*Por Ángel Rico
“Los amos del Pueblo serán siempre aquellos que puedan prometerle un paraíso” (Remy de Gourmont)
Un servidor de ustedes, que por deformación profesional, tiene un especial conocimiento de la cosa político-electoral, mira con una cierta intriga las promesas de los políticos que, en estas fechas, analizan si los posibles votos a su favor están o no, lo suficientemente maduros para ser recolectados. Y ante la duda, dan una vuelta más de tuerca para dominar la conciencia de los, todavía, indecisos, prometiéndoles la felicidad que anhelan.
Jean Le Rond d´Alembert, ya nos había avisado cuando dijo aquello de: “La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos” Podría pensarse que esa tesis es una exageración pero, la mayoría, de los políticos en campaña acaban abriendo su particular caja de Pandora y prometen cosas que se acaban volviendo en su contra.
En esa dinámica prometedora también ha caído la candidata por el Partido Popular al gobierno de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, cuando dijo: “que suprimiría el canon del Fondo de Promoción Vitivinícola, pues a su juicio es el gobierno de Castilla-La Mancha quien debe ayudar a los agricultores y a las cooperativas a promocionar y comercializar el vino”. Como promesa ante los agricultores, sector que a diferencia de otros, viene recibiendo ayudas desde siempre, puede quedar bien. Pero corre el riesgo de que, además de crear agravios comparativos, puede volverse en contra de quien permitió que de su boca saliesen tales promesas.
Porque lo que nadie (ni los políticos decentes) puede discutir es que otro sector, olvidado por los distintos gobiernos, tan importante para la sociedad porque “garantiza la seguridad alimentaria” y, porque además, participa, en mayor medida que la agricultura, en el PIB regional, es el Transporte. Y en Justicia política ¿Por qué los camioneros no tienen que recibir las ayudas que necesitan y los viticultores sí? ¿El voto de los camioneros vale menos que el voto de los agricultores? ¿Para dejar de ser invisibles, tendrá que ser necesario que los camioneros crucen sus vehículos en la A4 y empezar entonces a ser visibles para los prometedores políticos?
De eso también trata la presente campaña electoral, mostrarse ante los electores como alguien capaz de gobernar con Justicia, con equidad e igualdad. Y quien promete más a unos, frente a los otros, empieza a correr el riesgo de no poderlas cumplir y, como dijo, Giuseppe Mazzini: “Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo”. Y en ese momento ¿Qué hará Cospedal? ¿Actuar como Barreda, meter la cabeza bajo el ala y “tirar palante”?
Conocida mi falta de diplomacia voy a permitirme –por venir al caso-- recordar a la candidata Cospedal, el último consejo que Don Quijote dió a Sancho, antes de gobernar la Ínsula Barataria: “jamás te pongas a disputar de linajes, a lo menos, comparándolos entre sí, pues, por fuerza, en los que se comparan uno ha de ser mejor, y del que abatieres serás aborrecido, y del que levantares, en ninguna manera premiado” (Cap XLIII)
Dar al sector agrario, lo que también merecen otros sectores, como el transporte, la construcción, el turismo, el comercio, etc., es, de facto, comparar los linajes, “levantando” el agrario y “abatiendo” el transporte. ¿Está preparada Cospedal para el aborrecimiento que provocará si hace distinciones?
La candidata del Partido Popular ha dicho: “que el PP tiene un plan para reactivar el sector agrario y una política que vaya más allá de intentar que los agricultores cesen en su actividad”. De ser así, será bueno para la economía regional. Para empezar, José María Barreda, le ha dejado (además de un anquilosado sector) más de un millón de hectáreas, de improductivo, pero subvencionado, barbecho. Que podría servir para producir, en las fábricas de biodiesel cerradas de Castilla-La Mancha, energía renovable. Creando empleo, y energía barata para ser utilizada por el transporte y que, los camioneros, no tengan que cesar en su importante actividad.
La realidad del enorme déficit nacional, obliga a España, en general y, a Castilla-La Mancha, en particular, a dedicar las ayudas provenientes de los contribuyentes, a aquellos sectores que pueden crear riqueza nacional. Y no a aquellos sectores que se mantienen anclados en el desfase estructural, a pesar de las innumerables ayudas recibidas, año tras año. Y como sé que esta reflexión me va a suponer duras críticas, digo: los datos no se discuten, solo se contrastan. Contrastemos la realidad estructural del sector agrario actual, con los datos de diez o veinte años atrás. Y acabaremos preguntándonos ¿En qué se han dedicado las innumerables ayudas recibidas durante este tiempo?
…He dicho!
Mientras tanto el petróleo, brent, se cotiza hoy a 114,23 dólares por barril, el gasóleo lo pagamos a 1,27 euros por litro. Y en España hay más de 3,5 millones de hectáreas de barbecho, improductivo pero subvencionado.
