domingo, 16 de octubre de 2011

Política Agraria Común, campaña electoral y sentido común

*Por Ángel Rico

Le confesaré a usted, respetado lector, que yo asistí al acto del “Día Internacional de la Mujer Rural” en Ciudad Real donde intervinieron Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, entre otras participantes. Un acto bullanguero y festivo, con dos mil mujeres, donde al grito de “¡Presidente, Presidente!” y “¡Presidenta, Presidenta!” (por la señora Cospedal) el auditorio mostró su fidelidad hacia los oradores.

La fecha, el lugar y el auditorio, eran propicios para hablar de la Agricultura del presente y de la Agricultura del futuro, por la que legislarán ambos políticos. La excusa estaba servida tras la propuesta de Reforma de la PAC, presentada dos días antes por el Comisario de Agricultura, Dacian Cioloş, que había dicho: «La Comisión Europea propone una nueva asociación entre Europa y los agricultores a fin de hacer frente a los desafíos de la seguridad alimentaria, del uso sostenible de los recursos y del crecimiento. Las próximas décadas serán cruciales para sentar las bases de una agricultura fuerte, preparada para afrontar el cambio climático y la competencia internacional y que responda a las expectativas de los ciudadanos. Europa necesita a sus agricultores y estos necesitan el apoyo de Europa. La Política Agrícola Común nos alimenta y es el porvenir de más de la mitad de nuestro territorio». Propuesta que no gustó a las Organizaciones Agrarias, que basan la rentabilidad de las explotaciones de sus afiliados en la percepción de subvenciones, aportadas por los contribuyentes europeos.

María Dolores de Cospedal, denunció la ineficaz defensa de los intereses españoles llevada a cabo por el gobierno de España. Y tiene razón, porque se ha comprobado perjudicial el liderazgo de la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, Rosa Aguilar, persona más preocupada por conjugar, cada día, el color de sus gafas con su vestimenta, que de dotar de espíritu emprendedor y competitivo a la Agricultura española. Como resultado se ha obtenido un sector agrario preocupado principalmente por seguir beneficiándose de unas ayudas (que en muchos casos son arcaicas) en lugar, de satisfacer en calidad y precio las necesidades de los consumidores.

Y aquí es donde aporto mi constructiva crítica de hoy. En mi modesta opinión: --La solución a los errores del pasado, no está en “más de los mismo”. Es necesario partir de una información real del pasado, para poder construir el futuro--. La Presidenta Cospedal, para congraciarse con el femenino auditorio, se refirió al: “importante papel de la mujer de hoy, igual que en el Siglo XIX, cuando se ponían las viñas en la región”. Lapsus histórico cometido por la Presidenta, al no haber sido ilustrada por la Consejera de Agricultura, que en el pasado fue docente en “fitopatología, protección de cultivos y tecnología de la propagación de las plantas” --y en la actualidad, más dedicada (la Consejera) a ubicar en un empleo oficial a su yerno—que de informar a la Presidenta de que en el Siglo XIX lo que hacían las mujeres no era iniciar las plantaciones de viñedo, pues nuestro viñedo ya existía desde el tiempo de los romanos, sino “combatir la plaga de Filoxera, producida por el insecto homóptero del mismo nombre, originada por la importación de vides americanas. Lo que obligó, en La Mancha, en el S. XIX a replantar todo el viñedo con portainjertos de vides americanas, resistentes al insecto”. Dicho lo cual, estoy totalmente de acuerdo con los compromisos de Cospedal: “vamos a trabajar para que la agricultura y la ganadería sea también parte de nuestro futuro”, “ayudar a que las mujeres en el mundo rural puedan crear sus propias empresas, constituirse como autónomas y desarrollar empresas en todo lo que supone la industria agroalimentaria y el desarrollo rural, donde hay mucho por hacer”

Rajoy se comprometió a que vuelva a existir el Ministerio de Agricultura y a defender en Bruselas los intereses de los agricultores españoles. Propuestas que como mensaje electoral, pueden admitirse. Pero es necesario empezar a decir: --que las ayudas del pasado no podrán prorrogarse infinitamente para un sector que no adecua sus producciones a las exigencias del mercado. La arruinada Unión Europea no tiene dinero para seguir pagando los desfases de un sector que no se esfuerza en adecuarse a la realidad del momento. No empezar a mentalizar de estas circunstancias al sector agrario, acabará volviéndose contra el gobierno de España, dentro de tres o cuatro años.

A los griegos, por ejemplo, ningún gobierno se atrevió a decirles: --que era inviable seguir jubilándose a la edad de 52 años. Y tuvieron que asumirlo de un día para otro, cuando la “troica” les dijo que no había dinero para tales alegrías. Algo similar puede ocurrir con el sector agrario español, tener que asumir de un día para otro, que los contribuyentes europeos, no están dispuestos a poner dinero para seguir manteniendo un sector desestructurado. Por tanto, mucho cuidado con las promesas que se hacen en campaña electoral. Porque pueden volverse contra quién las prometió.


En Castila-La Mancha, ya que hemos colocado al yerno de la Consejera, hace falta planificar una política real que convierta en productivas las más de un millón de hectáreas de barbecho. Para adecuarnos a los diez puntos fundamentales de la Reforma de la PAC, que, entre otros, buscan “dinamizar el crecimiento y el empleo”, “una cadena alimentaria más competitiva y equilibrada” y el “estímulo de medidas agroambientales”.

Y finalmente, yo no sería yo, si al Comisario de Agricultura de la UE, Dacian Cioloş, no le dijese que: “—La Seguridad Alimentaria de la UE no está en la Agricultura que produce. La PAC no alimenta a los europeos, sino el Transporte que permite que cada día tengamos, en el comercio de la esquina, los alimentos que necesitamos”. Realidad que hay que tener en cuenta para tener garantizada la alimentación de cada día.

…He dicho!


*Es Presidente del Grupo de Empresas Agrarias

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