* Por Ángel Rico
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Renovarse o morir, eso es lo que nos corresponde a nosotros, el Pueblo, para cambiar la dinámica del viejo 2010, porque Zapatero, el peor Presidente del Gobierno de la Democracia, seguirá anclado en el pasado, como quedó demostrado en su rueda de prensa del pasado día 30 de diciembre, donde presentó su –particular- “balance del gobierno”.
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Nada de autocrítica. Se empeña –Zapatero- en “sostenella y no enmendalla”. Todo lo hizo bien (el gobierno) y la culpa de las dificultades, que están padeciendo la mayoría de españoles, la tienen las circunstancias interplanetarias exteriores, del mundo mundial. Incluso en materia de energía se escudó en aquello del “equilibrio necesario”. Cuestión que mirada con objetividad es así, (Zapatero tiene razón en su argumentación) donde para mantener el necesario equilibrio, en un platillo de la balanza, están los amigos del gobierno que reciben las millonarias subvenciones para producir electricidad fotovoltaica y, en el otro platillo, el resto de españoles que “cafelito a cafelito” ponemos los euros que ellos, los amigos, reciben periódicamente para que en España dispongamos de coches eléctricos, camiones eléctricos, tractores eléctricos, fregonas eléctricas, wc eléctricos, fantasías eléctricas y un gobierno eléctrico. Por tanto hay que agradecerle a Zapatero que nos subiese la luz siete “cafelitos” al mes.
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Esta España nuestra donde hay sembradas más hectáreas de tabaco que de cultivos energéticos, y donde se fomenta la utilización del, contaminante, carbón nacional para producir electricidad, mientras se envían emisarios y legaciones oficiales a las “Cumbres mundiales sobre el cambio climático y el combate al CO2”, para que se rasguen las vestiduras mientras realizan plañideras recomendaciones a todos los ciudadanos del planeta. Esta España donde se mantienen más de 3,5 millones de hectáreas improductivas, que podrían producir combustibles renovables. Así es la política de Zapatero una contradicción en sí misma que pagamos todos.
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Y ¿para el 2011, qué? Es necesario dejar de manifiesto que 2011 es un número primo y como nos enseñó Euclides (300 a.C.) “un número primo es el número natural que tiene exactamente dos divisores naturales distintos: él mismo y el 1” Por tanto, a mi juicio, no hay muchas cosas nuevas que políticamente podamos esperar de este recién estrenado año primo nuevo.
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La injustificable, (por lo inmensamente cara que está resultando para los contribuyentes) aplicación del Título VIII de la Constitución “De la Organización Territorial del Estado”, con una España autonómica invadida por la carcoma y por la enfermedad contagiosa de los gastos improductivos desmedidos, será una de las cuestiones que, tras las elecciones autonómicas de mayo, los ciudadanos se cuestionarán. Al darse cuenta que quienes más han llorado han sido los que más han recibido. Es decir, los nacionalistas catalanes y vascos, a costa de todos los demás.
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Es tanta la miopía nacionalista, por una parte y, de Zapatero, por otra, que no se dan cuenta que si hoy Cataluña fuese (hipotéticamente) un estado independiente dentro de la UE, tendría que haber sido rescatada ya, por el BCE y el FMI, dada la inmensa y descontrolada deuda interior. Mayor, proporcionalmente, que las de Grecia o Irlanda. Y ahí están en Cataluña celebrando la llegada del Presidente 129, anunciando que ellos no son “iguales ante la Ley” y que, por tanto, no cumplirán las sentencias del Tribunal Supremo, ni del Tribunal Constitucional en lo que les afecta directamente, mientras el resto de ciudadanos estamos condenados a soportar, sobre nuestras contribuciones, la insaciable capacidad de gasto y egoísmo autonómico, en nombre de su “particular identidad”. Como si los demás ciudadanos no tuviésemos nuestros rasgos y nuestra Historia.
