sábado, 14 de mayo de 2011

Cuando las promesas no son suficientes para conquistar el futuro

*Por Ángel Rico

Rajoy “promete que sacará a Bildu de las instituciones”, lo que no deja de ser una declaración de intenciones que merecen ser cuestionadas por la realidad político judicial actual. Si Rajoy alcanzase la presidencia del gobierno de España, lo cual es previsible y, ordenase a la policía y guardia civil, informes sobre la actividad político terrorista del Bildu y, los informes llenos de pruebas terroristas se pusiesen a disposición de la Sala Especial del Tribunal Supremo, lo previsible es que, de acuerdo con la “Ley Orgánica 3/2011, de 28 de enero, por la que se modifica la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General” el TS sentenciase que Bildu debe abandonar las instituciones. Pero el procedimiento recoge que Bildu puede recurrir la sentencia ante el Tribunal Constitucional, donde los magistrados puestos por el PSOE volverían a anular la sentencia del Supremo, permitiendo que los bilduterroristas continúen en las instituciones. Riéndose del “sistema”, de la “democracia” y de nosotros.

Tal como está la Justicia en España, no basta con que Rajoy tenga buenas intenciones, es necesario que, además, el “sistema judicial” se lo permita. Y mientras no se cambie la (viciada) fórmula de elección de los miembros del Tribunal Constitucional, habrá sentencias como las referidas al “Estatuto de Cataluña” o que los “terroristas estén en las instituciones” que avergüencen a los españoles de bien.

“Donde hay poca Justicia es un peligro tener razón” dijo Francisco de Quevedo. Por eso es urgente devolver la confianza en la Justicia, al Pueblo, que está comprobando como se utiliza la Ley y por tanto la trampa, para dar sensación de que se pretende una cosa, cuando la realidad política, se persigue lo contrario. “La Justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella” (Rene de Chateabriand)

El goteo de ejemplos contrarios a los intereses de la sociedad, en general, hace que tengamos que fijarnos, por ejemplo, en el nefasto protagonismo de los sindicatos del “régimen” que para mantener su enorme (e injustificado) poder político, necesitan como alimento la constante e interminable lista de parados, para seguir viviendo del presupuesto general.

Los sindicatos del régimen no son la solución, sino una parte importante del problema. Y, en igual medida, la patronal. Por ello, el futuro necesita que, mediante una nueva regulación de su papel institucional, se eliminen el protagonismo, los privilegios y las ayudas oficiales, tanto a los sindicatos del régimen, como a la gran patronal y los sindicatos agrarios y similares. Las cúpulas de los mismos, como el dios Saturno, necesitan alimentarse de sus hijos, para mantener el estatus de sus (bien pagados) dirigentes, aunque sea a costa de los intereses de sus representados. Por ello, es urgente que vivan de las cuotas de sus afiliados. Si lo hacen bien tendrán una importante afiliación, en caso contrario, estarán en las penumbras de los infiernos representativos.

Otro ejemplo de lo mal que está el “sistema” es el importantísimo papel que, en el legislativo, juegan los insignificantes (en votos) partidos “nacional separatistas” que, mientras el partido político ganador, no lo haga con mayoría absoluta, acabaran siempre desfalcando los programas con que el partido ganador se presente ante los electores. Encontrándonos que, como resultado, tenemos una amalgama de leyes contradictorias y agraviantes, que impiden el desarrollo en igualdad de la sociedad española. Si Rajoy tuviese la responsabilidad de gobernar con mayoría absoluta, tendrá la obligación histórica de cambiar la Ley electoral, para que el voto de unos pocos separatistas, no tengan más fuerza que los votos de la mayoría de españoles.

Víctor Hugo nos enseñó aquello de: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad” A partir del 22 de mayo, Rajoy debe mostrar la valentía para nombrar su gobierno en la sombra y, empezar a hacer públicas sus propuestas políticas en cada negociado, mostrando a la sociedad, la ambición legislativa de los valientes, frente a la pesada losa del débil gobierno de Zapatero, el peor gobernante de la Democracia.

El desmarque político de quien pretenda gobernar nuestro futuro, debe empezar ya, sin esperar a los resultados de las próximas elecciones generales (que en lógica deberán adelantarse). En el Derecho Romano se dice: “Damihi facta, dabo tibi ius” (Dame los hechos y te daré el Derecho) Rajoy tendrá que proponer leyes, obligado por la nefasta realidad económico social que tenemos delante.

Hay que devolver la esperanza de que se harán encajar todas las piezas del Estado, para salir de la penumbra que generan de cinco millones de parados, un enorme déficit público y el desencanto de la sociedad que puede producir riqueza y esperanza para todos. Pero, además de las promesas, hace falta algo más.

….He dicho!

Mientras tanto, el gasóleo, brent, se cotiza hoy a 114,23 dólares por barril, el gasóleo lo pagamos a 1,26 euros por litro. Y en España se mantienen más de 3,5 millones de hectáreas de improductivo, pero subvencionado, barbecho, que podrían producir biodiesel nacional, en una cantidad equivalente a 2,5 millones de barriles de petróleo. Solo hace falta querer encajar las piezas productivas.

*Es Presidente del GEA

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