sábado, 10 de abril de 2010

Arrieros somos y en el camino nos encontraremos

Por Ángel Rico *
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Una de las facultades a la que debieran aspirar las autoridades públicas es a transmitir una cierta “autoridad moral” en su actividad cotidiana, virtud que les permitirá gobernar con el respeto del pueblo. Y los pueblos que, por sus actitudes, gozan de alguna “autoridad moral” son respetados por el resto de pueblos, gozando de paz y de un prospero comercio.

Esto viene a cuento por dos cuestiones actuales sobre las que me voy a permitir entrar, “el Estatuto de Castilla-La Mancha” y la “destilación extraordinaria de vino para uso de boca”.

Se está debatiendo en el Congreso, el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, y desde el gobierno regional se ha introducido en el debate estatutario un absurdo matiz nacionalista, que se refleja en la introducción en el preámbulo del Estatuto “la reserva de 4.000 hm3 de agua del Tajo”, que de ser efectivo pondría en entredicho la viabilidad de la transferencias hídricas al sur de la Comunidad Valenciana y a Murcia. Y que perjudicaría los intereses de los ciudadanos de estas dos comunidades.

Barreda, ha puesto de manifiesto que en Murcia y Valencia deberían "hacer un esfuerzo porque nosotros ya lo hemos hecho". En su opinión, "nosotros hemos ido flexibilizando nuestra posición, pero ya no podemos conceder ni una sola cota de agua más", porque el último planteamiento es definitivo. "Ya no podemos rebajar ni un hectómetro cúbico, porque asegura, esas son nuestras necesidades reales".

Por otra parte, la realidad de los vinicultores de Castilla-La Mancha ha forzado que Barreda solicite al Gobierno de España (el peor gobierno de la democracia) una nueva destilación. Se trata de una segunda destilación, que contará con una ayuda de 300 euros por hectárea, para un máximo de 50.000 hectáreas o lo que es lo mismo, dos millones de hectolitros para destilar, suponiendo un coste para la arcas públicas de 15 millones de euros.

Y aquí es donde se encuentran las paradojas. Cuando Zapatero derogó el Plan Hidrológico Nacional, (con los votos del PSOE de Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia), abrió la caja de Pandora, que están suponiendo numerosos problemas que no benefician a nadie. Hay que recordar que el Plan Hidrológico Nacional contó con el apoyo total de las Cortes de Castilla-La Mancha

Veamos, cuando el Dios Baco o Dionisos puso el vino sobre la tierra, lo hizo con el objeto de que se utilizase para ser bebido. Y así ha venido ocurriendo desde el principio de los tiempos. Pero las cosas fueron cambiando hasta la actual realidad del mercado, donde la producción es mayor que el consumo. (En España se producen más de cuarenta y cuatro millones de hectolitros y solo se consumen menos de dieciocho). Y para ayudar a los intereses de las bodegas (de Castilla-La Mancha) hay que quitar vino del mercado, mediante destilaciones que favorecen los intereses de las bodegas de la región, ya que esta ayuda la ingresan directamente ellas, lo que, especialmente en el caso de las cooperativas, servirá para reducir existencias y dotar de una mayor liquidez sus cuentas.

La ayuda que irá a las bodegas de Castilla-La Mancha, (15 millones de euros) saldrá de los fondos públicos. Y esos fondos se componen con las aportaciones de todos y, principalmente, de aquellas comunidades que más aportan al PIB, entre ellas Valencia y Murcia.

Y podría darse el caso, que mediante modificaciones de sus estatutos correspondientes, estas comunidades introdujesen que de los fondos que aportan a la caja general, no se dedicase nada a ninguna otra comunidad mientras ellos tuvieran sus exigencias sin cubrir. Vamos, algo similar a lo que se introdujo con el voto del PSOE, en el estatuto de Cataluña.

En ese caso ¿Qué haríamos en Castilla-La Mancha? ¿De donde vendrían los fondos que tantas veces necesitaremos?

Por eso hay que recordar lo que dijo Víctor Hugo: “Entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo consiente, hay cierta solidaridad vergonzosa”.

No debemos permitir que las urgentísimas necesidades políticas de Barreda de conseguir el clientelismo de los votantes, nos hagan olvidar aquello de que: “arrieros somos y en el camino nos encontraremos”. Porque más temprano que tarde, necesitaremos de la ayuda de aquellos a los que ahora, por cuestiones políticas, les impediremos hacer uso de un agua que vienen utilizando desde hace tiempo.



* Es Presidente del Grupo de Empresas Agrarias (GEA)

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