domingo, 4 de marzo de 2012

El transporte necesita iguales ayudas que el agrario

*Por Ángel Rico
.
Les confesaré a ustedes que me preocupan esos agravios comparativos que están tensando la paciencia de unos sectores, comparados con otros. Me quiero referir a lo que ocurre con el sector “Agrario” frente al sector del “Transporte”. Aunque ambos son importantes para nuestra vida cotidiana, habrá que concluir que uno es más importante que el otro.
.
Las declaraciones, basadas en un soporte jurídico antiguo y barato, de un representante de los agricultores han cabreado muchísimo a los transportistas. Este líder del agro volvió a poner sobre la mesa la estrategia técnico económica para el sector que representa y que se resumen en: “Más ayudas para el campo”. ¡Con dos cojones!
.
Yo que --fui cocinero antes que fraile— puedo calificar dicha propuesta como “totalmente anquilosada e injusta”, sobre todo si comparamos el sector “agrario” con el del “transporte”. El primero, ha venido recibiendo --año, tras año, tras año--, desde que un servidor negociaba en Bruselas (1983-1986) la adaptación de la legislación española a la comunitaria en materia agraria, y conseguimos unas ayudas que, aproximadamente de media, pueden cifrarse en 7.500 millones de euros al año, frente al “transporte” que no ha recibido ayuda ninguna.
.
Es tiempo de que se acaben los chantajes emocionales y plañideros del sector “Agrario”. No puede ligarse la viabilidad de este sector a las ayudas que, permanentemente, recibe del bolsillo de los contribuyentes. Y para ello, la sociedad debe ser consciente que la “Seguridad Alimentaria” que supone, disponer de alimentos suficientes, en cantidad, calidad y a precio razonable en el comercio de la esquina, no la garantizan los agricultores que producen, sino los transportistas que la transportan cada día al comercio más cercano. Unos alimentos innecesarios, producidos en el municipio de al lado, son menos importantes para satisfacer nuestras necesidades diarias, que otros alimentos producidos en un país lejano y que gracias al transporte, lo tenemos disponible cada mañana a unos precios asequibles y con una gran calidad. Por la importancia que supone el Transporte para garantizar la cesta de la compra, y controlar la inflación, debe recibir las mismas ayudas al año que recibe el sector agrario.
.
Desde nuestra “Adhesión a la Comunidad Europea en 1986” en España muchos sectores se han tenido que reestructurar, para adaptar la producción a las exigencias del mercado, en cantidad, calidad y precio. Cabe recordar, por ejemplo, el siderúrgico, el naval, el minero, el de automoción, producción de electrodomésticos, etc. Mientras tanto el “agrario” sigue recibiendo 7.500 millones de euros al año. Yo no entro a valorar si esa cantidad es grande o pequeña, lo que digo es que esa cantidad deberá ser repartida con el sector del Transporte, que es quien realmente garantiza que los alimentos estén a nuestro alcance cada mañana. El sector “agrario” necesita una urgente reestructuración para adecuar su oferta a las exigencias del mercado.
.
Soy consciente que con estas palabras me ganaré las descalificaciones y los improperios de mis ex-colegas, pero es de justicia que, cuando la situación de bancarrota de España y de gran parte de Europa es la que es, alguien empiece a decir que no es justo que todas las propuestas de los agraristas se resuman en; que los contribuyentes debemos aportar más para que ellos consigan rentabilizar sus producciones.
.
Ese discurso melancólico y barato del, todavía, líder agrario de: “Son otros quiénes ponen el precio a lo que compramos para producir (inputs) y los que ponen el precio a nuestros productos y como eso es así, el sector agrario necesita recibir ayudas para sobrevivir”. Ese discurso huele a rancio. Cuando oigo estas peroratas, le confesaré a usted respetado lector, que me escucho a mí mismo diciendo lo mismo, pero en 1980. Desde entonces todo ha evolucionado, menos las reivindicaciones de los líderes agrarios, que siguen pidiendo lo mismo en el año 2012, que yo en 1980.
.
Lo racional sería que fuesen mentalizando a los que viven de las subvenciones de la PAC, que hay que adaptar las producciones a la realidad del mercado, porque llegará el momento en que estas, las subvenciones, se acabarán. Porque para los contribuyentes, en general, y para los profesionales del “transporte” en particular, no es entendible que en la España de hoy sea más rentable mantener 3,5 millones de hectáreas de improductivo, pero subvencionado, barbecho, que dedicarlo a la producción de cultivos agroenergéticos que sirviesen de materia prima nacional para producir biodiésel.
.
Mientras los agraristas subvencionados se mentalizan del cambio urgente que tienen que realizar, los transportistas piden, por su derecho a la igualdad, recibir cada año, la misma cantidad de ayudas para mantener el “Transporte” que recibe el “Agrario” para mantener el suyo. Y si, frente a los plañideros, argumentos de los agricultores, los transportistas para hacerse oír deben parar totalmente la actividad, así lo harán. Para que cuando falten productos en los estantes de los comercios, los consumidores se pregunten ¿Por qué?
.
…He dicho!
.
*Es Presidente del Grupo de Empresas Agrarias (GEA)

No hay comentarios:

Publicar un comentario