* Por Ángel Rico
Con la misma “lealtad institucional” con la que José María Barreda pronunció su discurso en las Cortes de Castilla-La Mancha, en el Pleno Extraordinario del pasado 1 de febrero, yo me acojo a mi libertad de expresión para cuestionar el papel institucional que el Presidente Barreda, viene desarrollando en la comunidad autónoma que preside.
El motivo del mencionado Pleno Extraordinario de la Asamblea Regional, era posicionarse en relación al almacén temporal centralizado (ATC) en algún municipio de Castilla-La Mancha.
Y siendo verdad que, como Presidente, Barreda tiene “la atribución de plantear a las Cortes para su debate los asuntos considerados de interés general. Cuando se trata de defender un modelo de Región mayoritariamente aceptado, o de conjurar potenciales riesgos, esta prerrogativa se convierte en una obligación”. Bajo ese mismo principio Barreda debería, con anterioridad, haber planteado a las Cortes numerosas cuestiones para su análisis. Cuestiones relacionadas con la realidad socioeconómica de Castilla-La Mancha que nos están afectando negativamente.
La realidad en la que los últimos gobiernos autonómicos han colocado a esta región, merece un necesario estudio para aplicar soluciones urgentes. Porque es obligación de la Cortes, en general, y del Gobierno regional, en particular, aplicar las medidas necesarias.
Los municipios que han solicitado, en aplicación de la normativa establecida y no recurrida, ser el lugar elegido para instalar el ATC, no lo hacen por haber perdido la cordura. Sino por necesitar de forma urgente una solución económica para su empobrecida y olvidada realidad.
Y resulta llamativo y doloroso los argumentos que, Barreda, utilizó en las Cortes para contrarrestar la agónica solicitud de los alcaldes de Yebra, Villar del Pozo y Villar de Cañas, a saber: “El desarrollo y la imagen que queremos para La Alcarria, para el prestigio de su celebérrima miel, para la calidad de su aceite, para el vino de Mondéjar, para el territorio, para el turismo y el desarrollo rural, no está asociada a instalaciones de este tipo que no deseamos”, “Próximo a Villar de Cañas hay otro importante parque arqueológico, el de Segóbriga, la ciudad romana más importante del sur de la meseta y el fascinante Monasterio de Uclés que está al lado. Y muy cerca de Villar del Pozo, en pleno campo volcánico de Calatrava, al lado de la capital de la provincia, se encuentra la monumental ciudad de Almagro y el Parque Arqueológico de Alarcos, entre otros valores”. (Barreda dixit)
Es decir, la suma de palabras no ofrece ninguna solución real a corto plazo, para estos municipios, ni para la generalidad de Castilla-La Mancha.
Esto no es demagogia, no es información alarmista, sino fidedigna y contrastada. Son datos objetivos que pueden comprobarse con facilidad. Desde el Gobierno Regional se niega la realidad, antes que asumirla. Por eso, con la misma lealtad y sinceridad con las que, Barreda, le ha dicho a Zapatero “que sería bueno que terminado el semestre europeo hiciera una remodelación importante del gobierno, ya que ello sería una inflexión, un signo inequívocamente claro de que se quiere recuperar terreno y dar una respuesta". El Presidente de Castilla-La Mancha debería hacer lo propio dentro de su Gobierno.
Si en verdad cree, Barreda, que la solución en Castilla-La Mancha se centra en “el Desarrollo Rural” y “las Energías Renovables”, debe sustituir de forma urgente a las personas que en su Gobierno tienen responsabilidades sobre estas cuestiones. Porque con los actuales responsables, será imposible avanzar en esas materias.
Ahorrar costes, disminuyendo cargos, también será una buena medida, y reforzar la idea, en su equipo, que es más importante luchar para mejorar la realidad, que en dedicar esfuerzos, presupuesto y oportunidades en ocultar lo que está pasando.
