domingo, 13 de febrero de 2011

Cuando la esclavitud es el mal menor

*Por Ángel Rico
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El
diccionario de la Lengua Española, en su tercera acepción señala que la esclavitud es la: “Sujeción excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación”. Ustedes pensarán que es una tontería hablar de esclavitud en los tiempos de hoy, me propongo demostrarles que es recomendable hablar, o al menos pensar, sobre ello.
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El Gobierno tiene entre sus facultades la de: “dirigir la política interior y exterior/Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes (Artículo 97 de la C.E) Teóricamente parece estar claro, el Gobierno es el encargado de aprobar los Reglamentos para que las Leyes se cumplan. Demos un paseo por la imaginación para ver la incoherencia del Gobierno y su coqueteo con la esclavitud.
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La Ley Laboral ó Estatuto de los Trabajadores, indica en su artículo 34 (jornada) “La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo será de cuarenta horas semanales de trabajo efectivo de promedio en el cómputo anual”. ¿Qué ocurriría si en este punto se añadiese “salvo pacto en contrario”? Respuesta: Que tal como están las cosas en España, muchos ciudadanos aceptarían el “pacto en contrario” con tal de trabajar. Es decir, trabajarían más horas de las fijadas y se estaría fomentando la esclavitud.
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Pues bien, en la legislación del Transporte de mercancías por carretera (Ley 15/2009, del contrato de transporte terrestre de mercancías) se indica en el artículo 20: “las operaciones de carga de las mercancías a bordo de los vehículos, así como la descarga de éstos, serán por cuenta, respectivamente del cargador y del destinatario, salvo pacto en contrario ¿Quién imaginan ustedes que, de hecho, está obligado a realizar esa operación, antes de iniciar el viaje ó después de terminarlo? En efecto, el porteador o camionero. Y si alguno se niega a esa labor, sencillamente es sustituido por otro. Apareciendo la esclavitud.
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Otro ejemplo: El artículo 19.1 de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) indica: “Las tarifas del transporte público deberán cubrir la totalidad de los costes reales en condiciones normales de productividad y organización y, permitirán una adecuada amortización y un razonable beneficio empresarial” Para ello, el Ministerio de Fomento publica el “Observatorio de costes del transporte de mercancías por carretera” (septiembre 2010 el último) Donde recoge todos los costes atribuibles a la actividad –dentro de la Ley— y establece que, por ejemplo, un vehículo articulado de carga general no deberá trabajar por debajo de 1,169 euros por kilómetro cargado, ni por debajo de 0,994 euros por kilómetro en vacío. Entonces ¿Por qué permite, este Gobierno, que la tarifa real que pagan –los cargadores—sea de 0,75 euros por kilómetro? (o menos) El exceso de oferta y, la necesidad de trabajar, vuelve a poner a los camioneros dentro de la esclavitud. Porque el propio Gobierno fija unas tarifas mínimas y (de facto) permite que se trabaje por debajo ¿No son conscientes que se está forzando a hacer algo fuera de la Ley?
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¿Quieren más ejemplos?
Ahí va otro. La mencionada LOTT, fija como infracciones muy graves, artículo 144.29 “El exceso sobre la masa máxima autorizada de los vehículos”, pues bien en los trabajos de obra pública, donde hay que mover tierra desde un punto a otro, los camiones se cargan habitualmente con más peso (un 35% más) del autorizado para ese vehículo. El camionero no tiene forma técnica de determinar la cuantía del exceso y el cargador no facilita los datos reales. Ese camión con exceso de carga, contamina más, es más peligroso en carretera y, está pagando un 35% menos de impuestos a la Hacienda Pública. Si algún camionero se queja, sencillamente es sustituido por otro y, aparece nuevamente la esclavitud y sus condiciones, para seguir teniendo trabajo aunque este se realice por fuera de la Ley.
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Les aseguro que existen más ejemplos: Este Gobierno impulsó la “Ley 15/2010, por el que se establecen las medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales”, que de forma general señala que el pago por los servicios, como máximo, se realizará a los sesenta días. Pues en las obras públicas impulsadas por ese mismo Gobierno, mediante el Ministerio de Fomento, se están pagando los servicios (mediante pagaré sin confirmar) a doscientos diez días. Si algún proveedor se queja, sencillamente es sustituido por otro, y con las condiciones de crisis general, el sistema obliga a aceptar la esclavitud como mal menor.
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Y así ejemplo tras ejemplo, vivimos en un clima donde la necesidad forzada por la crisis obliga a que los ciudadanos, acepten dejar de serlo, para convertirse en súbditos de un sistema injusto, que es mantenido por un Gobierno negligente, cómplice, implicado, indolente y culpable de lo que está pasando.
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Esta crítica de hoy la hago en honor del Belmonte, el Presidente que no quiso ser esclavo y, que me ha enseñado tanto del Transporte y de las injusticias de este mal Gobierno (el peor gobierno de la Democracia) Al que hay que enfrentarse con decisión, con preparación, con seguridad y con fuerza. Para lo que hace falta actuar “C2C”. ¡Compañero, gracias! Y ¡Feliz día 14!
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…He dicho!
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Mientras tanto el petróleo (brent) se cotiza hoy a 102,49 dólares por barril, el gasóleo lo pagamos a 1,255 euros por litro y han transcurrido 266 días que el Ministerio de Economía y Hacienda sigue, pese a su potencial impacto presupuestario, sin hacer nada en relación al inmenso fraude del IVA que le fue comunicado.
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*Es Presidente del GEA

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