lo indicado por la Agenda 2030 y no derrochar papel, “las próximas elecciones generales no tendrían que ser cada cuatro años, pudiendo pasar a celebrarse (por ejemplo) a los veinticinco años”. Así no se tendría que emplear tantas cantidades de celulosa en las papeletas electorales cada cuatro años. El felón I, se sacrificaría por nuestro bien, (¡siempre por nuestro bien!) dirigiendo el gobierno progresista feminista y agendista veinte trentista, durante un cuarto de siglo. Y, acabará siendo prostitucional votar cada cuarto de siglo. Porque en la Constitución no está manifiestamente prohibido las elecciones cada veinticinco años.

Otro supuesto, que también acabará aplicando  el dictador socio-comunista, felón 1 de La Moncloa y, siempre por nuestro bien, y para enseñarnos a no gastar nuestro dinero, sin ton ni son, se aprobará como constitucional la aplicación del “corralito hispano” es decir: --el gobierno social-comunista (por nuestro bien) controlaría el dinero de todos los españoles el suyo, respectado lector, también. A saber, el dinero que tengamos todos en el banco, seguiría siendo nuestro, y por nuestro bien, siempre por nuestro bien, lo controlaría el gobierno del presiMiente, que permitiría que semanalmente podamos gastar 100 euros, el resto del dinero (por nuestro bien) lo controlaría el gobierno poniéndolo, desde un gobierno progresista y feminista al servicio de la política “socialpijomunista.

Y esto que parece imposible, acabará llevándose a cabo, por un dictador que hará lo que falta haga para perpetuarse en el poder. Cambiando las reglas las veces que sean necesarias para mantenerse en la dictadura que estamos padeciendo. Es sabido que una dictadura es un sistema de gobierno que concentra todo el poder en una sola persona o grupo, que ejerce el mando absoluto por la fuerza o por el fraude, sin respetar los principios constitucionales democráticos y reprimiendo las libertades individuales.

El gobierno de facto puede acceder al poder mediante un golpe al estado   por fraude.  Y logra perpetuarse en el poder a través de las técnicas de propaganda masiva, la alteración de la Constitución, la intimidación, el terror y la represión de las libertades civiles.

 La dictadura se caracteriza en general, y en España en particular,  por:

  • La identificación del Estado con un único partido o coalición de partidos, por intereses comunes. 
  • La supresión de la división de poderes.
  • La figura de un líder o dictador, que mentirá las veces que hagan falta.
  • El control de los medios de comunicación   y la censura a la prensa.
  • La propaganda de la ideología oficial y su difusión reiterativa, como gobierno progresista-feminista.
  • El uso de la fuerza   y la violencia.
  • La represión de los derechos humanos y libertades individuales.

Las dictaduras no tienen control ni límites en su actuación. A lo largo de la historia mundial, los dictadores han asesinado y torturado, privado de la libertad, violado y encarcelado de manera injustificada a millones de personas. El control de los medios de comunicación resulta una herramienta efectiva para inculcar a la población, a través de la persuasión y la mentira, características positivas del líder dictador que es presentado como el protector y benefactor del pueblo. 

Se empieza por aceptar que sean los criminales los que redacten la ley de amnistía que les beneficiará, siendo inquietante las  cesiones frente al separatismo catalán,   lo que «no tiene precedentes» es que una norma así «la redacten los propios delincuentes». Directamente, el terrorismo desaparecía de las causas de exclusión de la amnistía. Y que se acabe definiendo dos tipos de terrorismo, uno el “bueno” quitando, ese tipo de terrorismo, del código penal, que claramente dice:

Artículo 573.

1. Se considerarán delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida o la integridad física, la libertad, la integridad moral, la libertad e indemnidad sexuales, el patrimonio, los recursos naturales o el medio ambiente, la salud pública, de riesgo catastrófico, incendio, contra la Corona, de atentado y tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos, previstos en el presente Código, y el apoderamiento de aeronaves, buques u otros medios de transporte colectivo o de mercancías, cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades:

1.ª Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo.

2.ª Alterar gravemente la paz pública.

3.ª Desestabilizar gravemente el funcionamiento de una organización internacional.

4.ª Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella.

Así, ejemplo a ejemplo, si al dictador felón I de La Moncloa, le interesase el apoyo de los violadores, se acabará haciendo en el Código Penal, la modificación necesaria, donde se admita que si los condenados,   alegan que la violación fue socio-afectiva y “con la puntita nada más”, serán amnistiados porque, al respecto,  no hay nada en contra en la Constitución. Y por el Gobierno "de templanza” lo que sea necesario se aplicará.

La rebelión en Cataluña de 2017 fue una ensoñación que se quedó en secesión. Pero no debíamos preocuparnos porque los culpables iban a pagar de igual modo. Y entonces desapareció la secesión y los delincuentes pasaron a ser víctimas. El último gran paso para la destrucción del sistema democrático español es que la Ley de Amnistía  acoja el delito de terrorismo, lo redefina y lo elimine también.  

El terrorismo era una línea roja indiscutible, suelen decir los palmeros del presiMiente. Pero ¿Qué es el terrorismo? No hace falta cambiar el color de la línea, basta con cambiar la definición de terrorismo. Y la línea se queda ahí, tan recta como siempre y tan roja como quieran. Así ha pasado con todo. No hay rebelión, no hay secesión, no hay terrorismo. No hay delito alguno. Hay líneas... Las líneas rojas del PSOE tienen un ancho variable: apenas unos milímetros si se trata de la corrupción del PP; llanura siberiana si Sánchez necesita el poder que no consigue con votos. De hecho, se puede vivir toda una vida y sin privarse de nada dentro de la voluble línea roja. Ella se amolda a los vicios de la dictadura.


 Los  socialistas  del Gobierno no traspasan ninguna línea roja. Sus líneas  rojas  son  de  las  que  se pueden   poner   siempre   más allá. Son unas líneas rojas móviles muy   prácticas.   Pronto  las comercializarán en las tiendas de todo a medio euro. Terrorismo ya no es lo que decidan los tribunales aplicando las leyes vigentes. Es lo que  diga e l Ejecutivo.  Lo que  le  convenga  al presiMiente  para  ir tirando.

Ahora aparece el dilema ¿Qué estamos dispuestos a hacer, los ciudadanos independientes,  para frenar esta locura? Porque después de “la puntita” vendrá todo lo demás.

--.•. ¡…He dicho!

 (*) Es Presidente del Instituto Hispano Luso


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