jueves, 24 de febrero de 2011

Reservas de combustible para 87 días y descontando

*Por Ángel Rico
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España
tiene reservas de gasolina y gasóleo para 90 días (87 días en este momento) si el conflicto en Oriente Medio continúa (que continuará) veremos dificultado el aprovisionamiento de crudo. El Ministro de Industria, Miguel Sebastián, declaró en televisión que si la crisis en Oriente Medio se mantiene habría que “decretar el ahorro nacional al máximo, para lo cual se recurriría a bajar la velocidad máxima de los automóviles y camiones por carretera y a disminuir el alumbrado público, recomendando utilizar el transporte público” “La subida de 10 dólares en el barril de petróleo, tiene un coste para la economía española de 6.000 millones de euros” (sic) Es decir, a recurrir a una “economía de guerra energética”.
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Dicho así puede parecer que estamos hablando de una catástrofe impredecible, lo que es del todo incierto porque, al menos nosotros, llevamos más dos años alertando de la necesidad de asegurar, mediante el biodiesel la seguridad energética nacional. No se trata de que seamos adivinos ¡No! Solo que como decían los clásicos “Lo que es previsible que ocurra, acaba ocurriendo”.
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Que la seguridad para disponer de combustible en España, dependa del “Waka-waka de la Alianza de Civilizaciones” es sencillamente la táctica mediocre de un mal gobernante. Y este es el caso.
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La dejación de funciones en todo lo referido al desarrollo en España de un plan integral de biocombustibles, se debe a los caprichos de niño rico que ha demostrado este Gobierno (el peor gobierno de la Democracia). Porque ayudar a construir cuarenta y seis fábricas (46), para producir biodiesel. Con ayudas oficiales provenientes de los contribuyentes, que han supuesto más de cuatrocientos diez (410) millones de euros (sesenta y ocho mil doscientos millones de las antiguas pesetas) no reembosables, para permitir después que se mantengan cerradas el setenta y cinco (75%) de las mismas, es sencillamente un crimen. Como tal hay que considerarlo y deberá ser tratado y juzgado por la opinión pública nacional.
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Además, aceptar como inevitable que en España (la España actual sumida en una crisis hasta las orejas) sea más rentable mantener 3,5 millones de hectáreas de barbecho improductivo subvencionado, que cultivadas de colza para producir biodiesel nacional, es un capricho caro que tendremos que soportar, pagando una energía escasa y muy cara.
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El primer aviso de que hay que cambiar la mentalidad viene determinado por la histórica derrota sufrida, el pasado domingo, por el partido (CDU) de Angela Merkel, en las elecciones regionales de Hamburgo (segunda ciudad de Alemania) donde obtuvo el peor resultado desde la posguerra. Los contribuyentes alemanes han dicho en las urnas, lo que a nosotros nos vienen diciendo tantas veces en las reuniones internacionales: “Alemania no está dispuesta a seguir pagando la sesteante realidad de la agricultura española”. Y ante esta realidad hace falta un/a político/a de raza que sea capaz de decir la cruda realidad al sector agrario español ¡La fiesta se acabó! Para empezar a planificar las nuevas alternativas. Solo hay una cosa peor que tener cáncer, no quererlo admitir. Eso es lo que está ocurriendo con la agricultura española de secano.
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En Oriente Medio las revueltas populares (¿populares?) continuarán y se pasará de una dictadura militar de la Alianza de Civilizaciones, a otra militar dictadura, como ha ocurrido en Egipto. De un “perro loco” déspota, miembro también del selecto club de la Alianza de Civilizaciones, se pasará a otro déspota de la misma familia, o de los Hermanos Musulmanes, como es el caso de Libia. El resultado de ambos ejemplos, es la mejor muestra de que hay que planificar el presente y el futuro energético, teniendo claro que el petróleo que necesitamos se encuentra en lugares donde no hay democracia y, donde no es previsible que haya democracia a medio plazo. La sociedad actual es presa del monopolio de la OPEP, que nos amenaza con el chantaje de quitarnos la energía que necesitamos, porque los gobiernos débiles no previeron el futuro. Recordando a Otto von Bismark cuando dijo: “El mal político piensa en la próxima elección, el estadista, en la próxima generación”.
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Mientras tanto, el miedo general hace que el petróleo suba, hoy el brent lo pagamos a 117,96 dólares por barril, y el gasóleo utilizado por la ciudadanía y el Transporte lo pagamos a 1,285 euros por litro. Con el riesgo y, lo vuelvo a decir aquí, que lo próximo que los ciudadanos de a pie descubriremos con horror que lo que tanta fiesta no garantizó fue la “Seguridad Alimentaria”.
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Y entonces ¿Qué recomendará el Gobierno, que los españoles comamos solo los días impares? Mientras pensamos en ello, la época de siembra de colza para biodiesel (mes de septiembre) se acerca y en el Gobierno, no hay ninguna carpeta que contenga las directrices a aplicar, para poner en marcha los mecanismos, necesarios y existentes, para que la agricultura española, pueda producir biodiesel, como combustible barato para la propia agricultura y el Transporte de Mercancías por Carretera.
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…He dicho!
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Mientras tanto, han transcurrido 277 días que el Ministerio de Economía y Hacienda sigue, pese a su potencial impacto presupuestario, sin hacer nada en relación al inmenso fraude del IVA que le fue comunicado. ¡Dejando, la Hacienda Pública, de ingresar cientos de millones de euros!
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*Es Presidente de “Gestión de Energía Agraria” (GEA)

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