martes, 18 de enero de 2011

Cuando las cosas no son lo que son, sino como parecen

*Por Ángel Rico
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Se imaginan ustedes, por ejemplo, si al representante de la asociación de fabricantes de calzado, llegase un comprador diciéndole que necesita “dos millones quinientos mil pares de zapatos al año”¿Qué creen que haría el representante del sector productor? Y sobre todo ¿Qué haría si el 75% de su potencial productivo estuviese parado?
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Pondría, el representante del calzado, toda su creatividad para conseguir la piel necesaria para fabricar los zapatos. Hablaría con los ganaderos para hacer acopio de la piel necesaria, y cerraría acuerdos comerciales con los ganaderos para disponer de la materia prima que permitiese poner en funcionamiento las fábricas cerradas. Lógicamente, los ganaderos (o los mataderos) con la venta de la piel tendrían un ingreso adicional al del mercado de la carne. En ningún caso los ganaderos querrían conseguir la viabilidad de sus explotaciones solo con la venta de la piel del ganado para calzado.
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Lo que nunca haría el representante del sector del calzado, es comunicarle al comprador que “lo que habría que hacer es alfombrar todas las calles de las ciudades para no necesitar zapatos”. Conversación tan ilógica no se produciría nunca. Porque “un trato se hace cuando el comprador necesita comprar y el vendedor tiene que vender”. (MC) Eso siempre fue así, a excepción de la Asociación de Productores de Energías Renovables “APPA”, que aún teniendo el 75% de su potencial de fabricación de biodiesel parado, no hacen lo preciso para ponerlo en funcionamiento. Aún teniendo la petición formal del sector de Transportes de mercancías por carretera, de necesitar 250.000 toneladas de biodiesel al año.
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La asociación de biodieseleros argumenta que “no fabrican biodiesel porque no disponen de materia prima nacional”. (colza) Al tiempo que en España hay declaradas 3.413.921 hectáreas de barbecho, que podrían servir para, en una rotación de cultivos, sembrarse de colza para producir biodiesel nacional. Vamos, algo así, como si en nuestro ejemplo del calzado, el representante del sector dijese que no hay materia prima, y existiese una cabaña ganadera potencial de 3.413.921 reses.
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En una España en quiebra, con dificultades para hacer frente a la deuda, necesitando urgentemente disminuir el déficit presupuestario y con cinco millones de parados ¿Cómo puede darse esta paradójica situación?
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Porque, en el fondo, hay intereses de que la cuestión parezca una cosa pero, en realidad, sea otra muy distinta. Los gobiernos de España han suscrito todos los compromisos europeos y mundiales para fomentar el consumo de combustibles renovables. Pero cuando el sector del Transporte, principal consumidor de combustibles fósiles, quiere pasar de la teoría a la práctica se encuentra con, lo siguiente:
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Primero.- En la red nacional de estaciones de servicios no existe ninguna que ofrezca biodieselB100”, EN-14214. Con el argumento de que no hay postes de repostaje porque no hay demanda. Y no puede haber consumo si no hay donde repostar. Porque a las petroleras no les interesa potenciar este biocombustible alternativo.
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Segundo.- Cuando el propio sector del Transporte quiere acceder directamente al biodiesel, se encuentra que no hay en el mercado nacional. Porque el que se fabrica se destina, exclusivamente a la mezcla obligatoria de, hasta el 7% del volumen con biodiesel, que deben tener los gasóleos habituales. El Transporte debe buscar biodiesel en el mercado extranjero. A la APPA le va bien que las cosas sigan como están, porque no enfadan a las petroleras, que son sus mayores clientes.
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Tercero.- Mientras tanto el precio del barril de petróleo sube (el brent se cotiza a 97,91 dólares barril) y hay que pagar hoy el gasóleo a 1,235 euros por litro, encareciéndose el transporte y todos sus derivados. Nosotros pagamos y las petroleras reparten dividendos entres sus accionistas.
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La Comisión Europea, hace como que le preocupan los futuros combustibles, pero el Vicepresidente Siim Kallas, (responsable de Transportes en la UE) no asiste a ninguna de las reuniones a las que es invitado por los profesionales del Transporte. El gobierno, hace como que quiere que haya biodiesel. La APPA, hace como que no puede fabricarlo (manteniendo el 75% de su potencial parado). Las petroleras siguen monopolizando el mercado de combustibles. En la agricultura española es más rentable tener barbecho que produciendo cultivos energéticos. La actividad del transporte por carretera se dificulta aún más. La sociedad española tiene que pagar unos servicios de transporte más caros, que disminuyen el consumo y aumenta el paro. El gobierno conoce los datos, es consciente de la realidad descrita y no hace nada para cambiarla. Y la oposición, no sabe y no contesta. ¡Así es la España de la crisis!
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Ante esta situación de enredo caben dos caminos. Aceptarla como castigo divino o tratar de cambiarla, consiguiendo biodiesel para abaratar la partida de combustibles. Yo me he decidido por la segunda, denunciando todos los casos, instituciones y cargos públicos que, al no solucionar el problema descrito, acaban formando parte del problema.
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La razón está de nuestro lado, porque nos hemos propuesto ver cumplidas las normativas de la UE y las leyes españolas que obligan a que el transporte utilice una energía renovable, no porque sea solo renovable, sino porque podemos conseguirla para el Transporte (un 25%) más barata que el gasóleo tradicional que hoy nos venden las petroleras.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Grupo de Empresas Agroenergéticas (GEA)

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