Los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno votado

*Por Ángel Rico

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Le contaré a usted, respetado lector, que hoy me llegó a casa un sobre sin remitente de “propaganda electoral” cuando me hube llenado de la fuerza necesaria lo abrí comprobando con estupor  que me lo enviaban, de forma conjunta, Mariano Rajoy, quien, tuteándome, me trata de --“Querida amiga, querido amigo”--; María Dolores Cospedal, candidata a presidir el Gobierno de Castilla-La Mancha, en la IX legislatura, quien,  también empleó el pronombre de segunda persona, tratándome de: --“Queridos/as amigos/a”--; y Rosa Romero, candidata a la alcaldía de Ciudad Real, quien me trata de: --“Estimado/a ciudadano/a”--. Una vez que hube comprobado quienes eran los firmantes, volví al sobre buscando los programas electorales que el trío me habría enviado, y aunque los busqué por delante, por detrás, del haz y del revés, comprobé que me pedían el voto, sin informarme de “para qué quieren mi voto”.

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Mariano (utilizaré similar tratamiento que él que Mariano utiliza hacia mí) me da las gracias porque mi “responsabilidad y esfuerzo han sido decisivos para que España tenga hoy más futuro que hace cuatro años”. Le aseguro a usted, respetado lector, que de los incumplimientos del programa electoral del PP de 2011,  Mariano no hace ninguna referencia.

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María Dolores, también me da las gracias haciendo hincapié que: --hoy Castilla-La Mancha es una región con futuro--, indicando que –su principal compromiso (de Cospedal) es y será “menos impuestos y más empleo”--. Me costó unos minutos reponerme porque yo creía que –en los años 2011. 2012, 2013 y 2014 Castilla-La Mancha, también tenía futuro--. Sorprendiéndome su, desmemoriada,  alusión a “su compromiso con más empleo”. Lo que me hizo recordar sus palabras en el discurso de investidura como Presidenta regional (20 de junio de 2011) cuando dijo aquello de: --Les anuncio los 3 grandes objetivos de mi política económica: El primero es la creación de empleo. El segundo es la creación de empleo. Y el tercero es la creación de empleo"-- (Cospedal dixilt) y como resultados tenemos que  en Junio de 2011, había un desempleo regional de 209.193 personas, frente a los 229.610 de abril 2015, es decir "20.417 desempleados más".

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Pero si los datos que utilizamos para el análisis,  son los de la Encuesta de Población Activa (EPA) comprobamos que en el primer trimestre de 2015, en Castilla-La Mancha, hay 707.000 ocupados y 284.500 desempleados, a diferencia de los 775.00 ocupados y 216.100 desempleados que según la EPA había en el primer trimestre de 2011, en Castilla-La Mancha. Es decir, hoy hay 68.000 empleados menos y 68.400 desempleados más que cuando Cospedal llegó al Gobierno. Lo que lleva a pensar: --¿Para estos resultados es para lo que María Dolores pide mi voto?--

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Porque, curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno votado; y yo que voté las propuestas electorales de Cospedal en mayo de 2011, --y no solo las voté, sino que, a su favor,  hice campaña de palabra y por escrito; por activa, por pasiva y por perifrástica--, he llegado a afirmar que: --a favor de Cospedal, en 2011, hice más campaña política que todo su equipo de gobierno, más sus directores y directoras generales, juntos-- tengo mi parte de responsabilidad en los pésimos resultados obtenidos por la gobernanza de María Dolores Cospedal; y no solo a los datos  de la EPA, sino también a los de la aportación al PIB nacional y de crecimiento,  me remito.

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Vistos los resultados, de fondo y de forma, del gobierno de Castilla-La Mancha, se concluye que, Johann Wolfgang Von Goethe, tenía razón cuando dijo: --Aprender a reinar es fácil, a gobernar, es difícil--. La cohorte de aduladores y zalameros han hecho de Cospedal más una “reina” que una gobernanta. De ahí que sea imprescindible que, aquellos políticos que aspiren al voto de los ciudadanos, tengan que hacer público su programa electoral y de gobierno. Y, Cospedal, salvo palabras, --las mismas palabras que utilizó el año 2011-- no ha hecho público, hasta este momento, su programa electoral, para el periodo 2015-2019. Por tanto --¿Cómo puede pedir mi confianza y mi voto? ¿En qué debo basar mi decisión, en la impostada sonrisa de su cartel electoral? ¿En la mediocridad de los resultados de su gobierno?

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Llegados a este punto, y con la digital (de dedo) dinámica del PP, hay que darle la razón al periodista estadounidense, Ambrose Bierce, cuando dijo que: --El elector goza del sagrado privilegio de votar por unos candidatos que eligieron otros--. En tanto, no se instaure el sano hábito de que, mediante elecciones primarias, se elijan a los candidatos que compongan las listas electorales de cada circunscripción, no hay motivos para creer, que –la democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás—y, por tanto, habrá más riesgo de que: --a mayor mediocridad, mas posibilidades de llegar a formar parte del equipo de un futuro gobierno “Cospedalino”.  Un ejemplo que debería tenerse en cuenta es el utilizado en Portugal, donde se aprueba como la “Primera Ley” de cada legislatura el programa electoral del partido ganador, es decir, el que gobernará. Lo que obliga a su cumplimiento.

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Aquellos que caímos en le vicio de leer y comparar los programas electorales, necesitamos algo más que una sonrisa “fhotoshopeada” de Cospedal,  para desprendernos de lo único que tenemos, ¡el voto!,  porque como dijo, Abraham Lincoln: --Ningún hombre (o mujer) es demasiado bueno para gobernar a otro sin su consentimiento-- ¡Pues eso!

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…He dicho!

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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso