*Por Ángel Rico
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Ya
se ha iniciado la campaña electoral para la VIII legislatura del Parlamento Europeo, donde los partidos políticos amenazarán con lo
importante que será que: –en el próximo Europarlamento
deban estar los diputados propios, frente a los otros—. Un sofisma que calará
en una parte importante del, poco ilustrado, electorado nacional que desconoce
(el electorado) qué es eso del Parlamento
Europeo y, concretamente, para qué sirve.
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Aunque
los 54 eurodiputados que corresponden a España,
fuesen del mismo partido político, la importancia estratégica nacional, en la Unión Europea de
766 diputados, será la misma que, si el total estuviese repartido a partes
iguales entre los mayoritarios. Otra cosa sería si, en algún momento, España y Portugal, decidiesen unir –de facto— sus fuerzas, convirtiendo a la Península Ibérica en la
segunda potencia política europea, con 76 votos, por encima de los 74 de Francia, los 73 del Reino Unido e Italia, aunque por debajo de los 99 de Alemania. Pero de esa posibilidad, de teoría política, ¡de la que
hay que hablar! hablaremos en otro momento.
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Al
día de hoy, desconocemos en España
los programas concretos de los partidos mayoritarios para participar en la,
actual, Europa de los mercaderes. En
el discurso de clausura de la
Convención del PP, Mariano Rajoy ha dicho: --Por eso son tan importantes las elecciones
que se van a celebrar dentro de unos meses. Porque necesitamos llevar al Parlamento Europeo una gran mayoría de
representantes que crean en Europa,
que crean en su integración, que trabajen por una mayor unión basada de la
solidaridad y la responsabilidad / Europa no se
puede frenar, ni la pueden frenar quienes no creen en ella. Y ese es el mensaje
que tenemos que llevar a todos los españoles en estas elecciones. Cuento con
vuestro trabajo, con vuestro compromiso y con vuestra entrega para que España
tenga más peso, más voto y más voz que nunca en el lugar donde se juegan tantos
intereses de nuestros compatriotas. — (sic) Es decir, lo dicho y no decir nada, es lo
mismo para los intereses particulares de los votantes potenciales.
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Del
PSOE solo sabemos que: --quieren ganar las elecciones para que, el alemán Martin
Schulz, alcance la presidencia de la Comisión Europea-- , pero nada de
nada, sobre el tipo de Europa que
persiguen; si, a medio plazo, buscarán conseguir una “federación” similar a los
“Estados Unidos de Europa”, o un “tótum revolútum” que solo sirva como
cementerio de elefantes para políticos que estorban en la liga nacional.
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Considerando
que la política europea no la hacen los partidos políticos, sino las personas
que allí actúan, en algún momento habrá que conocer quienes son los candidatos
de cada partido. Porque, repito, en Europa
la política no la hacen los partidos, sino las personas y, por ello, es
conveniente conocer quiénes son esas personas, lo que hicieron en el pasado
para prever lo que harán en el futuro.
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Otra
cuestión a tener presente es que, en una Unión
Europea tan complicada, no es conveniente enviar a personas representantes
de partidos desintegradores, antisistema, o euroescépticos; porque su única
función será la conocida de –cuanto peor mejor— (para sus intereses).
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Los
ciudadanos deben ser conocedores que: --en la legislatura europea, que está a
punto de acabar, hay diputados españoles que se han destacado por sus
actuaciones u omisiones--. Cientos de autónomos (y sus familias) del Transporte
de mercancías por carreteras (Transfuturo); del Grupo de Empresas Agrarias & Gestión de Energía Agraria
(GEA&GEA); de la Asociación de Desarrollo Rural Integral Europa
(ADRIE) y de la
Confederación
Nacional de
Autónomos y Microempresas (CONAE), entre otras entidades, son conocedores
que, concretamente, el todavía eurodiputado, Carlos Iturgaiz Angulo, hizo caso omiso a tres (3) solicitudes de
reunión para tratar asuntos de su negociado como Vicepresidente de la
Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.
La política actual lleva consigo que los ciudadanos utilicen, con relación a
los diputados, el mismo interés, diligencia o indolencia que los parlamentarios
hayan utilizado con ellos. ¿Por qué
deberían los profesionales de los colectivos señalados y sus familias votar a Iturgaiz?
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Lo
más probable será que: --Quienes hayan decidido votar al PP, en lugar del PSOE,
depositen la papeleta popular en la urna, pero después de haber tachado el
nombre de Carlos José Iturgaiz Angulo
y de otros candidatos o candidatas, que se hayan caracterizado por similar
apatía o pereza, suponiendo que volviesen a ser candidatos--. Porque la política
tiene consecuencias, sean los candidatos de La Rioja , de Andalucía o de Aragón.
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Colocar
a candidatos indolentes en las listas europeas del PP (o del PSOE) supondrá que las papeletas que los ciudadanos pongan
en las urnas, no servirán de nada porque –aun votando al PP, (con candidatos como Iturgaiz y similares) los votos
serán nulos--. Por ello, es importante que los candidatos a eurodiputados pasen
un estricto control de calidad--. Quien avisa no es traidor. Como decían los clásicos, --se utiliza este
adagio para prevenir a alguien de que tendrá que atenerse a las consecuencias
si no respeta algo establecido--.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano
Luso
http://www.elconfidencialdigital.com/te_lo_aclaro/votar-elecciones-europeas_0_2213778612.html
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