sábado, 22 de junio de 2013

¿…hasta la muerte?

*Por Ángel Rico
.
Le contaré a usted, respetado lector, que he dedicado unos minutos de mi tiempo para leer, y volver a releer, el discurso del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la Conferencia Agraria de ASAJA. En las palabras del discurso, escritas con una sucesión de innecesarios firuletes, se pone en evidencia el desconocimiento de, al menos, dos realidades en la economía nacional, la del sector “agrario” y la del “transporte”, lo que no dice mucho de quien pretende liderar políticamente la Hispania actual.
.
Siendo verdad que hay zonas donde el sector agrario está a la vanguardia de Europa, también es verdad que, en otras zonas de España, la agricultura está aferrada al Medievo, y solo las subvenciones europeas, dinero que previamente ha salido del bolsillo de los contribuyentes --según las palabras de Rajoy, 7.833 millones de euros al año—permiten viabilizar la actividad de esos agricultores. Y, me remito a la prueba de que, cada año, en España se mantienen 3,5 millones de hectáreas (el 19 por ciento, de todo el potencial nacional cultivable) como improductivo, pero subvencionado, barbecho. Hay que reconocer que muchos agricultores dedican más tiempo al año, a cumplimentar los impresos de ayudas, que en experimentar con nuevas variedades en sus campos. Mientras esa realidad no se admita se estará impidiendo el I+D+i, creador de empleo, en el agro.
.
Un servidor, que ayudé a crear ASAJA en 1989; una entidad de la que nos divorciamos dos años después, --porque lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible—y que, colaboré desde mi actividad en Bruselas a que el sector “agrario” español se esté beneficiando año, tras año, tras año, desde 1986, de 7.500 millones de euros en ayudas, tengo la fuerza moral para decir que: --eso, hoy, es injusto--. Porque quienes hacen posible que los ciudadanos, europeos en general, y españoles en particular, tengan alimentos frescos, de calidad y a precios razonables, cada mañana en la tienda de la esquina, no son los agricultores que producen las patatas o la carne, sino el transporte que, pase lo que pase, lo permiten.
.
Llegados a este punto surge la pregunta: --¿Por qué, entonces, tanta ayuda oficial para los agricultores y ninguna para los transportistas?—Y en la personalidad de, la mayoría, de los profesionales del transporte está la respuesta, me explicare: --Hay, entre otros muchos, un grupo en faceebok que se denomina “Camioneros hasta la muerte” y, con el máximo respeto, considero que esa denominación muestra la realidad del problema. Hay muchos camioneros para quienes lo principal es su camión (el chato, el viejito, el largo, el azulón, etc., nombres con los que, algunos camioneros, denominan a sus máquinas de trabajo) no el resultado que se obtiene como consecuencia del trabajo con ese camión. Cuando se confiesa que “se será camionero hasta la muerte” se está declarando que –pase lo que pase—cada día el camión se pondrá en funcionamiento; y si para ello, es necesario cortarse las venas para aportar sangre como combustible al camión, se cortan las venas y a quemar kilómetros. Yo, creo que ahí está el error de este importante sector, porque los gobiernos lo saben, y no modifican las leyes que necesitan ser modificadas.
.
La ciudadanía está tan acostumbrada a utilizar cada día los instrumentos de la sociedad del bienestar, que son desconocedores de quienes permiten que ellos, y sus familias, puedan disfrutar de ese bienestar. Si se diese el milagro de que los transportistas decidiesen un día  “morir sin trabajar”, en lugar de “trabajar hasta la muerte”, no habría leche en las estanterías de los comercios, ni galletas, ni carne, ni fruta y entonces surgiría la pregunta: --¿por qué, no tenemos a nuestro alcance, lo que hemos tenido siempre?-- a partir de ese momento, la sociedad empezaría a respetar a un sector, que necesita en primer lugar, que los profesionales que lo componen –los camioneros-- se respeten a sí mismos. Y empiece a ser más importante para ellos, el resultado del trabajo con el camión, que el propio camión.
.
No recuerdo ninguna  ocasión a un presidente del Gobierno participando en alguna reunión de profesionales autónomos del transporte, como sí lo han hecho, en varias ocasiones, en las reuniones de los agricultores. Hasta que no se consiga que algún presidente del Gobierno, asista a una de estas reuniones y empiece su discurso con: --Amigas y amigos transportistas, en nombre de la sociedad os doy las gracias porque, cada mañana, nuestros hijos tengan leche, galletas y fruta a su disposición--, hasta que ese hecho histórico no se produzca, los transportistas y sus familias serán ignorados, primero por los gobiernos, y después por una sociedad lanar que, oculta tras la ignorancia general, aporta cada año 7.833 millones de euros, para que los agricultores dejen sin cultivar el 19 por ciento del terreno cultivable nacional, elevando el IPC e impidiendo, abaratar la energía a utilizar en el transporte, mediante el posible biodiésel nacional. Los transportistas, tienen derecho al mismo respeto y volumen de ayudas que la agricultura.
.
Los transportistas deben ser conscientes de su protagonismo en el 7,5 por ciento que, junto con la agricultura, aportan al Producto Interior Bruto nacional. Sin los camioneros, las manzanas se pudrirían en los campos, la leche reventarían las ubres de las vacas, el trigo se caerían en los campos, y no habría más espacio para congelar carne en las cámaras frigoríficas de los mataderos. Por eso, cuando Rajoy valoró la aportación al PIB de los agricultores, olvidando en su discurso a los transportistas, actuó como la madrastra de los cuentos, que como único argumento ofrece la manzana envenenada que la sociedad engulle estúpidamente.
.
Ser “camionero hasta la muerte” es, a mi juicio, lo primero que hay que modificar para que este sector, consiga el reconocimiento a su actividad, por parte de la sociedad, y por tanto, la rentabilidad que merece su trabajo. Mientras esto no se consiga, no servirá de nada la melancolía que les acompaña cada día en los cientos de kilómetros que, voluntariamente, hacen caminando con su camión  “…hasta la muerte”
.
…He dicho!
.

*Es Presidente del GEA & GEA

No hay comentarios:

Publicar un comentario