*Es Presidente del GEA
“Los amos del Pueblo serán siempre aquellos que puedan prometerle un paraíso” (Remy de Gourmont)
Un servidor de ustedes, que por deformación profesional, tiene un especial conocimiento de la cosa político-electoral, mira con una cierta intriga las promesas de los políticos que, en estas fechas, analizan si los posibles votos a su favor están o no, lo suficientemente maduros para ser recolectados. Y ante la duda, dan una vuelta más de tuerca para dominar la conciencia de los, todavía, indecisos, prometiéndoles la felicidad que anhelan.
Jean Le Rond d´Alembert, ya nos había avisado cuando dijo aquello de: “La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos” Podría pensarse que esa tesis es una exageración pero, la mayoría, de los políticos en campaña acaban abriendo su particular caja de Pandora y prometen cosas que se acaban volviendo en su contra.
En esa dinámica prometedora también ha caído la candidata por el Partido Popular al gobierno de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, cuando dijo: “que suprimiría el canon del Fondo de Promoción Vitivinícola, pues a su juicio es el gobierno de Castilla-La Mancha quien debe ayudar a los agricultores y a las cooperativas a promocionar y comercializar el vino”. Como promesa ante los agricultores, sector que a diferencia de otros, viene recibiendo ayudas desde siempre, puede quedar bien. Pero corre el riesgo de que, además de crear agravios comparativos, puede volverse en contra de quien permitió que de su boca saliesen tales promesas.
Porque lo que nadie (ni los políticos decentes) puede discutir es que otro sector, olvidado por los distintos gobiernos, tan importante para la sociedad porque “garantiza la seguridad alimentaria” y, porque además, participa, en mayor medida que la agricultura, en el PIB regional, es el Transporte. Y en Justicia política ¿Por qué los camioneros no tienen que recibir las ayudas que necesitan y los viticultores sí? ¿El voto de los camioneros vale menos que el voto de los agricultores? ¿Para dejar de ser invisibles, tendrá que ser necesario que los camioneros crucen sus vehículos en la A4 y empezar entonces a ser visibles para los prometedores políticos?
De eso también trata la presente campaña electoral, mostrarse ante los electores como alguien capaz de gobernar con Justicia, con equidad e igualdad. Y quien promete más a unos, frente a los otros, empieza a correr el riesgo de no poderlas cumplir y, como dijo, Giuseppe Mazzini: “Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo”. Y en ese momento ¿Qué hará Cospedal? ¿Actuar como Barreda, meter la cabeza bajo el ala y “tirar palante”?
Conocida mi falta de diplomacia voy a permitirme –por venir al caso-- recordar a la candidata Cospedal, el último consejo que Don Quijote dió a Sancho, antes de gobernar la Ínsula Barataria: “jamás te pongas a disputar de linajes, a lo menos, comparándolos entre sí, pues, por fuerza, en los que se comparan uno ha de ser mejor, y del que abatieres serás aborrecido, y del que levantares, en ninguna manera premiado” (Cap XLIII)
Dar al sector agrario, lo que también merecen otros sectores, como el transporte, la construcción, el turismo, el comercio, etc., es, de facto, comparar los linajes, “levantando” el agrario y “abatiendo” el transporte. ¿Está preparada Cospedal para el aborrecimiento que provocará si hace distinciones?
La candidata del Partido Popular ha dicho: “que el PP tiene un plan para reactivar el sector agrario y una política que vaya más allá de intentar que los agricultores cesen en su actividad”. De ser así, será bueno para la economía regional. Para empezar, José María Barreda, le ha dejado (además de un anquilosado sector) más de un millón de hectáreas, de improductivo, pero subvencionado, barbecho. Que podría servir para producir, en las fábricas de biodiesel cerradas de Castilla-La Mancha, energía renovable. Creando empleo, y energía barata para ser utilizada por el transporte y que, los camioneros, no tengan que cesar en su importante actividad.
La realidad del enorme déficit nacional, obliga a España, en general y, a Castilla-La Mancha, en particular, a dedicar las ayudas provenientes de los contribuyentes, a aquellos sectores que pueden crear riqueza nacional. Y no a aquellos sectores que se mantienen anclados en el desfase estructural, a pesar de las innumerables ayudas recibidas, año tras año. Y como sé que esta reflexión me va a suponer duras críticas, digo: los datos no se discuten, solo se contrastan. Contrastemos la realidad estructural del sector agrario actual, con los datos de diez o veinte años atrás. Y acabaremos preguntándonos ¿En qué se han dedicado las innumerables ayudas recibidas durante este tiempo?
…He dicho!
Mientras tanto el petróleo, brent, se cotiza hoy a 114,23 dólares por barril, el gasóleo lo pagamos a 1,27 euros por litro. Y en España hay más de 3,5 millones de hectáreas de barbecho, improductivo pero subvencionado.
*Es Presidente del GEA
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