jueves, 14 de febrero de 2013

Las miserias del sistema


*Por Ángel Rico
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Es noticia en las últimas fechas el affaire “Pujol brothers” donde además de los, presuntos, blanqueos de dinero derivados de, hipotéticas, corrupciones políticas y tráfico de influencias, hemos conocido supuestos casos de “maltrato” y grabación de conversaciones en un restaurante de Barcelona. A simple vista podría determinarse que, ello es el resultado de la podredumbre a la que el sistema ha convertido la actividad pública; pero en el conjunto de informaciones puede pasar desapercibido “algo” más grave aún.
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Ese “algo” es que: --la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, presentó una denuncia en la policía autonómica de Cataluña, los Mossos d’Escuadra, por –presunta—  agresión de Pujol Ferrusola--. Esta policía autonómica no inició ningún tipo de actuaciones. Posteriormente, puso los hechos referido al maltrato en conocimiento del “Institut Català de les Dones” (Instituto Catalán de la Mujer), que tampoco actuó al respecto. La UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) de la Policía, pidió entrevistarse con la señora Álvarez en el hotel Princesa Sofía de Barcelona, para que les contase aquello de –el traslado de fajos de billetes de 500 euros a Andorra--; los agentes policiales fueron informados, también, de las agresiones y maltrato.
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A solicitud de Álvarez, se celebró una comida con la Presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, en un restaurante --especializado en grabación de conversaciones--, donde la, presunta, maltratada que era conocedora de hechos delictivos, puso en conocimiento de la líder del PPC todas las cuestiones de las que era conocedora, incluyendo las agresiones y maltratos sufridos de Pujol Ferrusola.
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Resulta sorprendente e indignante que: --ni la policía autonómica catalana, ni el departamento de la mujer, ni la UDEF, hiciesen nada en relación a la denuncia de maltratos--. Conocer que la Presidenta del PPC, miembro de un partido político que presume de su defensa de la mujer, no se diese por enterada de los hechos, posiblemente, delictivos que Álvarez puso en su conocimiento y, para mas agravio, pactase posteriormente con CiU, partido político controlado por los “Pujol brothers” es sonrojante.
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Los ciudadanos normales, nos sentimos ofendidos por esa sucesión de omisiones por parte de los negociados que dependen de la Generalidad de Cataluña, entendiendo que aquellos funcionarios pudieran estar influidos por el miedo a la mafia imperante, es decir, a “la famiglia”. Pero es inconcebible que una mujer con actividad pública, Alicia Sánchez- Camacho, no actúe para proteger a una mujer, presuntamente, maltratada.
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Con posterioridad el Juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, citó a declarar a María Victoria Álvarez, quien se ratificó de las denuncias anteriores ante la policía y la política Sánchez-Camacho. Y cuando la declarante insistió en que –había sido agredida y acosada por Pujol Ferrusola— incluso llega, ante el Juez Ruz y el Ministerio Fiscal, a declarar: --“Oiga, yo quiero ser testigo protegido, yo de esto puedo aportar datos y puedo ayudarles pero no quiero que mi nombre salga bajo ningún concepto. Esta gente en Catalunya tiene muchos amigos y muchos enemigos, pero muchos amigos y mucha gente que le debe muchos favores. Son peligrosos, muy peligrosos. Yo me he pasado dos años, y perdone la palabra, acojonada, cuando intenté salir de esa relación, amenazada. Ha sido horroroso, entonces cuando he visto todo esto en los medios de comunicación, a mí esto me está produciendo un trastorno a todos los niveles, tremendo”— (sic)
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La actuación del Juez ante el miedo de la señora Álvarez hay que resumirla en: --esa cuestión no es de este juzgado--. Dejando a la denunciante Álvarez en la estacada y sin protección. No entiendo, respetado lector, ninguna de las omisiones realizadas, pero menos la del juez, que aún no correspondiendo las agresiones denunciadas a lo que estudia su juzgado, podría –dar traslado de los hechos de malos tratos y agresiones puestos de manifiesto en su declaración al juzgado correspondiente--.
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Vemos a los políticos, en general y a los del Partido Popular, en particular, como se rasgan las vestiduras cuando ocurren casos de muerte de mujeres a manos de sus agresores. Políticos que, en el caso que nos ocupa, no han recriminado a su coocarnetaria del PP, Alicia Sánchez-Camacho, por una actitud tan infame, indigna, ignominiosa,  despreciable y rastrera, al no buscarle protección a la señora Álvarez, y no haber recriminado la actitud de los Mossos d’Escuadra y del Institut Català de les Dones, por ser displicentes en sus responsabilidades
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Es entendible que a la señora Álvarez en relación a la conversación con Alicia Sánchez-Camacho le viniese a la mente aquello de Joaquín Sabina: --“ De pronto me vi, como un perro de nadie, ladrando, a las puertas del cielo. Me dejó un neceser con agravios, la miel en los labios y escarcha en el pelo.   Porque no le importa…, siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga  y la falda muy corta. Me abandonó, como se abandonan los zapatos viejos …”--. Al menos esa sería la sensación que me quedaría a mí, al comprobar que la aportación de datos a la Presidenta del PPC, solo sirvió para aumentar el riesgo de ser agredida, por una dejación que muestra las miserias del sistema mismo.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

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