*Por Ángel Rico
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Le
contaré a usted, respetado lector, que el transportista Francisco Gómez, verdadero profesional
autónomo en activo, y yo, hicimos por vernos y coincidimos en Trujillo, --cumpliendo nuestro anterior
acuerdo al respecto-- donde dedicamos un tiempo interesante para hablar de
asuntos relacionados con el transporte.
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Tras
darle varias vueltas a la situación actual del transporte, Paco Gómez, entre otras cosas, me dijo: --Los hijos de los
transportistas con problemas laborales, no perdonarán a sus padres que durante
el tiempo en que se estaba debatiendo, primero el borrador, luego las enmiendas
en el Congreso, y posteriormente en
el Senado de la Ley 9/2013, de Ordenación de los Transportes Terrestres
(publicada en el BOE de 5 de julio de
2013), las asociaciones profesionales no presentasen propuestas, ni
enmiendas, mientras era proyecto de ley. Es decir, durante más de siete meses,
--algunos representantes— no hicieron nada, además de lamentarse de lo mal que
está el sector, con arengas a los camioneros, para luchar por mejorar la futura
ley que saliera --¿no habría sido más
lógico tratar de mejorar el proyecto en estudio, cuando era posible y antes que
se aprobara como ley? – Preguntó.
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Porque
la Ley 9/2013,
de Ordenación de los Transportes
Terrestres, es la ley del actual Gobierno, no siendo previsible que este
Gobierno reforme su propia ley. Lo que significa condenar a los profesionales a
seguir igual de mal, hasta la próxima legislatura. --¿A quién se le ocurrió tal estrategia de indiferencia? – volvió a
preguntar.
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Por
otra parte: --Si quien asesora al Gobierno, sobre todo lo referido al
transporte es –el Comité Nacional del
Transporte por Carretera (art 59 de la LOTT )
y, evidentemente, aconseja mal y en contra de la mayoría de los profesionales; siguió
preguntando Gómez: --¿Por qué cuando se abrió el proceso para
renovar dicho Comité, los profesionales autónomos, no se postularon para formar
parte del Comité Nacional de Transportes por Carretera?
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Porque
la caterva que impone sobre el sector, está contenta de que, exista malestar
entre los profesionales, mientras ellos –los de siempre— sean quienes sigan
legislando y controlando los reglamentos, normas y disposiciones que afectan a
todo el transporte. Es imperdonable, haber perdido la oportunidad, primero de
cambiar la ley, y segundo, de estar en el órgano que asesora a quienes cambian
las leyes, por parte de los profesionales.
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Da
la triste sensación de que para algunos, pretendidos, representantes del
transporte, que de tanto hablar de un sector que fuerza a los profesionales a
“perder su camión, su casa y su negocio, a alimentarse de un sándwich pagado con la tarjeta del gasóleo
y dormir en la cabina del camión” se han acostumbrado a ese lamentable
escenario que, para ellos, es más interesante mantener esa tenebrosa realidad, que trabajar para
cambiarla.
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Porque
si no, no se entiende tanta pasividad, que proporciona como resultado que todo
siga igual. Lo que induce a pensar que esos, hipotéticos, representantes son
parte del problema.
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¿Qué supone esta realidad? –Insistió Gómez--.
Con una mala ley para el transporte recién aprobada, el Gobierno no tendrá
razones para reformarla. Eso en tiempos políticos supone que pasarán, al menos,
tres años hasta que la ley pueda cambiarse de nuevo ¿Los profesionales están dispuestos a aguantar así tanto tiempo? Ha
quedado demostrado aquello de: --"Si siempre haces las mismas cosas,
obtendrás siempre los mismos resultados"— Lo que es de aplicación a
quienes pretenden representar al transporte profesional de hoy.
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En
algunas ocasiones, escuchando la cantinela de quienes se atribuyen la
representación de este sector, nos recuerdan, si se me permite la comparación: --a
ese alcohólico, que no reconoce que lo es, y se lamenta de esquina en esquina,
de lo mal que le trata la vida, mientras mantiene agarrada por el cuello una semivacía
botella de morapio--.
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Traté
de hablarle del trabajo de algún representante del sector, y ahí imperativamente
Gómez me cortó, y no me dejó seguir
hablando al decir: --De igual forma que
no transforma en toreros el hecho de regentar
un comercio de venta de regalos taurinos, no debe ser considerado representante
del sector del transporte quien mantiene una estructura organizativa de
amiguetes o familiares, sin estrategia clara, trabajo permanente y un poco de
preparación personal. Al verdadero líder los profesionales le siguen, a los
representantes ful los profesionales les huyen--. En este sector, generalmente, las personas
son como parecen.
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Después
de tratar varios asuntos más, nos despedimos; Gómez, continuó su ruta hacia el norte, y yo la mía hacia el este, con la promesa de
volver a repetir tan interesante tertulia sobre un sector de enorme importancia
para la economía nacional y la vida cotidiana de millones de personas. Antes de
partir, ofreció su leal colaboración, su firma, su participación en cualquier
asunto que se considerase positivo para mejorar la cruda realidad del
Transporte de mercancías por carretera en España.
Porque caminando se llega más lejos que preocupándose por llegar.
.
…He dicho!
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*Es Presidente del GEA & GEA
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