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En otro orden de cosas, los problemas no resueltos acabarán haciéndose presentes en 2011. No me refiero a las amenazas (de perro ladrador) de los paniaguados sindicatos del régimen, beneficiados por cuantiosísimas e injustificadas subvenciones, salidas también de los bolsillos de los contribuyentes, me refiero a lo concerniente al callado sector del Transporte de Mercancías por Carretera, cuando decidan (y están a punto de decidirlo) dejar sus camiones parados tres semanas. Entonces España se dará cuenta que, lo ocurrido con los controladores, no será nada comparado con la valoración que, por necesidad, se hará de la labor que realiza diariamente este sector. Y el Gobierno no podrá decir que no sabía nada, porque la mayoría de los ministros y el portavoz del PSOE en el Congreso, han recibido por escrito la relación de problemas y soluciones sugeridas, por los transportistas. ¿Por qué, algo que es sencillo de resolver, este inoperante gobierno, deja que se gangrene? Como dijo el presidente, Belmonte: “Este año vamos a hacer lo que aún no fue hecho” (¡Aviso para navegantes!)
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Y por ahí fuera las cosas seguirán igual. La ONU continuará siendo inoperante pero costosa. En la práctica aunque se implique en todos los asuntos no resolverá ninguno, ni lo referente a Haití, ni a Costa de Marfil, ni la lucha contra el Cambio Climático, ni el chantaje islamista, etc.
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Determinación y compromiso, fueron los términos con los que Zapatero calificó su forma de gobernar, yo los hago míos, y aseguro mi compromiso y determinación en que, este año primo, sí hablaré del Gobierno (del peor gobierno de la Democracia) y de los diputados de la oposición, que se caractericen por estar aletargados en las Comisiones en las que participan, siendo indignos, por tanto, de volver a ser reelegidos.
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…He dicho !
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Hemos empezado el 2011, pagando el petróleo a 91,40 dólares por barril, y el gasóleo a 1,21 euros por litro. Y el año solo acaba de empezar.
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* Es Presidente del Instituto Hispano Luso (En Lisboa a las 0h58 hora española)
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Renovarse o morir, eso es lo que nos corresponde a nosotros, el Pueblo, para cambiar la dinámica del viejo 2010, porque Zapatero, el peor Presidente del Gobierno de la Democracia, seguirá anclado en el pasado, como quedó demostrado en su rueda de prensa del pasado día 30 de diciembre, donde presentó su –particular- “balance del gobierno”.
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Nada de autocrítica. Se empeña –Zapatero- en “sostenella y no enmendalla”. Todo lo hizo bien (el gobierno) y la culpa de las dificultades, que están padeciendo la mayoría de españoles, la tienen las circunstancias interplanetarias exteriores, del mundo mundial. Incluso en materia de energía se escudó en aquello del “equilibrio necesario”. Cuestión que mirada con objetividad es así, (Zapatero tiene razón en su argumentación) donde para mantener el necesario equilibrio, en un platillo de la balanza, están los amigos del gobierno que reciben las millonarias subvenciones para producir electricidad fotovoltaica y, en el otro platillo, el resto de españoles que “cafelito a cafelito” ponemos los euros que ellos, los amigos, reciben periódicamente para que en España dispongamos de coches eléctricos, camiones eléctricos, tractores eléctricos, fregonas eléctricas, wc eléctricos, fantasías eléctricas y un gobierno eléctrico. Por tanto hay que agradecerle a Zapatero que nos subiese la luz siete “cafelitos” al mes.
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Esta España nuestra donde hay sembradas más hectáreas de tabaco que de cultivos energéticos, y donde se fomenta la utilización del, contaminante, carbón nacional para producir electricidad, mientras se envían emisarios y legaciones oficiales a las “Cumbres mundiales sobre el cambio climático y el combate al CO2”, para que se rasguen las vestiduras mientras realizan plañideras recomendaciones a todos los ciudadanos del planeta. Esta España donde se mantienen más de 3,5 millones de hectáreas improductivas, que podrían producir combustibles renovables. Así es la política de Zapatero una contradicción en sí misma que pagamos todos.
