martes, 19 de enero de 2010

Organización de Naciones Unidas

Nosotros los pueblos …. Unidos por un mundo mejor

Por Ángel Rico *

Estamos viendo una vez más la inoperancia de una institución internacional como es la “Organización de las Naciones Unidas” –ONU—donde 192 estados se excusan en la ONU cuando no saben, no pueden o no quieren actuar ante cualquier problema. Da igual que la participación de esta institución sea en Haití, o en la Cumbre del Clima en Copenhague, o en las múltiples e inútiles de reuniones de la FAO. Al final, se repite la inoperancia de esta carísima institución internacional.

En Haití, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, apareció varios días (6) después de ocurrido el terremoto, a pesar de que el hundimiento de la sede de la ONU en Puerto Príncipe, mató a numerosos (350) funcionarios de base de la Organización. (entre ellos varios españoles). Que participaban en la misión de estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH). Y finalmente, tiene que aceptar, Ban Ki-moon, que sea Estados Unidos quienes organicen el caos, tanto en el aeropuerto como en el control de la seguridad y el reparto de la ayuda humanitaria en Haití. Porque la ONU como tal, una vez más, es totalmente incapaz de solucionar el problema.

En general, el Secretario General, a lo largo de su trayectoria ha ido dando tumbos por el mundo demostrando su incapacidad para liderar, ni un acuerdo vinculante sobre el clima, ni el funcionamiento necesario para paliar el desastre ocurrido en Haití, que millones de personas están sufriendo de forma permanente. Ni admitir los apaños del Panel Internacional del Cambio Climático (IPPC), dependiente de la Organización Meteorológica Mundial, es decir, la ONU. Ni la paz en Oriente Medio, cuando no evita los disparos de misiles kasam contra Israel desde la propia sede de la Organización en Gaza.

¡Así es la ONU!

Soy de la opinión de que quién no forma parte de la solución, está directamente implicado en la parte del problema. Y eso es lo que pienso sobre Ban Ki-moon. Un burócrata de la ONU que desde 1975, por su vinculación con la Organización conoce la realidad del planeta, a través de los informes que se redactan en la sede de la ONU. Y que normalmente distan mucho de parecerse a la realidad. Su figura es la excusa necesaria para que numerosos problemas se pudran en el tiempo, y acaben sin solución.

Este Secretario General de la ONU, es capaz de aprobar, por ejemplo, un gasto de veintidós millones de euros para pagar la cúpula de la sede de la Organización en Ginebra, y varias semanas más tarde pedir a los buenos corazones del mundo que ayuden en este o en aquel desastre. La ONU es capaz de sufragar una incontable relación de invitados a la Cumbre del Clima en Copenhague, para no llegar a ningún acuerdo vinculante. Y trasladar la cuestión a otra cumbre, igualmente carísima, a realizar a final de este año en México.

¿Qué fuerza moral tiene el responsable de unos gastos tan absurdos y, reiterados, para después solicitar al mundo una ayuda humanitaria?. Estoy de acuerdo con usted respetado lector, ninguna.


*Es Presidente del Instituto Hispano Luso Brasileño.

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