domingo, 28 de marzo de 2010

El liderazgo de Pedro Passos Coelho

Por Ángel Rico *

La realidad socioeconómica de Portugal ha puesto a Pedro Passos Coelho al frente del principal partido político de oposición, de la República vecina, el PSD. Passos Coelho, tiene poco tiempo para conformar su equipo y que este, el equipo, empiece a irle ganando terreno al desgastado gobierno del PS. Y sobre todo, tiene la necesidad de transmitir la seguridad que Portugal necesita como pueblo.

Esa es la esperanza que la mayoría de los portugueses han puesto en Passos Coelho, que lidere el “Cambio” que Portugal necesita. Es sabido que “un líder es esa persona que va a la cabeza del grupo, actúa de acuerdo a sus instintos y no espera que otros le indiquen que hacer. Un líder no solo decide, lleva a cabo el liderazgo, lo ejerce y lo transmite”.

El liderazgo no es una posición que pueda adquirirse en una tienda, tampoco viene con el puesto de autoridad o poder. (Como demostró Ferreira Leite) Es un privilegio que debe ganarse con los actos y el ejemplo propios. Y ahí está el reto de Pedro Passos Coelho, un líder que no es diputado en la Asamblea de la República (Algo que había ocurrido antes con Ferreira Leite, por unos meses, y antes con Rebelo de Sousa) y que tendrá que tomar posiciones políticas concretas en relación a numerosos asuntos diarios y crear, de hecho, un gobierno en la sombra que fuerce a que el Gobierno en minoría de Sócrates retome el rumbo.

Porque de no ser así, es más que previsible, que a lo largo del presente año, tras la disolución de la Asamblea por el Presidente de la República, Cavaco Silva, (del PSD) los portugueses vuelvan a tener elecciones generales. Es muy difícil pensar que se pueda llegar sin elecciones hasta después del 2011.

Esta situación de instabilidad en el gobierno, que traslada una importante cuota de responsabilidad al principal partido de la oposición, son quasi similares en España y Portugal, por lo que habrá que analizar las actuaciones a ambos lados de la frontera.

Como defiende, el profesor Juan Carlos Jiménez: “La vivencia histórica de España y Portugal ha transitado por un camino de contradicciones profundas. El vivir de “costas viradas” característico de una estática situación de vecindad ha convivido siempre con una dinámica de profunda interrelación e interdependencia mutuas, y no sólo desde el punto de vista meramente funcional, de armonización en material limitado al marco de una unidad geográfica compartida, sino también estructural, en el sentido de determinar vulnerabilidad recíprocas entre ambas sociedades en un número muy amplio de variables. En otros términos, es posible determinar una realidad peninsular aglutinada por un conjunto complejo y profundo de influencias mutuas que han acabado teniendo una indudable incidencia en la evolución social y política de ambas sociedades”. Es de esperar que, ahora en España el partido “líder” (¿líder?) de la oposición parlamentaria actúe de forma similar a Portugal, mostrando a la ciudadanía un liderazgo que actualmente no se percibe.

El líder “o partido laranja”, tiene que actuar no solo pensando en clave partidista, sino con responsabilidad de Estado. Y esta responsabilidad, en España y Portugal, no se ejerce dejando que la cosa pública se vaya pudriendo hasta cotas inaguantables, sino que hay que poner cada día a los respectivos gobiernos, frente a los resultados de sus acciones u omisiones, para evitar que la crisis del desgobierno (o gobiernos en minoría) hagan más difícil y costoso recuperar el sentido común.

Como diría Harry Potter en la Cámara Secreta, “No son nuestras habilidades las que dicen quienes somos, son nuestras acciones.”

…He dicho!

* Es Presidente del Instituto Hispano Luso

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