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Y ¿para el 2011, qué? Es necesario dejar de manifiesto que 2011 es un número primo y como nos enseñó Euclides (300 a.C.) “un número primo es el número natural que tiene exactamente dos divisores naturales distintos: él mismo y el 1” Por tanto, a mi juicio, no hay muchas cosas nuevas que políticamente podamos esperar de este recién estrenado año primo nuevo.
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La injustificable, (por lo inmensamente cara que está resultando para los contribuyentes) aplicación del Título VIII de la Constitución “De la Organización Territorial del Estado”, con una España autonómica invadida por la carcoma y por la enfermedad contagiosa de los gastos improductivos desmedidos, será una de las cuestiones que, tras las elecciones autonómicas de mayo, los ciudadanos se cuestionarán. Al darse cuenta que quienes más han llorado han sido los que más han recibido. Es decir, los nacionalistas catalanes y vascos, a costa de todos los demás.
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Es tanta la miopía nacionalista, por una parte y, de Zapatero, por otra, que no se dan cuenta que si hoy Cataluña fuese (hipotéticamente) un estado independiente dentro de la UE, tendría que haber sido rescatada ya, por el BCE y el FMI, dada la inmensa y descontrolada deuda interior. Mayor, proporcionalmente, que las de Grecia o Irlanda. Y ahí están en Cataluña celebrando la llegada del Presidente 129, anunciando que ellos no son “iguales ante la Ley” y que, por tanto, no cumplirán las sentencias del Tribunal Supremo, ni del Tribunal Constitucional en lo que les afecta directamente, mientras el resto de ciudadanos estamos condenados a soportar, sobre nuestras contribuciones, la insaciable capacidad de gasto y egoísmo autonómico, en nombre de su “particular identidad”. Como si los demás ciudadanos no tuviésemos nuestros rasgos y nuestra Historia.
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En otro orden de cosas, los problemas no resueltos acabarán haciéndose presentes en 2011. No me refiero a las amenazas (de perro ladrador) de los paniaguados sindicatos del régimen, beneficiados por cuantiosísimas e injustificadas subvenciones, salidas también de los bolsillos de los contribuyentes, me refiero a lo concerniente al callado sector del Transporte de Mercancías por Carretera, cuando decidan (y están a punto de decidirlo) dejar sus camiones parados tres semanas. Entonces España se dará cuenta que, lo ocurrido con los controladores, no será nada comparado con la valoración que, por necesidad, se hará de la labor que realiza diariamente este sector. Y el Gobierno no podrá decir que no sabía nada, porque la mayoría de los ministros y el portavoz del PSOE en el Congreso, han recibido por escrito la relación de problemas y soluciones sugeridas, por los transportistas. ¿Por qué, algo que es sencillo de resolver, este inoperante gobierno, deja que se gangrene? Como dijo el presidente, Belmonte: “Este año vamos a hacer lo que aún no fue hecho” (¡Aviso para navegantes!)
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Y por ahí fuera las cosas seguirán igual. La ONU continuará siendo inoperante pero costosa. En la práctica aunque se implique en todos los asuntos no resolverá ninguno, ni lo referente a Haití, ni a Costa de Marfil, ni la lucha contra el Cambio Climático, ni el chantaje islamista, etc.
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Determinación y compromiso, fueron los términos con los que Zapatero calificó su forma de gobernar, yo los hago míos, y aseguro mi compromiso y determinación en que, este año primo, sí hablaré del Gobierno (del peor gobierno de la Democracia) y de los diputados de la oposición, que se caractericen por estar aletargados en las Comisiones en las que participan, siendo indignos, por tanto, de volver a ser reelegidos.
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…He dicho !
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Hemos empezado el 2011, pagando el petróleo a 91,40 dólares por barril, y el gasóleo a 1,21 euros por litro. Y el año solo acaba de empezar.
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* Es Presidente del Instituto Hispano Luso (En Lisboa a las 0h58 hora española)
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