miércoles, 27 de mayo de 2015

Cospedal, frente a su espejo (espejito)

*Por Ángel Rico
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Me cuentan que: --Cospedal manifiesta que “está muy enfadada con su, en funciones todavía, equipo de gobierno”—  a quienes culpa directamente de la desafección de la ciudadanía castellanomanchega en relación al Partido Popular (PP), antipatía traducida en el abandono del entusiasta apoyo del pasado. Yo, doy por verosímil esa posibilidad, y pregunto: --¿Dónde estaba Cospedal cuando muchos le decíamos que el rumbo que seguía su política estaba equivocado?— Porque, con grandes poderes se asumen grandes responsabilidades, entre ellas la de elegir a los miembros del consejo de gobierno y el equipo político; personas que se han caracterizado por, una evidente falta de lealtad, y un exceso de arrumacos y zalamerías y, a pesar de su, indiscutible, mediocridad los responsables de “Agricultura”, “Fomento (Industria)”, “Sanidad” y “Empleo y Economía”, etc., fueron mantenidos en sus puestos durante toda la VIII legislatura por la, ahora, enfadada Cospedal.
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En el conjunto de perdedores, hasta este momento, no ha aparecido nadie para admitir –que lo debieron hacer mal--; las culpas de la derrota la tienen los demás, como –la aparición de nuevos partidos, la abstención, etc.,- pero en ningún caso, insinúan  la posibilidad de que algo de culpa tendrán los que fueron señalados por sus vecinos, como unos malos gobernantes, incluso en aquellos casos donde los fracasados, ocupaban al mismo tiempo varios cargos, en la dirección del PP, en las Cortes Generales y en las alcaldías; el diario Lanza (de Ciudad Real) lo califica de “tener vidas políticas paralelas”. Hecho que ocurre con la cúpula provincial del PP de Ciudad Real, donde el deseo de abarcar más de lo que se puede y promocionar su figura personal, les ha acabado pasando factura, insinúa el referido diario Lanza.
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El llanto de una de las alcaldesas perdedoras, no es argumento político suficiente para seguir aspirando a ocupar puestos de relevancia en posteriores confrontaciones electorales; viniendo al caso aquello de: --Llora como perdedora, lo que no supiste defender como política— (Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre, le dijo la Sultana Aixa a su hijo Boabdil, tras la pérdida de Granada donde, por cierto, tuvo un histórico protagonismo el ciudaerealeño, Hernán Pérez del Pulgar y García Osorio)
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Los ciudadanos independientes, cuando tienen la oportunidad de hablar de política lo hacen votando (botando en los casos que nos ocupan) a aquellos que utilizaron sus cargos para promoción personal, en lugar de utilizarlo para beneficiar a sus votantes. Realidad que los electores han demostrando conocer,  otorgando 344 votos menos al PP de Ciudad Real capital, que al PP regional, quedando demostrado que Francisco Cañizares Jiménez, candidato regional número uno del PP tiene más apoyo ciudadano que Rosa Romero, aspirante a la alcaldía de Ciudad Real --¿Por qué?—A mi juicio, porque Cañizares es el mejor de los candidatos presentados, por todos los partidos políticos, en la provincia de Ciudad Real. Y, como así lo creo, así lo digo. Por lo que se puede demostrar que –en el PP, no todos los candidatos son iguales--.
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La máxima responsable de la derrota política y gubernamental, en Castilla-La Mancha, la tiene María Dolores Cospedal. Una responsabilidad indelegable, que tiene que servir para, en el futuro, rodearse de personas leales –porque sin lealtad no hay amistad--, que la ayuden con la verdad, a que la destruyan con los halagos.
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En el cuento “Blancanieves” los hermanos Grimm, relatan la historia de la bella pero malvada madrastra de Blancanieves, que diariamente le preguntaba a su espejo: --Espejito, espejito ¿Quién es la más bella mujer?--
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Y el espejo contestaba: --Tú, mi reina, eres la más hermosa de todas--.
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Hasta que, como ocurrió el día 24 de mayo, al preguntarle a los ciudadanos, estos, el 62 por ciento de los votantes, respondieron: --Los ciudadanos son 709.052 veces más fuertes que la suma de tus aduladores— (Cospedal recibió 410.886 votos a favor, frente a los 709.052 en contra).
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Cuando Cospedal se sitúe frente a su espejo, debe preguntarse: --¿a donde quiere ir?  ¿Hacia un futuro político con posibilidades de éxito, o al hundimiento personal y político?—En el primer caso, debe eliminar lastre, desprendiéndose de todas (¡todas!)  aquellas personas que la han mantenido en el dulce engaño permanente; y en el supuesto segundo,  servirá que siga con su, muy bien entrenado,  equipo de palmeros (3ª acepción del DRAE)--. Convendría recordar lo que dijo, Winston Churchill: --El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones--
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Un ejemplo de que Cospedal, durante demasiado tiempo, fue vecina de “Alicia en su país de las maravillas” fue el discurso de la presentación de la candidatura del PP de Ciudad Real, donde en una empalagosa sucesión de halagos, lisonjas,  loas y elogios hacia, la aspirante a la alcaldía, Rosa Romero, demostró desconocer la realidad municipal de la aspirante; y han tenido que ser 6.750 electores quienes le retirasen, a Romero, su apoyo (un 33 por ciento) respecto a los 20.207 votos de las elecciones municipales de 2011.
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Si, tras mirarse al espejo,  Cospedal no cambia de rumbo y de equipo, habría que darle la razón a Enrique Jardiel Poncela: --El que no se atreve a ser inteligente, se hace político— ¡Pues eso!
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

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