* Es Presidente de ADRIE
Con la misma “lealtad institucional” con la que José María Barreda pronunció su discurso en las Cortes de Castilla-La Mancha, en el Pleno Extraordinario del pasado 1 de febrero, yo me acojo a mi libertad de expresión para cuestionar el papel institucional que el Presidente Barreda, viene desarrollando en la comunidad autónoma que preside.
El motivo del mencionado Pleno Extraordinario de la Asamblea Regional, era posicionarse en relación al almacén temporal centralizado (ATC) en algún municipio de Castilla-La Mancha.
Y siendo verdad que, como Presidente, Barreda tiene “la atribución de plantear a las Cortes para su debate los asuntos considerados de interés general. Cuando se trata de defender un modelo de Región mayoritariamente aceptado, o de conjurar potenciales riesgos, esta prerrogativa se convierte en una obligación”. Bajo ese mismo principio Barreda debería, con anterioridad, haber planteado a las Cortes numerosas cuestiones para su análisis. Cuestiones relacionadas con la realidad socioeconómica de Castilla-La Mancha que nos están afectando negativamente.
La realidad en la que los últimos gobiernos autonómicos han colocado a esta región, merece un necesario estudio para aplicar soluciones urgentes. Porque es obligación de la Cortes, en general, y del Gobierno regional, en particular, aplicar las medidas necesarias.
Los municipios que han solicitado, en aplicación de la normativa establecida y no recurrida, ser el lugar elegido para instalar el ATC, no lo hacen por haber perdido la cordura. Sino por necesitar de forma urgente una solución económica para su empobrecida y olvidada realidad.
Y resulta llamativo y doloroso los argumentos que, Barreda, utilizó en las Cortes para contrarrestar la agónica solicitud de los alcaldes de Yebra, Villar del Pozo y Villar de Cañas, a saber: “El desarrollo y la imagen que queremos para La Alcarria, para el prestigio de su celebérrima miel, para la calidad de su aceite, para el vino de Mondéjar, para el territorio, para el turismo y el desarrollo rural, no está asociada a instalaciones de este tipo que no deseamos”, “Próximo a Villar de Cañas hay otro importante parque arqueológico, el de Segóbriga, la ciudad romana más importante del sur de la meseta y el fascinante Monasterio de Uclés que está al lado. Y muy cerca de Villar del Pozo, en pleno campo volcánico de Calatrava, al lado de la capital de la provincia, se encuentra la monumental ciudad de Almagro y el Parque Arqueológico de Alarcos, entre otros valores”. (Barreda dixit)
Es decir, la suma de palabras no ofrece ninguna solución real a corto plazo, para estos municipios, ni para la generalidad de Castilla-La Mancha.
Esto no es demagogia, no es información alarmista, sino fidedigna y contrastada. Son datos objetivos que pueden comprobarse con facilidad. Desde el Gobierno Regional se niega la realidad, antes que asumirla. Por eso, con la misma lealtad y sinceridad con las que, Barreda, le ha dicho a Zapatero “que sería bueno que terminado el semestre europeo hiciera una remodelación importante del gobierno, ya que ello sería una inflexión, un signo inequívocamente claro de que se quiere recuperar terreno y dar una respuesta". El Presidente de Castilla-La Mancha debería hacer lo propio dentro de su Gobierno.
Si en verdad cree, Barreda, que la solución en Castilla-La Mancha se centra en “el Desarrollo Rural” y “las Energías Renovables”, debe sustituir de forma urgente a las personas que en su Gobierno tienen responsabilidades sobre estas cuestiones. Porque con los actuales responsables, será imposible avanzar en esas materias.
Ahorrar costes, disminuyendo cargos, también será una buena medida, y reforzar la idea, en su equipo, que es más importante luchar para mejorar la realidad, que en dedicar esfuerzos, presupuesto y oportunidades en ocultar lo que está pasando.
* Es Presidente de ADRIE
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