domingo, 15 de julio de 2012

Los salarios de ellos frente a los impuestos nuestros


*Por Ángel Rico
.
Soy consciente que mis comentarios de hoy no serán objeto de simpatías, y pretendo justificarlos porque: --Dios no me envió por el camino de la diplomacia--, en fin, vayamos al asunto. En los años que llevamos viviendo en Democracia nunca hubo un recorte social tan grande como el aplicado por la administración de Rajoy, --salvo las entidades financieras—no hay ningún sector socio económico que no vaya a verse perjudicado por “los recortes” lo que, a mi juicio, es injusto.
.
Pero dicho lo dicho, hay datos que son innegables y que nos deben hacer meditar, como que: --Con la suma de lo recaudado en España por IVA, más IRPF no es suficiente para pagar los salarios de los empleados públicos--, y de acuerdo a lo que nos enseñaron los clásicos –los datos no se discuten, se contrastan—le sugiero, respetado lector, que contraste estos datos y saque sus propias consecuencias.
.
Las mías son que: --en ningún lugar está escrito que sea más importante pagar los salarios de los empleados públicos que las facturas (aún sin pagar) a empresas privadas, derivadas de servicios realizados al amparo de resoluciones de las administraciones regionales-- ¿Quién dijo que el hambre de los hijos de los funcionarios tiene prioridad sobre el hambre de los hijos de los pequeños empresarios que son acreedores (desde 2010) de las administraciones autonómicas?
.
Y llegados a este punto de la cuestión, es obligado replantearse la realidad para acabar admitiendo que: --la Administración Pública del Estado está sobre dimensionada, con muchos puestos (por tanto salarios y gastos fijos derivados) que son innecesarios y que, en buena lógica, hay que adecuar a las posibilidades--. Porque de no hacerse así llegaríamos al castigo de que los contribuyentes tengamos que pagar más, y más, impuestos para no satisfacer nunca, la avidez de una administración insaciable, ante lo cual, un servidor de ustedes, se revela con todas sus fuerzas.
.
El protagonismo de los funcionarios públicos es importante, para la justa resolución del problema. Pero no solo para enrocarse, reivindicando: –¡lo mío que no me lo toquen!--, sino para denunciar públicamente los cargos colocados por arbitrariedad y nepotismo en su entorno laboral. De esta forma no pagarán justos, por pecadores.
.
El nepotismo no es un vicio de gobiernos pasados, es un vicio cometido también por los actuales gobiernos que, además de no pagar las deudas del pasado a pequeños empresarios, pretenden dar ejemplo. Es comentadísimo el caso de: --una política que, primero, accedió a un cargo en la cúpula provincial del PP, ello le llevó a ocupar una consejería en el gobierno regional, y con las influencias de ambos cargos, colocó a su hija, en la universidad de la provincia, a su hijo como asesor en un ministerio, y a su yerno, como asesor de un departamento del gobierno autonómico del que forma parte--. Obviamente, cuando desde ese gobierno regional se pretende dar consejos, solo se consigue una irónica e incrédula sonrisa por parte del respetable público asistente.
.
Y es que con los fondos públicos hay que ser muy serios, y tener cojones para denunciar los casos que se salgan del buen gobierno, tan malo es gastarse el dinero en fiestas, como en el pasado hizo Barreda, como mantener estructuras administrativas totalmente improductivas. Una dirección general, cualquiera, que se limite a repetir que, por austeridad, hay que ahorrar, sin ejecutar ningún proyecto creador de actividad económica y, por tanto, de empleo, es prescindible. Los contribuyentes no debemos pagar los costes fijos de ese improductivo departamento del gobierno. Es conocida mi denuncia en relación a la –incompetente, innecesaria, ineficaz, inoperante,  torpe, sobrante, superflua, vana, Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid—Lo que demuestra que en un gran gobierno, como es el de Esperanza Aguirre, puede haber un cargo equivocadamente designado; quedando demostrado, como dice Laurence J. Peter que: “—En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia—“. El Director General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid es un claro ejemplo de esta teoría, por actuar como el “perro del hortelano”.
.
Luego hay otras reivindicaciones inadmisibles, como por ejemplo, la de la minería del carbón. La marcha de estos privilegiados, levantó simpatías en Madrid, tal vez por su apariencia de nazarenos, vestidos de negro, casco con linterna y, ninguna razón argumental. La reivindicación de este subsector, es insultante. Y digo esto para aquellos que han abierto páginas de apoyo en las redes sociales. Repito: es ¡Insultante!, e injusta. Pretender mantener un sector que cada puesto de trabajo, nos cuesta a los contribuyentes, --además de lo que se paga por el carbón—65.700 euros, más 7 euros por tonelada de CO2 derivada de la quema de este contaminante producto—es algo que se debe acabar. No debe mantenerse con subvenciones un sector anquilosado, que en España, después del sector agrario, es el que más dinero ha recibido de los contribuyentes y, en ambos casos,  no para adaptarse a la realidad de los tiempos, sino para que todo siga igual. No es lógico que se subvencione el contaminante carbón, y no la producción de biodiésel para el transporte de mercancías por carretera, que hoy es el único sector que garantiza la Seguridad Alimentaria, al permitir que cada día dispongamos, en la tienda de la esquina, alimentos frescos y a precios razonables.
.
Los contribuyentes debemos pagar impuestos y los gobiernos administrarlos con sensatez y justicia. No tiene más razón, aquel que más grita, o más barricadas quema, tiene razón aquel que por cada euro recibido aporta a la sociedad, al menos, dos. Es decir, ni los sindicatos, ni la patronal, ni los partidos políticos, ni los mineros del carbón.
.
…He dicho¡
.
*Es Presidente del GEA

No hay comentarios:

Publicar un comentario