*Por Ángel Rico
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Le
contaré a usted, respetado lector, que para un servidor que, ya en Democracia y con la actual Constitución, cumplió --dos (2) años,
dos— de Servicio Militar en el Ejército
del Aire Español, resulta extravagante e insultante que, para Mariano Rajoy: --sean un “coñazo” los
actos del Día de la Hispanidad , del 12
de octubre; “Fiesta Nacional de España”--.
Lo que aquel micrófono abierto que, urbe
et urbi, informó de la frase: --“Mañana tengo el coñazo del desfile”—donde Rajoy evidenció la calidad mediocre de
su burocratismo; no fue solo un lapsus, sino la radiografía de un gobernante
trivial.
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Obviamente,
si en 1492, la España
de entonces hubiese estado definida por el espíritu “Rajoyista” no se habría producido el “Encuentro con los nuestros
del otro lado del Atlántico”. Ante
la realidad de la Historia , la Ley 18/1987, en su Exposición de Motivos
dice:
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--La
conmemoración de la Fiesta Nacional ,
práctica común en el mundo actual, tiene como finalidad recordar solemnemente
momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico,
cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los
ciudadanos.
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Sin menoscabo
de la indiscutible complejidad que implica el pasado de una nación tan diversa
como la española, ha de procurarse que el hecho histórico que se celebre
represente uno de los momentos más relevantes para la convivencia política, el
acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad
nacional de ese pueblo.
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La normativa
vigente en nuestro país a este respecto se caracteriza por una cierta
confusión, al coexistir, al menos en el plano formal, distintas fechas como
fiestas de carácter cívico o exclusivamente oficial.
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Se hace
conveniente, por lo tanto, una nueva regulación para dotar inequívocamente a
una única fecha de la adecuada solemnidad.
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La fecha
elegida, el 12 de octubre, simboliza la
efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de
construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y
la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un
período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos.
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La presente
Ley trata de subrayar, a través de la decisión de los legítimos representantes
del pueblo español, la especial solemnidad de la fecha.--
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Y
ahí es donde hay que centrar el hecho del 12
de Octubre, --que Mariano
desconoce--. Los ciudadanos españoles y americanos, descendientes de tantos
otros que, por innumerables motivos –fueron desplazados—al continente
americano; con su innegable protagonismo en: --la introducción de la rueda, la Aritmética , la Geometría , la Gramática , la Medicina , los hospitales,
la Arquitectura ,
la Universidad , la Imprenta , los caballos, el
ganado ovino y el bovino, la vid, el ajo, la cebolla, el trigo, el azúcar, la pólvora, el tratamiento del hierro, con la
metalurgia de Toledo, la cerámica de
Valencia, etc.-- Donde, España puede demostrar que hay más
genética y sangre española en todo el continente americano, en general, y en Estados Unidos, en particular. Porque,
millones de ganaderos de California,
Colorado, Florida, Montana, Nevada, Texas, Utah o Nuevo México, por
ejemplo, tienen más sangre “(hispano)Americana”
que, el actual presidente Obama.
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El
“coñazo” (para Rajoy) de los actos
de la Fiesta Nacional de
mañana se realizarán en Madrid, pero
también en las ciudades del mismo nombre de, los estados norteamericanos, de Alabama, Nebraska, Iowa, Nueva York o
Virginia. Todas las naciones buscan
un héroe sobre el que construir sus orígenes. En el caso del continente americano, los héroes fueron miles de
antepasados nuestros; con similares virtudes y defectos. Toda esa realidad
indiscutible es lo que tiene que motivar a los ciudadanos civiles en la Fiesta Nacional
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Y
es que “la insoportable levedad de Mariano”
cada día es más contrastable, como se pudo comprobar en el día de ayer donde:
--La Secretaria General del PP y Presidenta del PP de Castilla-La Mancha,
María Dolores Cospedal, invitó a Mariano
Rajoy, en su calidad de Presidente
del Gobierno, a unos actos en Mora
de Toledo y la anfitriona no apareció dejando solo al invitado. ¿Fue un
gesto de soberbia o de distanciamiento?— Por lo que, ya puede ser
cuantificable, la nimiedad del Presidente
del PP, en relación a sus subordinados. Han recuperado la objetividad,
aquellos que se negaban a ver que Rajoy
es sinónimo de necedad.
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Lo
más preocupante, del caso “Rajoy en Mora
de Toledo”, (y esto es información) es: –la inquietud que ha provocado Rajoy en el sector del aceite de oliva,
(tras su visita a una cooperativa de aceite local) por el demostrado “mal
fario” de Rajoy--. Como es conocido
por los deportistas que no quieren, por nada del mundo, que Rajoy aparezca en sus competiciones,
porque de hacerlo, subirá exponencialmente las posibilidades de ser derrotados.
El caso más reconocible fue aquel “¡viva
el vino!” pronunciado por Mariano,
y sin solución de continuidad, tras aquel alegato, el precio del vino empezó a
hundirse y, aún, no se ha recuperado. Por lo que habrá que admitir que: --Mariano Rajoy es un coñazo para la
mayoría—
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Cela dijo: --Hay dos clases de hombres: quienes hacen la Historia
y quienes la padecen--, Mariano
pasará a la Historia , por lo que
hizo padecer a propios y extraños.
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…He dicho!
.
*Es presidente del Instituto Hispano
Luso
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