sábado, 22 de mayo de 2010

Despotismo ridículo

Por Ángel Rico*
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Tras el “zapaterazo”, necesario para empezar a recuperar el déficit público, habrá que convenir que la actitud del presente Gobierno de España ridiculiza la capacidad humana para racionalizar la creencia gubernamental en vista de las pruebas contrarias. Con un empecinado encabezonamiento en defender las creencias visionarias y especulativas, con independencia de que, las creencias de Zapatero, sean totalmente equivocadas. Lo que ha llevado a España a una situación que necesita el tutelaje exterior. Demostrando lo absurdo del despotismo ridículo que nos está gobernando.
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Es hora de admitir que los sindicatos del sistema, se han constituido en una selecta clase, dispuesta a la subvencionada paz permanente, a la tranquilidad interna y ligada al gobierno actual. Debiendo soportar una parte importante de responsabilidad de la situación que sufrimos. Igual que los diputados nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y canarios que, con su voto aprobatorio, permitieron aplicar unos absurdos Presupuestos Generales del Estado, que como resultado han conseguido que todos, incluidos los ciudadanos de base de aquellos territorios, donde fueron elegidos unos diputados mediocres y sin visión de futuro, que permitieron que el despotismo gubernamental se mantuviese.
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Nos encontramos en un momento donde “España es lo importante”, y para recuperar el control de tan mal desgobierno habrá que aplicar un plan de reducción del gasto estatal, junto con un plan de más ingresos, vía subida de impuestos, a diestro y siniestro. En este plan para retomar el rumbo perdido, entre otras cuestiones, hay que rebajar el sueldo a los funcionarios. ¿Pero a qué funcionarios?. Y esta es una cuestión que debe ser importante para aplicar la justicia contributiva y social.
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Es una injusta realidad que, en España, hay salarios distintos para trabajos iguales. Por tanto, reducirles el salario a quienes tienen ingresos distintos es algo que hay que evitar. Mientras, por ejemplo, los Mossos d’Escuadra (policía de la Generalidad de Cataluña) tengan salarios superiores en un 80% a la Guardia Civil, ó Policia Nacional de toda España, será inadmisible que ambos cuerpos tengan la misma reducción salarial. Algo similar es de aplicación a los salarios de los médicos, o los profesores de instituto en Cataluña y Vascongadas frente a sus colegas del resto de España.
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Yo estaré en contra de reducciones iguales a salarios diferentes, por injustas y denunciables. ¿Qué se puede hacer en ese caso?. La respuesta justa es sencilla, “Igualar los salarios con el más bajo”. De esta forma se estará demostrando que desde el Gobierno de España, se quieren hacer bien las cosas. De no ser así, en todos los mercados, cruces de caminos, colegios y universidades, postes de gasolina, cafés y restaurantes, donde yo me encuentre, haré proselitismo en contra del mantenimiento de esa clara injusticia.
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Se que estarán pensando que: “poco importa la denuncia de una sola persona”, a lo que yo les respondo que, “alguien tendrá que empezar” y siempre queda la esperanza de que: “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Y en eso estoy, en defender que los funcionarios en España reciban el mismo salario por el mismo trabajo, se desarrolle este (el trabajo) para el Estado, una Comunidad Autónoma separatista, o un Ayuntamiento con pedigrí. Y como creo que es lo justo, aquí también lo reivindico y lo seguiré reivindicando. Y, con el debido respeto, le pido a usted querido lector que haga lo mismo.
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Y si estamos en la “salvación de España”, donde a todos nos corresponde colaborar en la medida de nuestras posibilidades, me viene a la cabeza “La Roja” (creo que esa denominación no es muy afortunada, pero en fín). En unas semanas muchos españoles estaremos pendientes de once tíos en pantalón corto, tras una pelota. Deseando que estos tíos con camiseta roja, sean mejores que los otros once tíos también en pantalón corto, con otro color de camiseta. Y deseamos que los de camiseta roja, sean lo mejor de los mejores.
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Y vuelvo a la “salvación de España”, si a todos nos corresponde ayudar, creo que los de “la Roja” también deben participar. No conozco el compromiso de los premios que la Federación Española de “Ful-bol” (Villar dixit), les habrá prometido a los jugadores de “la Roja”, pero bien podrían renunciar al quince por ciento de los premios que consigan y, aportarlos a la necesitada Hacienda Pública Española, que tan necesitada está de juego limpio de todos. Con ese gesto: ¡que buena sería la Roja!
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Lo espero, igual que del resto de deportes y deportistas, que con la excusa de defender a España, reciben suculentos premios, por ponerse una camisola Roja, o defender nuestra bandera. Premios que salen de los bolsillos españoles. Que siga siendo así, pero con un quince por ciento menos.
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A todos nos corresponde conseguir que la justicia se aplique, para salir de la situación donde el “despotismo ridículo” nos ha llevado.
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…He dicho!

* Es miembro de APAE

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